Diablo 2 Latino

Actividades - Concurso de Cuentos II

SirAcglaphotis - 01 May, 2005 - 10:12 PM
Asunto: Concurso de Cuentos II
2° Concurso de Cuentos



Bienvenidos al segundo concurso de cuentos, el ánimo que tuve para realizar este evento se debe a que me gustaría a mí (y a muchos otros) tener un nuevo compendio de cuentos, historias y relatos para entretenerse.

Aquí las reglas y una que otra aclaración.

Temas
: Saga de Diablo (no es necesario seguir la trama original)


Longitud: Un post máximo, para que no se confunda.


Puntuación: Se puntuara por votos que van del 0 al 10, únicamente los jueces podrán votar, pero, obviamente no participar.

Los jueces son:



Warlock Chaos


ZannEsu

Rumil

Joanma

PCMASTER

Sea3

Pableras

SirAcglaphotis


Los jueces en negrita ya se han confirmado

Los premios:

1° Un Annihilus (No ladder)

2° Una Piedra de jordan (Ladder)

3° El set de Tal Rasha (No ladder)


Los posts que no tengan que ver con el tema (comentarios sobre los cuentos, chorradas etc) sobran, les pido a los moderadores que por favor borren este tipo de posts.


El concurso comienza hoy primero de Mayo y termina el 29 de Junio
.


Well, ya pueden comenzar.


Atte.

Acglaphotis[/url]
pableras - 07 May, 2005 - 08:51 PM
Asunto:
Tras reunirnos los jueces del concurso, vamos a hacer públicos en parte cómo se calificarán los cuentos:

- Cada cuento será calificado de forma individual, del 0 al 10 por parte de cada miembro del jurado, pudiendo haber varios cuentos con una misma puntuación (por ejemplo, dos cuentos con un 10). Al final se hará la media. Ganará el cuento que tenga la puntuación más alta, en caso de empate se mirarán las puntuaciones individuales más altas.
- Habrá 5 aspectos que se puntuarán favorablemente en los cuentos:

- Se penalizará una mala ortografía. Expresiones como "la echizera luchava kontra el varbaro" podrían suponer incluso la calificación de 0 en el cuento.
- El concurso termina el 29 de junio, pero los jueces nos tomaremos nuestro tiempo antes de sacar las puntuaciones, que seguramente hay muchos cuentos por leer, y cada uno se merece un tiempo difícil de precisar. Las puntuaciones serán de caracter público.
kemelestokes - 21 May, 2005 - 05:23 PM
Asunto:
Dudas
(por Kemelestokes)

Con un gesto de hastío volvió a blandir su espada y otro grupo de demonios cayó a sus pies. Invocando sus poderes innatos lanzó una nova de escarcha, que transformó al siguiente grupo en estatuas de hielo.

-¿Por qué no desistís? –gritó desesperado- ¿No os dais cuenta de que no podéis herirme?

No recibió ninguna respuesta, solamente otra carga desesperada que terminó con los demonios masacrados a sus pies. No eran lo bastante poderosos para imponerse sobre los poderes de la luz que le protegían, pero aún así no cejaban en su empeño, y con una furia suicida se lanzaban sobre él, para caer ante su espada.

El poderoso ángel siguió su imparable avance en dirección a la altiva fortaleza que se alzaba a lo lejos, cada vez más cerca, dejando un rastro de cuerpos de demonios a su paso.

-¡Por fin! –exclamó- ¡La Fortaleza del Pandemonium! Ya me estaba hartando de masacrar demonios.

Comenzó a subir la escalera que conducía a la fortaleza, baluarte de la Luz en este infierno de oscuridad. Los demonios no podían penetrar en la fortaleza, ni siquiera acercarse, ya que la Luz era demasiado intensa en ella, y los demonios demasiado débiles. Siguió su camino y penetró en las salas interiores, donde el Comandante de la Fortaleza del Pandemonium, el poderoso Tyrael, esperaba su informe.

-Mi señor Tyrael –dijo haciendo una reverencia- vengo a referiros el informe de mi misión.

El poderoso ángel estaba sentado en un sillón, ensimismado en sus pensamientos. Al oír la llamada alzó la cabeza y sonrió.

-¡Ah, mi fiel Izual! –exclamó –Dime, ¿qué nuevas traes de las Estepas Exteriores?

-Ninguna, mi señor, -respondió el interpelado- todo sigue igual, los demonios siguen lanzándose en cargas suicidas, pero su poder sigue siendo muy débil, no parece que se esté fortaleciendo.

-Muy bien, has hecho un buen trabajo, ahora descansa, te lo has merecido.

-¿Por qué lo hacen, mi Señor?

-Está en su naturaleza, los demonios no pueden soportar la visión de uno de nosotros sin lanzarse al ataque, aunque sepan que no tienen poder para vencernos, al menos todavía.

-¿Y por qué no aprovechamos que son débiles para acabar con ellos antes de que se vuelvan más poderosos?

-¡Ay, mi joven Izual!, ¿aún tienes dudas?

-Lo lamento mi Señor, no puedo evitar preguntarme que hacemos exactamente aquí, y porqué no atacamos a los demonios y los erradicamos para siempre de la existencia.

-Aún eres muy joven, y por lo tanto puedo perdonarte. Nuestro principal objetivo no es masacrar demonios, sino mantener el equilibrio.

-¿El equilibrio, mi Señor?

-Si, Izual, el equilibrio. El Bien y el Mal, la Luz y la Oscuridad, el Orden y el Caos, solo son dos caras de una misma moneda. Ninguna de ellas es más importante que la otra, ya que ambas juntas forman un todo. El péndulo apunta ahora del lado de la Luz, pero sigue oscilando, y antes o después caerá del lado de la Oscuridad. Nuestra misión es mantenernos firmes y esperar el momento en que algún Lord Demonio se alce en poder para evitar que pueda acceder al mundo de los mortales y sembrar el Caos.

-¿Los mortales, mi Señor? –preguntó Izual con un gesto de desdén -¿para que necesitan a los demonios? En mi opinión se bastan ellos solos para sembrar el caos, no necesitan para nada a los demonios.

-Si, Izual, los mortales son el canto de la moneda, su naturaleza no es luminosa como la nuestra ni oscura como la de los demonios. Buenos o malos, luminosos u oscuros, ángeles o demonios, todo mortal tiene un poco de cada cosa en su naturaleza, y por lo tanto representan el equilibrio mismo. Si no existieran los demonios, nosotros tampoco podríamos existir, ya que entonces el equilibrio se desplazaría hacia el lado de la Luz, y eso no puede ser.

-¿Estáis diciendo, mi Señor, que los demonios trabajan para mantener el equilibrio?

-Conscientemente no, su naturaleza les empuja a la Oscuridad y el Caos, pero eso hace que inconscientemente equilibren nuestra naturaleza, que es luminosa. Y los mortales están en medio, equilibrándose entre sí, cuando surge un mortal malvado, hay otro bueno que le equilibra. ¿Entiendes ahora nuestra misión, Izual?

-Si, mi Señor, creo que ahora entiendo un poco mejor lo que hacemos aquí, pero me sigue pareciendo extraño que los demonios sean necesarios para la conservación del equilibrio.

-Bien, Izual, ahora descansa, libera tu mente de estas dudas que la aprisionan y servirás mejor a los poderes de la luz.

-Si, maestro, os pido perdón por haberos importunado con las dudas de un joven e inexperto, me retiro.

Tyrael lo despidió con un gesto y volvió a sumirse en sus pensamientos, mientras el joven ángel se retiraba a descansar en espera de una nueva misión que lo llevara a las Estepas Exteriores y de nuevo a destruir los demonios que se interpusieran en su camino.

************

Con el tiempo el poder de Izual creció, pero sus dudas no menguaron. Llegó el momentio en que no uno, sino tres poderosos Demonios se alzaron de entre sus pares: Diablo, el Señor del Terror, Mefisto, el Señor del Odio y Baal, el Señor de la Destrucción. Conocidos como Los Tres Males, sembraron el Caos hasta que fueron destruidos por un grupo de héroes, pero esa es otra historia y está contada en otro sitio...
gabriel_2 - 23 May, 2005 - 06:15 PM
Asunto:
Recuerdos de tristam
(de Gabriel_2)

La noche era apacible y solitaria en la entrada al pueblo de tristam, antigua ciudad del reino de khanduras.
Las estrellas estaban en el cielo como Ángeles guardianes y los lobos aullaban como hablando entre ellos.
El día anterior había establecido un pequeño campamento en el bosque cercano a la ciudad, para descansar y luego proseguir la marcha hasta llegar a tristam. Me encontraba caminando en el frondoso bosque, hasta que cerca del alba comenzó a llover copiosamente. Me puse bajo la protección de un árbol esperando que dejara de llover. Al terminar de llover reanude la marcha a la ciudad.
Entre a tristam con cierta nostalgia y extrañado por la soledad del lugar.
Mire a mi alrededor y solo vi rastros de destrucción. La casa del magnifico curandero, del cual era en tiempos pasados mi amigo, estaba destruida por el tiempo y las batallas. El taller del gran herrero griswold, se encontraba demolida, por lo que parecía que un terrible rayo provocado por alguna tormenta o alguna otra cosa… la había casi partido en dos. Solo quedaban algunas herraduras de caballos, viejas espadas y varios manuscritos antiguos.
Todavía seguía en pie la posada del pueblo. Entré como si fuera atraído por alguna fuerza extraña. En el interior todo estaba en la ruina. Vasijas rotas, sillas destruidas, extrañas marcas en el piso y varios rastros de sangre adornaban el tétrico lugar. Salí apresuradamente para averiguar que había pasado en la legendaria ciudad de tristam.
Trate de leer los manuscritos de la herrería, sin embargo tenían símbolos que no lograba comprender. Las únicas cosas que llegue a entender fueron: demonios en la noche……… atacaron el pueblo nos……… valientemente pero muchos……… los demonios…… luci…. Estas palabras me llenaron el interior de un terror indescriptible. Aterrado por esto, fui al lugar donde se encontraba la arcaica iglesia, para tratar de investigar más sobre lo sucedido. Al llegar al lugar, la iglesia parecía como si alguna fuerza maligna la hubiera poseído. Entre y solo encontré la oscuridad. Había algunas velas en una de las criptas, y cuando me dispuse a encenderlas descubrí que había un hombre encapuchado al lado de la entrada a las catacumbas. De pronto tuve el presentimiento de que aquel hombre era algún sobreviviente de la tragedia que había acontecido en tristam. Le pregunte varias veces quien era y que había ocurrido pero no contestaba y tampoco daba señales de que ese hombre estuviera vivo. De pronto aquel individuo se levantó y fue hacia el exterior de la iglesia. Como si fuera un impulso lo seguí sin saber porque.
Repentinamente el hombre se detuvo y se sacó la capucha. Susurró algo pero no pude entender que. Nuevamente le pregunté quien era y que había ocurrido en la ciudad. Hasta que por fin contestó: soy lucifer servidor del arcángel tyrael, comandante de las fuerzas de la luz y lo que ha ocurrido aquí es algo que no puedo explicarte mortal. Solo puedo contarte que los demonios han desterrado el poder de la luz en este pueblo para siempre… yo he luchado incansablemente contra las fuerzas de la oscuridad sin embargo, he fallado y lo puedes ver aquí donde mis fuerzas fueron abatidas por la oscuridad. Ahora e de retirarme al exilio donde pueda pensar sobre lo sucedido. Este ‘’angel’’ se retiró del pueblo.
Se acercaba la noche y armé un pequeño campamento cerca de la fuente del pueblo. Escuché algunos ruidos de caballos pero no le preste atención y me dormí. Al día siguiente escuché voces de hombres y me levante. Mire a mi alrededor y vi varios hombres armados con espadas y arcos. El jefe de este grupo se me acercó y me preguntó que hacia en este lugar. Yo le conteste todavía medio dormido que había venido a la posada del pueblo pero que me encontré con este desastre. Desafiantemente le pregunte: ¿y usted y sus hombres que hacen aquí?. A lo que me respondió: estamos tratando de capturar un demonio infernal que es el comandante de las fuerzas de la oscuridad, quien parece que ha destruido la ciudad.
Parece que aquí no se encuentra me decía pero seguiremos buscando en los alrededores. Yo temía por mi seguridad por lo que iba a partir esa misma noche. Al llegar la noche me dispuse a partir cuando vi que lo hombres se retiraban del lugar también, les pregunte antes de que se vallan como se llamaba el demonio. La respuesta me dejo perplejo y aterrado. Se llama lucifer me respondió un hombre. El terror se apoderó de mi cuando escuché un grito que venia de la iglesia. Como si fuera atraído por alguna fuerza maléfica, corrí a la iglesia, entré y descubrí con terror al hombre encapuchado, rápidamente tome una espada y cuando lo quise rebanar en dos, desapareció.
Al salir de la iglesia levante mi campamento, volteé la cabeza y……
Me desperté en una especie de hospital, pregunté que había pasado y me dijeron que tenía una espada clavada en el cuello. Cuando les pregunte a los médicos quien fue, me dijeron que un hombre encapuchado me había encontrado tirado en el suelo y que luego este hombre desapareció. Nunca más volví a ver a este hombre pero de alguna extraña manera siempre estaba ahí……
Isis - 28 May, 2005 - 05:39 PM
Asunto: Salvación helada
Tras una noche de sosiego y descanso, se encaminó a su próxima misión, encomendada por Malah: rescatar a la joven Anya, prisionera en el Río Helado.
Durante su camino, una larga hilera de cuerpos ya rígidos yacía tras él en el suelo. Aquél hercúleo druida mataba sin piedad a cualquier enemigo que osara amenazarle.

Según avanzaba por el Río Helado, llegaban pensamientos a su cabeza. “Quizá los peligros que allí me esperan acaben con mi vida. Quizá no sea capaz de cumplir mi misión y Anya quede prisionera por muchos siglos”. En aquellos momentos, esos pensamientos podrían resultar un tanto insulsos, pues durante todas sus misiones había combatido con valor y con estrategias que le habían permitido vencer; a pesar de las graves heridas causadas por sus enemigos, siempre había salido victorioso de todas las batallas.

Los pensamientos pasaron por su cerebro como si de una estrella fugaz se tratase, y se desvanecieron al ver a lo lejos otro grupo de enemigos. Eran unas bestias gigantescas, ebúrneas, con puños que podrían arrancarle la cabeza con sólo una caricia.
El druida alzó las manos hacia el cielo con las palmas extendidas, y dejando caer su vista al suelo, invocó a una manada de lobos. Éstos aullaron al unísono antes de lanzarse al ataque.

Las bestias se taparon los oídos con las enormes manos y lanzaron un gutural grito que hizo desquebrajarse el suelo de hielo por algunos puntos. Los lobos corrían hacía ellas saltando y esquivando las rupturas del hielo. El druida corrió tras sus fieles animales y se quedó a una distancia considerable de la lucha. Los lobos mordían las duras pieles de sus enemigos, desgarrando la carne, mientras las bestias se quejaban a modo de graves gritos. Uno de los atacantes dio un golpe a un lobo, que salió por los aires y calló cercano a los pies del druida. Éste se agachó hacía el animal y le acarició el suave pelaje. El lobo, como si aquel gesto le hubiera devuelto las fuerzas, se levantó y corrió de nuevo hacia los enemigos mientras la ira corría por sus venas.

Así acabaron con los enemigos. Tan sólo uno quedaba en pie. El jefe del grupo. Los cinco lobos invocados por aquel poderoso sirviente de la naturaleza, se centraron en la bestia aún con vida. El enemigo no era capaz de defenderse entre tanto mordisco desgarrador en su cuerpo, y el dolor ya era insoportable para él. Se dejó caer al suelo mientras los animales seguían con sus ataques, y los gritos de la bestia se desvanecían paulatinamente hasta que su alma se separó de su cuerpo y la muerte se la llevó al Infierno.

La manada de animales volvió con su dueño, y todos juntos caminaron unos pasos hacia adelante hasta que observaron a lo lejos una estatua de hielo con forma humana. Fueron hasta allí y el intrépido druida advirtió a una hermosa joven con el cuerpo recubierto de escarcha.

- Debe ser Anya –dijo para sí mismo.

Derramó sobre ella una poción descongelante que le había proporcionado Malah, y el hielo desapareció dejando al descubierto el esbelto y bello cuerpo de la muchacha.

- Muchas gracias, valiente caballero. Pocas eran las fuerzas que me restaban para seguir con el halo de vida. Volvamos a la ciudad.

El druida abrió un portal para regresar a la ciudad y los dos entraron por él. Nada más aparecer en la ciudad, Malah corrió hacia Anya y la abrazó.

- ¿Cómo te encuentras?

- Bien, gracias a este caballero, estoy bien. Aunque me encuentro exhausta. Voy a descansar, y él también debería hacerlo. Que le preparen la mejor habitación de la posada y que curen a sus lobos –se giró hacia el druida— Mañana por la mañana recibirás tu recompensa –y se marchó a descansar.

El druida se aposentó en su nueva habitación y cayó rendido al tumbarse en la cama, soñando, quizá, con el día en que el mundo se vea envuelto por la armonía y la paz.
guiurcr - 01 Jun, 2005 - 09:21 AM
Asunto:
ah solo por recordar, pongo mi viejo cuento ^^.
Por cierto saludos a todos, tiempo sin visitarlos...

Remembranzas

Caía una noche mas, tranquila y calurosa en el árido desierto en que se encontraba Lut Golein, las luces de las Lámparas y antorchas se iban encendiendo una a una indicando que pronto, las tinieblas reinarían una vez mas, Chalán sentado en la puerta de la ciudad, observaba el horizonte con nostalgia, los años habían hecho mella de sus antes vigorosas carnes las cuales ya se encontraban arrugadas, su faz serena, denotaban gran sabiduría, pero lo que mas impresionaba de el era su mirada, siempre tranquila, como la mirada de un infante que sabe que todo lo tiene en la seguridad del seno de su madre o como la de aquel que ha fallecido feliz de haber realizado una buena obra de su vida.
-¡Abuelo, es tarde, la Abuela dice que si no te apuras perderás la cena! -Grito una vocecilla a lo lejos-
-Si… tienes razón, estaba pensando y se me fue el tiempo…
Chalán camino por la veredilla que tantas veces había recorrido, volteo a su lado y saludo a Atma que ya también era una Matrona de edad siempre batallando con los borrachos de su negocio, mas adelante saludo al príncipe Alhorn, hijo de Jehryn, “quien pronto estaría al mando de la ciudad”, siempre repetía su padre cuando lo presentaba a los desconocidos.
-Dime querida Amelia, ¿han terminado la cena ya?
-No abuelo, esperamos por ti
-muy bien, vamos.
Entraron en la casa, que se encontraba en un rincón de la ciudad cerca del muelle, desde donde se apreciaba un agradable aroma, despedido por las viandas que la “abuela” Fara acababa de preparar. El ambiente era tranquilo, sereno y las olas rompían suavemente en la playa dejando rastros espumosos a su paso, venían presurosamente dos muchachos, una pareja joven aun, la mujer Amelia; era una otrora Arpía de la orden del ojo ciego, ahora dedicada a su vida matrimonial con el hijo de Chalán y defensor de tiempo completo de la ciudad, Greiz, le había así llamado en honor a su viejo amigo y jefe, de sus tiempos mercenarios que se alejaban cada vez mas de sus recuerdos.
-Ea! Padre te hemos buscado por todos lados, ¿Dónde te metiste?
-no supieron hacerlo de la manera correcta ¿verdad Amelia? Dijo mientras ensayaba un intento de caricia en el rostro de su nieta que sonreía dulcemente.
Tras terminar la cena, la familia se percato de que aun era temprano y que el calor combinado con la humedad había convertido el ambiente en algo bochornoso. No solo ellos la mayoría de las personas habían salido de sus casas en busca de algo que les distrajera por no poder conciliar el sueño.

-¡Ya se! -dijo la pequeña Amelia- ¿porque no nos cuentas del héroe Abuelo?
-Si suegro por favor, aun recuerdo cuando era una niña y siempre escuchaba como un héroe con sus amigos habían librado el monasterio donde crecí, de los demonios, me encanta esa historia.
-jajaja –rió Chalán- esta bien, esta bien, pero me tendrá que ayudar la abuela porque mi memoria no es la misma que antes, además ella también lo conoció bastante bien ¿no es así? –dijo mientras hacia a un lado la pequeña cortina que los separaba de la cocina donde Fara estaba terminando de lavar los trastos de la cena-
-así es, yo misma repare muchos de los objetos que cargaban, a veces no me daba abasto, entre curarlos y reparar sus armas se me iba la vida, a veces me ayudaba Atma, con las curaciones pero aun así era bastante, de hecho recuerdo a una hechicera, que por cierto me disgustaba mucho, por la forma en que miraba al Abuelo, que en aquel entonces apenas empezaba a frecuentarme, se llamaba…
-¡MariaSabina! -Interrumpió Chalán-
-¡pero que bien te acuerdas viejo verde! ¡Ya veras! -todos reían mientras Chalán se acomodaba en su mecedora-

-como no recordar, si fue ella quien me contrato, en esos días, en que yo era un jovenzuelo.

Estaban todos al mando de un caballero muy importante-dijo Chalán evocando sus recuerdos-, había sido el, quien había matado a Andariel, y a la corrupta de Cuervo Sangriento, era un tipo gigantesco como de dos metros se llamaba Granmamon, y pertenecía a una ciudad lejana muy diferente a esta, llamada Harrogat, también venia un tipo extraño, parecía estar enfermo, por su aspecto Blanco y con una cabellera larga y blanca, por ultimo un tipo rubio, cubierto de pieles que tenia como mascotas a tres Lobos y cinco cuervos que estaban todo el tiempo a su lado. Yo acababa de regresar de mi entrenamiento, quería ser paladín, pero había algo que no me llenaba, de dicha profesión, tal vez mi amor por el dinero que tenia en aquellos días o no se que seria.

-jajaja -rieron todos.-

-El caso es que había sitio en la ciudad, Jehrym había prohibido el movimiento en el muelle, las cloacas estaban bloqueadas, y los suministros escaseaban cada vez mas, un grupo de compañeros y yo a las ordenes de mi gran amigo Greiz salíamos todos los días a tratar de defender la ciudad, la mayoría de nosotros sabíamos un poco de magia con lo que nos apoyábamos mutuamente, aun así, perdí a muchos de ellos, amigos de infancia y compañeros de entrenamiento, pero bueno-prosiguió Chalán- la vida no es justa en ocasiones y la muerte lo es menos.

Después de mucho batallar habíamos podido mantener al menos temporalmente a raya a los demonios que acechaban la ciudad, pero también nosotros éramos cada vez menos.
Uno de esos días alcance a ver en el horizonte una caravana, que bordeaba las dunas con rapidez, salimos a su encuentro con desconfianza hasta que vimos el rostro familiar de Warriv a quien recibimos con alegría.
-¿que haz hecho bribón? tanto tiempo sin verte
-tu sabes los problemas que hubo allá en tristan, y lo que vino después no fue mejor, pero saluda a mis invitados ellos salvaron a las arpías que en este momento emprenden la tarea de reconstruir su hogar.

Fue cuando mire por primera vez a los héroes, los cuales venían con rostro lleno de preocupación, además venia un viejo muy sabio con ellos, a quien Drognan, quien era un gran hechicero, saludo de manera franca, como se saludan los amigos.

-Caín, saludos, permíteme que te ofrezca mi casa como alojamiento por esta noche

-De ninguna manera –Se escucho una voz-

Al voltear vi. Al Joven Jehryn, el era el que llevaba las riendas en Lut Golein y su voz exigía obediencia.

-¿Quiénes son extranjeros y que buscan en Lut Golein?

-Mi nombre es Granmamon –rugió el gigante- y ellos son mis compañeros, Maria Sabina, Legión, y Atudamundo, venimos en paz trayéndote saludos de Akara, deseándote salud y un poco de compasión para estos cansados guerreros.

-Los amigos de Akara son mis amigos, permitan que les aloje en mi palacio.

Al siguiente día Greiz nos llamo para informarnos que cada uno de los héroes había pagado una suma muy buena por nuestros servicios por lo que debíamos acompañarlos, esa hechicera me dio esto –decía mientras revolvía un baúl lleno de objetos- Se llama Gaze o al menos eso me dijo, cuantas y cuantas veces me libro de los golpes que me propinaban los enemigos, y esa armadura que ahora usa tu padre se llama Parada de palo, también me la regalo, junto con esa pica que tiene esas rocas mágicas incrustadas.

Nos dirigimos a las afueras de la ciudad -dijo Chalán lleno de emoción-, a librar una única y ultima batalla en contra de las fuerzas de la oscuridad, la batalla fue cruel y sangrienta, el hombre llamado legión atacaba a los demonios con sus títeres, que invocaba de los cadáveres de los muertos, luego el tipo de los lobos los tenia bien adiestrados para atacar, cuando hizo algo que me dejo pasmado, el mismo se convirtió en uno, y atacaba rápidamente con sus garras, yo observaba como poco a poco estos héroes acababan con el enemigo, mi jefa apuntaba su báculo y de el salían bolas de hielo que hacían explotar a los enemigos o bolas de fuego que explotaban al impactar y dañaban en grandes cantidades… pero el que mas me impresiono fue aquella masa de músculos que blandía una gran espada en una mano y un hacha en la otra con el hacha detenía los golpes y con la espada finalizaba de un solo tajo a enemigos del tamaño de casas.

Llegamos por fin a la tumba del Tal Rasha para destruir a Baal, pero este había escapado, nos encontramos con una gigantesca bestia que trataba de matarnos, al menos yo por poco y no la libro, mas que este demonio hacia una técnica similar a la mía, pero mucho mas poderosa y demoníaca, con lo que nos congelaba y nos hacia lentos, al grado de sentir que si nos movíamos rápidamente nuestros miembros se desprenderían del resto del cuerpo, por fin lo acabamos con no poca dificultad, a unos pasos estaba un ser majestuoso que brillaba como el sol, era un Arcángel que debilitado, no podía casi sostenerse en pie, nos agradeció y nos dijo…

-Eh! Muchachos –interrumpió Fara-es muy tarde ya, es mas parece que pronto amanecerá, durmamos un poco, después el abuelo nos contara el resto de la historia y tu jovencita mañana tienes lecciones con el simpático de don Juan el paladín que se quedo aquí y construyo ese bonito templo después de la muerte de los tres. Vamos, sin rezongar… mañana, será otro día…



Bueno eso es todo, ¿contara Chalán el resto de la historia?
Guerrero_Íbero - 09 Jun, 2005 - 11:08 PM
Asunto:
APOLOGÍA PASADA

-¡¡Agh!!... un estrepitoso ruido salió de su garganta cuando salvajemente fue atacado por mi oso. Así acabó el último fetiche por el que fuí perseguido. Tras eso, caminé hacia el final, hacia el umbral que se dislumbraba al fondo, mientras, dirigía mi mano temblorosa a mi carcaj, como si algo muy grave fuera a ocurrir. Conforme me acercaba, el pútrido olor se acrecentaba, y justo cuando mi dolorido pie atravesó el portal; una atronadora carcajada cayó sobre mis hombros como si la misma muerte se escondiera bajo ellos.
Ya en la estancia, me decidí a preparar las flechas, y mientras las untaba del propio veneno generado por mis lianas, mandé a mis fieles cuervos a que exploraran.
Pasado un rato y acabada mi paciencia, en el inquietante silencio observé que de la bandada de cuervos que envié, sólo regresó uno; deshorientado, confuso... como si no hubiera visto nunca nada igual. Al acercarse a mí, cayó desplomado. Entre el eco del desplome empezaron a venir de lejos numerosas y quebrantadas risas que iniciaron el resurgir de unos repugnantes apéndices. Estos se avalanzaban sobre mí, ansiosos de muerte, de mí muerte. En ese momento me ví realemente acorralado, ni todas mis criaturas podían hacer frente a semejante orda de apéndices que surgían repentinamente de las profundidades como si algo les impulsara. Pues acosado por numerosos de ellos, hice valer mi arco, con el que pude abrirme paso hacia lo aún más profundo de la estancia donde realmente no había un mísero atisbo de vida.
En la soledad de la oscuridad comencé las oraciones para que las fuerzas de Gea me ayudaran, y así fue. Allí me encontraba con una manada de lobos, numerosas y escurridizas plantas... y claro, eso sí, con el alma de mi antepasado Gaean que siempre se encontraba ahí.
Habiendo descansado ya tras la pequeña contienda contra los apéndices supurantes, causantes de la muerte de mi oso, abrí los ojos poco a poco, era como si los párpados me pesaran, y en la profundidad de la oscuridad ví como una cara de tonos grises, nublada por la maldad, surgía cada vez más deprisa. Yo no me percataba de la importancia de aquello hasta que de ella apareció un rayo que afortunadamente no impactó en mí, sino que hizo temblar la sala, fue en ese momento cuando me dí cuenta de la importancia de lo que iba a ocurrir, ante mí tenía el propósito de mi misión, el final de mi busca, la muerte en sí, es decir, Baal.
Mi corazón se aceleró, la sangre hervia en mis venas y, estresada, recorría mi cuerpo con una velocidad apabullante. Mis piernas se alzaron poniendome en pie; los brazos, como si tuvieran vida propia, cargaron el arco con tal fuerza que la cuerda se estremeció.
Tras este impulso nervioso, grité; grité con tal fuerza que todos mis compañeros, incluso Gaean, se alzaron en fervor de lucha.
Todos en estampida corríamos hacia Baal; parecía que los cuervos cortaban el aire, los lobos avanzaban encolerizados, las lianas iban haciendo surcos en el suelo desprendiendo un fuerte edor a veneno y el espíritu de Gaean se acrecentaba cada vez más y más. Yo, que corría como alma que lleva el diablo, descargué dos carcajs sobre Baal, pero él permaneció impasible mientras lanzaba cuantiosos hechizos que en nuestra avanzada intentabamos esquivar. Ya cerca de él, mis compañeros se encargaban de hacer su trabajo; mientras que los lobos se lanzaban a destrozarle las extremdiades, los cuervos se hacen cargo de su horrenda cara. Pero aún así, Baal eliminó a todas mis invocaciones, y yo, junto a Gaean, me ví solo, imposibilitado, debido a la ineficacia de mis flechas... el demonio no paraba de arremeter contra nosotros una y otra vez, conjuraba ataques de los tres elementos, y fue en ese momento cuando una iluminada idea vino a mi cabeza; junto a la fuerza de Gaean y la mía podríamos convocar el poder supremo, al hijo de la naturaleza, a Piros, el fuego de los fuegos. Pero el problema era encontrar el tiempo necesario para que Baal no nos atacar y poder convocar semejante poder.
Pues mientras el repugnante demonio se recuperaba de las leves heridas causadas por mis fallecidos compañeros, invoqué mas de cien lianas que se avalanzaron sobre el hermano de Diablo, envolviendolo en una maraña de ramas y raices que nos proporcionaron el tiempo suficiente para conjurar. Pero Baal se deshizo de las lianas demasiado rápido, y el conjuro no surtió efecto, por lo menos eso pensamos hasta que antes de que nuestro enemigo nos alcanzara con su creciente cólera, percibimos un destello en lo alto de la sala, ésta se apagó y el demonio quedó anodadado y confuso en la oscuridad, al igual que nosotros. De repente la estancia aumentó de temperatura de una forma considerable; ese pequeño destello se convirtió en un enorme agujero en el techo, y en la oscuridad empezamos a ver dos puntos rojos, ¡¡eran los ojos de Baal!! que brillaban de una forma descomunal mientras emitía estremecedores alaridos; parecía como si se quemara por dentro. Mientras Baal se retorcía por dentro empezaron a caer gigantescas rocas ardientes atravesando el agujero rojo, muchas de ellas impactaban en el mismo demonio, mientras otras destrozaban los alrededores, por ello, yo y Gaean tuvimos que retirarnos a lo lejos para poder ver el desastroso "espectáculo". Así pues, la estancia quedó destechada, al aire libre, el cielo se mostró oscuro, tiznado con destellos de fuego, al verlo, parecía como si él mismo estuviera disfrutando con el sufrimiento de Baal.
Repentinamente todo paró, la lluvia de meteoros cesó, la temperatura descendió, pero Baal seguía retorciendose en el dolor, con gritos cada vez más agudos y profundos. El fuego de su interior crecía y crecía hasta que en el momento más inesperado explosionó de tal forma que sus fragmentos se esparcieron por todo el mundo, bueno, casi todos, ya que una pequeña parte de su tez cayó sobre la mía dejandome la mitad derecha completamente abrasada.
Así, sin más, el espíritu de mi inseparable maestro Gaean y yo dejamos el lugar intentando olvidar todo lo que había ocurrido...

Eso fue hace ya más de medio siglo, y ahora me encuentro rondando los noventa años, aquí, apacible, escribiendo mis vivencias que parecen tan lejanas a mí...
Pero esas "lejanas" vivencias, no lo son tanto cuando me despierto cada mañana y me miro al espejo, y al ver esa sinuosa cicatriz en mi cansado rostro me digo: "Sí, ése fuí yo".

By: Guerrero_Íbero
Kupuka - 10 Jun, 2005 - 12:23 AM
Asunto:
Ahora les presento mi historia, pero abiso que no estan bien los nombre y que esta es una version personal. Sin mas que decir aqui esta mi cuento.

Cuando ves algo prohibido, tienes dos opciones, o enfrentarlo o morir. La mayoría elige morir antes de aceptar lo visto, pero esta historia trata de un niño que vio y lo enfrento, es la historia de:

EL TERROR DE WIRT



Hace tiempo en un lugar lejano, llamado Tristan, vivieron una madre y su hijo. Maidana y su hijo Wirt eran muy pobres pero en si felices pero Wirt tenia un secreto. Había visto al príncipe Albretch entrar en busca del mismisimo Diablo, incitado por el fallecido arzobispo Lázaro, a través de la catedral. Luego de unos días, todo Tristan supo de la misteriosa desaparición del príncipe Albretch. Wirt estaba nervioso, pues tenia dos opciones: o callarse y condenar al príncipe, o hablar y de seguro, ser asesinado. Pero, en secreto, pensó en otra solución. El dia en que el rey Leoric llego a Tristan, Wirt también había desaparecido en la antigua iglesia donde dio que iría a buscar a alguien. Enseguida el rey supo que se refería a su hijo.

Diez días tardaron en preparar el rescate que luego seria conocido como “El viaje de los muertos”. En ese tiempo, Maidana tenia el corazón roto a causa de la falta de su único hijo e inevitablemente al cabo de unos días murió. Algunas personas pensaron que se suicido con un extraño veneno ya que su hijo era su única razón para vivir.

El dia de la partida, notaron que faltaba una gran cantidad de las armas disponibles... y de que se empezaban a escuchar unos ruidos espantosos en la iglesia que llevaba hasta las catacumbas. Mas que nada faltaban armaduras( la mayoría eran acolchadas) y porras, por lo que no se preocuparon.. Mientras que el ejercito avanzaba hacia las catacumbas, en las profundidades se oía el llanto de un niño.

Wirt tenia miedo, pues sabia que tarde o temprano, su olor a sangre atraería a los demonios y lo matarían, pero todo eso quedo en el olvido cuando escucho una voz espectral que lo llamaba. Era la voz de su madre, que le preguntaba porque se había ido... y por que le rompió el corazón. Estuvo horas pensando el lo que le había dicho su madre, hasta que escucho una pelea. Los demonios no se pelearían entre ellos, asi que lo mas seguro era que fuera algun héroe que estaba allí. Cuando salió vio a tres guerreros que peleaban muy bravamente. Reconoció a uno de ellos, Griswold quien había llegado hace poco. Uno de los otros se llamaba Farham, el valiente, quien parecía no temerle a nada. Y el ultimo era como los ángeles del cielo de las batallas contra el infierno. Se llamaba Arkaine, llamado el inmortal, quien no parecía sufrir en las peleas.

Mientras que los valientes peleaban allí abajo, muchos niveles mas arriba, el ejercito del rey Leoric eran destruidos por un gran demonio que se hacia llamar el Carnicero. Este demonio parecía incontrolable, todos caían bajo el peso de su gran hacha. Leoric resistió ultimo de todos. Se dice que antes de morir en manos del Carnicero, estaba apretando un medallón que pensaba regalarle a su hijo el dia en que él fuera rey.

El Carnicero estaba atravesando los cuerpos de los muertos en unas lazas, cuando una voz lo detuvo diciendo:
-Si yo fuera tu, no aria eso Carnicero.- Era el arzobispo Lázaro, a quien se le creía muerto. Al verlo el Carnicero no lo ataco, sino que lo reverencio.
-Sus ordenes fueron cumplidas, mi señor, nadie del ejercito sobrevivió.- La voz del Carnicero era como la de un muerto... por que el ya estaba muerto. En seguida, Lázaro se acerco al cadáver de Leoric y lo resucito. El terrible resultado fue un esqueleto gigante, con una armadura de mitrilio, y una corona representante de todo su poder. El Rey Negro se levanto e igual que el Carnicero se reverencio ante Lázaro.
-Ya se a realizado todo, mi señor- le dijo Lázaro a una extraña piedra rosa y alargada que llevaba colgada en el cuello.
-Excelente trabajo, Lázaro. Esta seguro que yo mismo te recompensare.-

Los tres valientes seguían peleando con valor contra las interminables legiones de demonios que iban llegando, cuando Wirt vio algo frente a lo que nunca debería haber actuado. Un gran demonio campeón se le acercaba a Farham por las espaldas y nadie lo vio. Wirt debió haber dejado que el demonio matara a Farham, pero Wirt era humano y actuo como tal. Saco una daga y se acerco corriendo a ellos para que no muriesen... y le clavó la daga al demonio. Los tres valientes se dieron vuelta y vieron a un chico con una daga sangrante clavada en la nuca del demonio.
-¡¿Que haces aquí pequeño?!- dijo Griswold, quien mas que contento parecía furioso.
-Les salva la vida, - dijo el demonio que mato Wirt- pero no a todos.
Cuando se dieron vuelta vieron una imagen de pesadilla. Y quisieron nunca haber girado. Allí estaba, con una lanza clavada en el pecho, el cadáver de Arkaine.

Regresaban a Tristan cuando ocurrió algo más. Wirt escucho una extraña conversación y le aviso a Farham. A los pocos minutos, Farham estaba loco, atrapado en la conversación demoníaca. Allí estaban El Carnicero con su inseparable hacha, El Rey Negro y su Corona de los Años, Lázaro con su extraño collar... y el príncipe Albretch atado a una cama de sacrificios, la piedra de Lázaro brillaba cuando la partió e inserto la mitad en la frente del príncipe.

Entonces, murió Albretch y renació Diablo, y el demonio mayor le dijo a Lázaro:
-As servido bien Lázaro, y tu recompensa es esta. - dijo apoyando sus manos sobre la cabeza de Lázaro- Dolor y sufrimiento eterno, sumisión y obediencia sin reparos y poder, gran poder. Jajajajajaja!


Mientras volvía Griswold cargando a Arlequín y a Farham, Wirt perdió su pierna. Nadie sabe como paso, pero él dice que vio a su madre con una lanza antes de cortarle la pierna... y reconoció la lanza, pues era la misma del demonio que él había matado.











e esta es una version personal. Sin mas que decir aqui esta mi cuento
Mefisto_Alucard - 11 Jun, 2005 - 03:07 AM
Asunto:
UNA VEZ SEPARADOS LOS BARBAROS DE LOS DRUIDAS LOS DRUIDAS SE MARCHARON A TIERRAS LEJANS DEL MONTE ARREAT, TIERRA DONDE SOLO ABUNDABA LA NATURALEZA Y SUS CRIATURAS, LOS DRUIDAS FUERON ADAPTANDOSE A SU NUEVO ENTORNO LLENO DE SABIDURIA Y DE CREENCIAS. TRAS EL PASO DE LOS AÑOS FUERON APRENDIENDO EL ARTE DEL DOMINIO DE LOS ANIMALES Y EL CONTROL DE LA NATURALES OTORGADO POR ESTA MISMA.
UN DIA ENTRE ENTRENAMIENTOS SE HIZO UNA DISPUTA ENTRE QUE CAMINO SEGUIR SI EL CAMINO DEL AGIL HOMBRE LOBO, O DEL PODEROSO HOMBRE OSO, AL NO LLEGAR A UNA CONCLUSION DECIDIERON FORMARSE DOS CLANES, EL DE LOS HOMBRES LOBOS Y DE LOS HOMBRES OSOS, CADA UNO ENTRENANDOSE EN CIERTAS HABILIDADES CORRESPONDIENTES DE SI MISMA, EN EL CLAN DE LOS HOMBRES LOBOS HUBO UN DICIPULO LLAMADO JAXPYCER EL CUAL DOMINA MEJOR QUE NADIE EL ARTE DE LAS GARRAS DE FUEGO PUESTO QUE TENIA UN AFAN POR VER ARDER A SUS ENEMIGOS.
EN UNA NOCHE OSCURA MIENTRAS TODOS DESCANSABAN EN SUS CABAÑAS UNO DE LOS HOMBRES OSOS LLEGO A LA ALDEA DE LOS HOMBRES LOBOS, DESANGRADO POR HERIDAS HECHAS SOLO POR CIERTOS DEMONIOS MEJORES CONOCIDOS COMO VAPULEADORES, LES PIDIO SU AYUDA YA QUE SU ALDEA HABIA SIDO DESTROZADA Y EL Y OTROS ESPARCIDOS EN LA SELVA ERAN LOS UNICOS SOBREVIVIENTES DE LA AMASACRE.
ACCEDIENDO A SU PETICION DE AYUDAR A SUS HERMANOS SALIERON EN BUSQUEDA DE LOS SOBREVIVIENTES Y DE PASO ELIMINAR A LOS DEMONIOS.
JAXPAYCER AL ESCUCHAR LA NOTICIA SALIO SOLO CORRIENDO ENTRE LA ESPEZURA DE LA SELVA ENFURECIDO POR LA NOTICIA HASTA TOPARSE CON UN GRUPO DE DEMONIOS EL ENFURECIDO SIN PENSARLO DOS VECES SE TRANSFORMO Y EMPEZO A ATACAR CON UNA GRAN RAPIA CUANDO VIO QUE AL ATACAR A UNO LOS DEMAS SE EMPEZARON A CORROER SE SORPRENDIO YA QUE NO ENTENDIA POR QUE PASABA ESO Y SE ACORDO DE LAS PALABRAS DE SU MAESTRO "NUNCA ATAQUES CON UNA GRAN RABIA EN TU INTERIO YA QUE ESTA PODRIA ACAAR CON LOS SERES MAS CERCANOS SIENDO ASI HASTA A TUS AMIGOS" , EN ESE MOMENTO COMPRENDIOS LO QUE PASASBA PERO COMO SE ACORDO QUE VENIA SOLO NO LE IMPORTO Y A TODOS LOS ENVENO Y VENCIO.
CALAMDO ENTONCES SIGUIO CORRIENDO POR EL BOSQUE HASTA QUE ENCONTRO A UNO DE SUS HERMANOS SIENDO ATACADO POR LOS VAPULEADORES, PENSABA ATACARLOS DE LA MISMA MANERA QUE LOS ANTERIORES PERO SE DETUVO YA QUE RECORDO LO QUE PASARIA, Y DECIDIO ATACAR CON SU MEJOR ATAQUE HACIENDO ARDER EN LLAMAS A LOS DEMONIOS, PERO CUANDO LOS DERROTO ERA DEMASIADO TARDE AL QUE DESEABA RESCATAR YA ESTABA MUERTO, Y CAYO BAJO LA DESESPERACION DE VER MORIR A UNOS DE SUS HERMANOS, ENTONCES ESCUCHA UNA RISA ABRUMADOR DETRAS DE EL ENTONCES CUANDO VOLTEA NO ERA MAS NI MENOS QUE EL MISMO BAAL SOLO MIRANDOLO FIJAMENTE Y RIENDOSE DE SU DOLOR EL ENFURECIDO SE LANZA CON SUS GARRAS DE FUEGO PERO CUANDO SE DA CUENTA EL HABIA APARECIDO DETRAS DE EL DICIENDOLE BAAL QUE EL SOLO NO IVA A PODER CONTRA EL QUE NO ERA DE SU NIVEL QUE SE OLVIDARA DE TODOS YA QUE TODOS ESTABAN PERDIDOS QUE NADIE IVA A SOBREVIVIR DE ESA MASACRE, PERO EL NO SE RINDIO SIGUIO ATACANDO HASTA EL CANSANCIO, CUANDO BAAL ESTABA APUNTO DE ACABARLO APARECE UNA SIRUETA ERA UN HOMBRE OSO EL CUAL LANZO UNA ONDA QUE ESTREMECIO A LA TIERRA HACIENDO QUE BAAL UYERA DEL LUGA SIN ANTES ADVERTIRLES QUE AUN NO LO HABIAN VENCIDO SOLO QUE NO QUERIA PERDER EL TIEMPO YA QUE TENIA UNA CITA MUY IMPORTANTE EN EL MONTE ARREAT.
LoDpro - 12 Jun, 2005 - 01:56 AM
Asunto:
havia una ves un arcángel llamado Lord David el era un valiente que quería luchar contra las fuerzas del mal pero no tenia a nadie para que lo entrene y tampoco savia como usar la espada. Hasta que un día cuando tenia 18 años se fue del cielo hacia la tierra, se puso una capa de color marrón para disimular que era un hombre. Levaba su espada envainada en su cinto ocultada bajo su capa.
Y fue preguntando de pueblo en pueblo si había alguien que enseñara como utilizar la espada como un paladín, después de largo tiempo de espera encontró a alguien que le enseñara. El hombre se llamaba .... el arcángel estaba muy entusiasmado para aprender como utilizar la espada. Dentro de un año ya era todo un gladiador y volvió al cielo para hacer la promesa que iba a matar al demonio llamado Diablo.
Después de despedirse de todos sus amigos se marchaba pero uno de ellos lo detuvo, y le dijo que no lo dejaba ir solo que lo iban a acompañar los mejores guerreros de la tierra que también años atrás se comprometieron y esperaban la respuesta de un arcángel.
Los 5 gladiadores fueron con el. Caminaron durante días y días, hasta que llegaron al faraón del desierto, tenían que abrir la puerta traduciendo unas palabras en latín era 3 gladiador era de roma entonces traducio las palabras. De re pronto la tierra empezó a moverse como un terremoto y se abrió una especie de cueva que era la entrada del infierno.
Allí adentro así mucho calor, al final del el largo pasillo se veía al diablo los 5 gladiadores y el arcángel fueron corriendo hacia el pero no estaba solo estaban unas bestias del infierno con el por que diablo sabia que lo querían matar los 6 guerreros. Llamo a sus fieles amigos a que lo mataran a todos los 5 gladiadores y el arcángel fueron a matarlos y lo coincidieron pero unos de ellos murió por que una bestia le clavo la espada. Pero los que quedaban se dieron cuanta que no se podían quedare atrás y por eso siguieron.
En esa cueva pasaron días matando a los demonios luchadores del diablo hasta que mataron a todos, y solo quedaba el solo diablo y los 5 fueron juntos contra el pero no se imaginaban que diablo lo que tenia en su poder. Lo que quería diablo era enfrentarse cara a cara contra el arcángel, entonces fue a matar a los guerreros que venían con el los mato uno por uno y solo quedo el arcángel solo.
Y la batalla empezó. El arcángel le fue a paliar le pegaba con todas sus fuerzas pero no lo mataba por que diablo es muy fuerte. Diablo también le pegaba y el arcángel se resistía los golpes así tuvieron un largo tiempo. Hasta que el arcángel no podía paliar mas las fuerzas le faltaban y diablo se dio cuenta entonces le pego con toda su fuerza y dejo tirado en el piso a al arcángel ya sin fuerza y muy débil pero se pudo levantar gracias a sus alas. Se puso en firme para seguir paliando pero no se odia mantener solo con sus pies solo las alas lo podía mantener lo único que podía hacer era mirar de en ves en cuando a su enemigo.
Hasta que se dijo ¨ basta no me dejare dañar mas es hora de que mueras diablo ¨ y se levantó sin la ayuda de sus alas, agarro su espada la clavo en el piso y se arrodillo puso sus manos sobre el mango y le dijo a su enemigo ¨ es hora que caigas en mi depresión ¨ y diablo se quedo pensando que le habría querido decir, el arcángel con todas sus fuerzas se lavando agarro su espado y la lanzo, la espada giraba en el aire y se la clavo en el medio de su pecho y diablo se iba muriendo minuto a minuto por la herida de la espada y antes de morir con todas sus fuerzas se acerca al arcángel y le dice ¨ pero yo solo no moriré en esta batalla tu también vas a morir ¨ y diablo le pega y lo mata. Lord David estaba feliz por que había cumplido su promesa con todos los dios del cielo y le paresia bien que el muera en la batalla.
danny_xao - 12 Jun, 2005 - 05:40 PM
Asunto:
EL MERCENARIO DE LAS ESTEPAS



Tras un largo dia recorriendo las estepas de Harrogat, se acerca la noche fria.

- Mi lord, veo un pueblo entre la espesa nieve.
- Es Harrogat pequeño aprendiz, dijo Xaos
- Mi lord, no queda ni siquiera agua, y quien sabe si sugriremos un repentino ataque.

La tormenta de nieve estaba encima, cuando un estruendo de espadas entrecruzadas resonaba, perdido en la niebla.

Xaos y el aprendiz abanzarón hacia el extraño sonido,cuando un extraño monstruo de las estepas les sorprendio. El aprendiz fue herido en una pierna, y salvado de la propia muerte por un guerrero solitario, que se hacia llamar Karnaros.
Finalizado el incidente, Karnaros dijo:

- ¿Quien osa adentrarse en las estepas sin un experimentado guia ?
- Siento lo ocurrido Karnaros, soy Xaos y este es mi aprendiz.
- Abandonad cuanto antes las estepas, dijo Karnaros en voz alta
- No conseguiremos atravesar las estepas sin tu ayuda.
- Lo siento Xaos, he de encontrar un objeto, y no parare hasta conseguirlo
- ¿ Un objeto ?
- No tengo tiempo, la noche se acerca, y las estepas se plagan de inmundicias.

El extraño guerrero desaparecio, mientras corria hacia una cueva.

- Aprendiz, no podemos permanecer aqui durante mucho tiempo.
- Mi Lord no tengo fuerzas para continuar.
- Nunca llegaras a ser un guerrero como tu padre, dijo Xaos mientras daba media vuelta.

El aprendiz se levanto herido, y junto a su maestro partieron hacia Harrogat.

- !!! ABRAN LAS PUERTAS !!!

Las puertas de Harrogat se abrierón en la noche, para recivir a los exploradores.

- Sean bienvenidos a este humilde pueblo,dijo Malah, he escuchado hablar de vosotros, fieles aventureros
- Solo buscamos una cama y agua para pasar la noche
- No importa, pasareis en este pueblo la noche

A la mañana siguiente,un guerrero entraba en Harrogat.

- !!! ES KARNAROS !!!

El guerrero moribundo,se acerco al guardian de la pueta, y le entrego un Amuleto en sus manos, el guardian sorprendido, levanto la cabeza del mercenario y observo que estaba muerto.

-!!! NOOOOOO !!!, grito entre llantos el guardian

Una pequeña niña se acerco al cuerpo ya muerto y le cogio su mano con sosiego, la niña, hija de Karnaros, corrio hacia la casa y se escondio asustada por los escalofrios de la propia muerte.


20 AÑOS MÁS TARDE

La hija de Karnaros, se convirtio en una vil guerrera, conocida por el seudonimo de: Brizna de luz , por el hacha que esta portaba con su mismo nombre.
Brizna de luz informada por los viejos habitantes de Harrogat, fue informada de la incosciente muete de su padre cuando ella tenia tan solo cuatro años.
Los sabios del pueblo hablaron sobre el extraño objeto, que desperto el interes del mercenario de las estepas,Karnaros.Conocido el paradero del objeto, forjado en el lejano desierto en la cueva de la garra viperina.
Brizna de luz partio hacia el oscuro desierto con el proposito de vengar la muerte de su padre.
Encomendada por los propios Dioses, y guiada por el instinto guerrero,Brizna se cruzo con un viejo hombre, este cubria su rostro con la capucha de su capa, la cual le hacia solo ver sus ojos.

- Perdone
- ¿Si?

Brizna de luz asombrada por el rostro desfigurado del hombre continuo la conversación temblorosa y aterrada por el aura que desprendia el hombre de la capa, una situación tan oscura, que le recordo la muerte de su padre, cuando la muerte paso por delante de sus ojos.

- ¿ Donde puedo encontrar el templo de la garra víperina ?
- Que busca en ese templo, una guerrera tan joven

Brizna de luz, mostro el Amuleto, y el hombre sorprendido dijo:

- Lo siento no puedo ayudarte
- No he recorrido todo este camino, para volverme sin encontrar mi respuesta. Mire mi padre murio por este objeto, el cual fue entregado en mi pueblo, Harrogat.
- Soy Xaos, conoci a tu padre, y conozco tu historia, pero te aconsejo que no entres en esa cueva
- Ire aunque me lo impida

Xaos comenzo a reirse

-Eres tan cabezota como tu propio padre-
-¿Eso significa que me guiaras en mi misión?
- Que asi sea

Juntos partieron hacia la cueva desertica.

- Es aqui
- ¿No entraras?
- No tengo muy buenos recuerdos, en esta cueva perdi a un compañero de viajes y un buen aprendiz.
- Lo siento
- No importa
- Espero encontrar la provinencia del amuleto de mi padre, dijo con una voz esperanzadora Brizna de luz
- Estoy seguro de que sera así

Brizna de luz, dio el primer paso y entro en el frio templo a traves de sus escaleras, dejando atras el arido desierto.

- ¿ Hola ?, retumbaba la voz de Brizna en el eco de la extensa cueva, que de momento parecia tan solidaria.

Brizna de luz, encendio su antorcha,sorprendiendose de los cadaveres y esqueletos que yacian en el oscuro templo de la garra víperina.
Tras descender otro piso,sus nervios aumentaban,y sus manos temblaban tanto que le hicieron perder la antorcha, dejandola rodar hacia una camara, que desprendia un fuerte olor a sangre.
La guerrera preparo sus hachas silenciosamente, cuando algo toco su pie derecho,miro haci el suelo, y como si de un criadero se tratase, estaba rodeada de monstruosas serpientes, las serpientes se alzaron del frio suelo, al notar el calor que la guerrera desprendia.


CONTINUARA
EverWin - 12 Jun, 2005 - 09:26 PM
Asunto:
Me han dicho que no se puede poner 2 cuentos asi que en ese caso puntuad el segundo cuento en lugar de este, y si no gana pues puntuad este XD es coña... puntuad el segundo Smile thanks...





EL ILUSIONISTA

Mi nombre es...... Bueno, que mas da quien sea, solo soy un hombre como otro cualquiera, sin embargo, poseo un don que pocas personas entienden, y solo algunos llegan a dominar. Veréis, hace ya muchos años, en la tierra donde yo nací, tenían por costumbre entrenar a los jóvenes según sus habilidades. Los que mayor fuerza física poseían eran entrenados para el uso de las armas y el combate cuerpo a cuerpo, el cual yo tanto aborrezco, enseñándoles disciplina y obediencia. A los nacidos de familias nobles se les enseñaba todo lo referente a la política y la burocracia para que más tarde ocupasen esos cargos que siempre han estado rodeados de corrupción y traición. Pero había veces, muy pocas, que nacían niños con dones especiales, cuyos padres confusos los entregaban a tutores especiales, para que les enseñaran a desarrollar esos poderes. Me estoy refiriendo por supuesto a los Magos y hechiceros. Aunque no todos nacían con los mismos dones, todos poseían alguna habilidad que con el tiempo, lograban perfeccionar y dominar. En mi caso, yo era uno de estos niños, pero no creáis que yo me iba a dejar engañar como el resto. No, yo no necesitaba que nadie me diera ordenes ni tampoco necesitaba luchar por mi rey, para acabar muerto o mutilado en esas cruentas y absurdas batallas entre el "bien" y el "mal". Lo que yo hice fue dejar que me instruyeran para desarrollar al máximo mi habilidad, y más tarde continuar por mi cuenta. Enseguida vi que gracias a mi don, podía hacer que las personas hicieran lo que yo quería, podía entrar en sus mentes y controlarlos a voluntad. Al principio me vino muy bien con aquellas hermosas jóvenes a quienes todos considerarían fuera de mi alcance. En segundos lograba seducirlas y llevarlas a lugares escondidos, donde acataban todas mis ordenes, incluso las mas retorcidas. Si, aquello era divertido sin duda, pero comprendí que podía sacarle mas beneficio a mi habilidad, a cuyos portadores se les llamaba "Ilusionistas". Una noche me desperté temprano, me dirigí a la entonces conocida como escuela de magia y entre en la biblioteca. Esto me fue fácil ya que a pesar de los guardias que protegían el lugar de incursores, no podían hacerme ningún daño pues para ellos yo era invisible, incluso aunque les hubiera rozado la cara con mis manos ni se hubieran percatado de mi presencia, ya que sus débiles mentes no podían resistir la mía. Una vez en la biblioteca busque entre los libros más antiguos y encontré lo que estaba buscando. Las paginas del libro estaban manchadas de sangre y en cuanto lo abrí, note como un aura maligna envolvía la habitación. Era el famoso libro de nigromancia escrito por alguno de los considerados como invocadores de la muerte, a quien cientos o incluso miles de años antes se le había matado y arrebatado el libro para estudiarlo. Pero allí estaba, olvidado entre tantos otros libros como un ejemplo de la ironía de los hombres. Rápidamente fui al cementerio y una vez allí me dirigí a la tumba de un joven guerrero que había muerto tan solo unas horas antes en alguna batalla que había contra los otros reinos vecinos. Su cadáver estaba expuesto para que los familiares pudieran darle un ultimo adiós. Entonces abrí de nuevo el libro y comencé a recitar las palabras allí escritas. Me costaba entenderlas porque estaban escritas en un idioma ya muy antiguo. De pronto el cadáver comenzó a moverse. Si, lo había logrado, tenia ya mi propio esclavo. Tan solo el primero de miles que iba a invocar. Pero algo ocurrió, a aquel monstruo mi mente no le surtía efecto. Me di cuenta que no podía controlarle, asustado intente correr pero nada pudo evitar que pusiera sus manos en mi cuello. Sentí el frío tacto de su piel que ya había comenzado a marchitarse, y mientras gritaba pidiendo auxilio inútilmente, puede ver su rostro, aquella espeluznante mirada carente de compasión y lastima hacia mí.
pepe33 - 13 Jun, 2005 - 02:35 AM
Asunto:
Poder ilimitado

La batalla definitiva estaba próxima. Tras tantos meses de persecución, mi búsqueda tocaba a su fin. Yo no había elegido encontrarme en aquella situación, pero los acontecimientos se tornaron de ese modo y no pude hacer nada para evitarlo.

Logré huir de Tristam, pero jamás conseguí olvidar los horrores que allí presencié. Todos mis compañeros cayeron en la posada. No tuvieron la más mínima oportunidad de huir, no pudieron hacer frente a las huestes de demonios que arrasaron la ciudad en cuestión de minutos.

Nos reunimos en Tristam para enfrentarnos al Señor del Terror como tantos otros aguerridos guerreros, pero al llegar allí nos dieron la noticia: Diablo había sido derrotado.

Al recibir la buena nueva nos unimos al festejo en honor al verdugo de nuestro mayor enemigo. Todos éramos conscientes de que aquel valeroso héroe que había vencido al mismísimo Diablo se comportaba de un modo un tanto extraño, pero achacamos su comportamiento a todo el sufrimiento y dolor que había presenciado durante su cruzada contra el mal.

Ninguno podíamos imaginar que el poder de Diablo había perdurado incluso tras su muerte, ni que el portador de su maldad, no era otro que el hombre que había logrado derrotarle.

Súbitamente, aquel héroe de rostro atormentado empezó a temblar. Antes de que pudiéramos reaccionar, la posada estaba ardiendo y los demonios nos habían acorralado. Afortunadamente, pude huir por una ventana, pero nada más hacerlo, vi cómo se desplomaba una viga que bloqueó el paso a mis camaradas. Ellos no tuvieron tanta suerte como yo.

Mientras corría en busca de ayuda oí los desgarradores gritos de auxilio de mis amigos al ser despedazados por los voraces demonios. Aún no he logrado perdonarme por aquello. Sé que no podía hacer mucho, pero petrificada por el miedo, ni siquiera intenté salvar a mis compañeros, me limité a observar la escena sollozando, escondida entre las sombras.

Cuando por fin me repuse, juré vengar a quienes en tantas ocasiones habían luchado a mi lado. Me hice una solemne promesa. No descansaría hasta acabar con Diablo de una vez por todas. Tan sólo así podría perdonarme a mí misma y las torturadas almas de mis compañeros podrían finalmente descansar en paz.

Durante mucho tiempo perseguí a aquel portador de destrucción. No fueron pocas las ocasiones en que creí que la cordura iba a abandonarme. Dudé de mis posibilidades de éxito una y otra vez, pero finalmente, mi tesón dio sus frutos. Había encontrado la guarida de Diablo. Tuve que descender a lo más profundo del infierno para encontrarla, pero tras aquel largo viaje, mi objetivo se alzaba finalmente ante mí.

El santuario del caos se erguía amenazante frente a mí, pero con gran determinación avancé sin dudar un solo momento. Los siervos del Señor del Terror, cargaban sin descanso, pero, oleada tras oleada, los derroté haciendo uso de todo mi poder. Convoqué la fuerza de los elementos y estos respondieron a la llamada. Fuego, hielo y rayo fueron mis aliados en aquella cruenta batalla.

Exhausta tras vencer a centenares de enemigos, comprobé que estaba sola en aquel lúgubre santuario. Diablo parecía no estar allí. Aproveché la calma para descansar e intentar curar algunas de mis heridas. Cuando creí encontrarme en condiciones de continuar luchando, exploré aquella guarida infernal a fondo hasta que descubrí unos extraños sellos en los que había unos símbolos rúnicos cuyo significado desconocía.

Comprobé que parecían responder al tacto emitiendo una tenue luz rojiza. Uno a uno, activé los cinco sellos que encontré, pero, al activar el último, algo inesperado ocurrió. El suelo empezó a temblar y una ronca y poderosa voz susurró unas terroríficas palabras: “Ni siquiera la muerte puede librarte de mí…”

Mi venganza estaba próxima. Diablo había respondido a mi llamada y se disponía a liquidarme como había hecho con tantos otros mortales que osaron enfrentarse a él.

Por suerte, me subestimó. Sin duda, nunca creyó que un mortal pudiera volverse tan poderoso cómo él. Pero todos esos meses de lucha me habían fortalecido hasta un nivel del que ni yo misma era consciente. La lucha fue larga y dura. En numerosas ocasiones estuve a punto de desfallecer, pero sabía que el futuro de la humanidad dependía de mí. No podía rendirme.

Diablo pudo haberme vencido, pero su vanidad fue su perdición. Cuando vio que había logrado herirme de gravedad dio el combate por terminado y antes de matarme, quiso hacerme ver que ningún mortal lograría jamás acabar con él mostrándome su enorme poder. Un gran error. Tuve tiempo suficiente para reunir toda la energía que me quedaba antes de que me diera el golpe de gracia.

Se acercó a mí para terminar aquella encarnizada lucha, pero lo que ocurrió a continuación fue algo totalmente inesperado para ambos. En un último esfuerzo por vencer, utilicé esa energía que había logrado reunir para protegerme de mi enemigo.

Me encontraba cara a cara con el Señor del Terror. Su poderoso brazo se acercó hacía mi a gran velocidad, y en ese momento, un estallido de ira se apoderó de mí. Grité invocando la poca fuerza que aún tenía y, repentinamente, un poder que ni yo misma conocía me invadió. Sentí como algo penetraba en mi cuerpo. Una corriente de energía incontrolable, más poderosa de lo que jamás hubiera podido imaginar, me poseyó.

El golpe de Diablo no surtió ningún efecto. Su brazo quedo paralizado al tocarme. Sin moverme siquiera, vencí a mi adversario en cuestión de segundos. Con un sólo mover un brazo, la poderosa magia arcana que me controlaba lanzó a mi oponente contra la pared. Concentré una enorme bola de energía y la arrojé contra Diablo, que aturdido por el golpe anterior intentaba incorporarse. La bola atravesó su pecho y explotó junto a su ennegrecido corazón.

El Señor del Terror estaba muerto.

Observé como su cuerpo se desvanecía y acto seguido, perdí el conocimiento. No se cuanto tiempo pasó hasta que finalmente desperté, pero cuando lo hice, sentí que algo había cambiado en mí. Ya no era aquella hechicera que logró huir de la posada unos meses antes por pura casualidad. Ahora era un ser completamente distinto, mucho más poderoso, más poderoso de lo que cualquier otro ser humano había sido jamás.

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He cumplido mi propósito inicial, pero tras haber vencido a Diablo y Mephisto siento que mi misión no ha finalizado. Si realmente quiero librar al mundo del mal, debo detener a su hermano. Bhaal, tu fin está próximo…
azryel - 13 Jun, 2005 - 04:50 PM
Asunto:
ARCO DESGARRADOR

Hace ya mucho tiempo fui de paso por unas tierras abandonadas con unos camaradas.Teniamos provisiones de sobra y no nos importaba cuanto andar.Siempre seguimos el consejo que nos dieron al salir de nuestro poblado, no separarnos del camino y nos fue bien, hasta que una noche, entre las sombras, aparecieron decenas y decenas de monstruos grandes, pequeños, ... fue horrible.Salimos corriendo para poner nuestras vidas a salvo, pero fue inutil.Yo, que estuve mas atenta que mis compañeros, aproveche un descuido para esconderme entre unas rocas, ví como todos los monstruos pasaron delante mio, y quise ayudar a mis amigos, pero estaba paralizada del miedo.Cuando todo paso preferi dormir esperando despertar en algun momento.Tuve extraños sueños, poderosos monstruosluchando contra un chica, una mujer araña sentada en su trono,...aterrador.Cuando abri los ojos, yo no estaba entre las piedras, sino al lado de un gran fuego que me calentaba, una mujer con un arco me conto que los monstruos volvieron por mi al acabar con la vida de mis amigos pero que acabo con ellos de camino y me llevo al poblado.
Le suplique que me enseñara a luchar y asi vengar a mis compañeros, solo me movia mi sed de venganza, cuando me informo que todas esas tropas se movian por una jefa, Andariel, yo fingi que sabia de lo que me hablaba, cuando me instruyo en el uso del arco.
Al cabo de pocos meses, gracias y mi dedicacion, ya supere a mi maestray esta me dio permiso para encaminarme hacia el monasterio.
Fue un camino duro, tuve que derrotar a centenares de enemigos hasta llegar al monasterio,y nada mas llegar alli, y tocar la puerta vinieron a mi cabeza las voces de mi maestra, -Ten mucho cuidado, esto no es ningun juego., avance con mucho cuidado cuando una traicionera arpia que vestia ropas negras me ataco por la espalda y cai inconciente despues de soltar un desternillante grito.
Al abrir los ojos, me vi rodeada de monstruos bastante bien armados e instruidos en la lucha, en ese momento pense que era mi fin, pero vi mi arco y mis flechas a mi lado, aunque cuando las fui a coger con poco disimulo los monstruos se avalanzaron sobre mi para arrebatarme la vida.Yo cerre los ojosy como no note ningun dolor los abri con miedo, estaba ahi, mi maestra habia acabado con todo el grupo de monstruos, me desato yo cogi mis armas, y al girarnos para segir nuestro camino un aruqero esqueleto la atraveso con una de sus flechas, lo derrote sin dificultad y enterre a mi maestra.
Con mi sed de venganza aumentada y lagrimas en los ojos, sali corriendo hacia las catacumbas, las explore hasta encontrar todas las escaleras que llevaban cada vez a un nivel inferior, hasta que llegue al cuarto, nada mas bajar, abri un puerta acabe con todos los enemigos que habia y avance hasta la sala donde se encontraba Andariel.Mate a todos sus guardianes mientras ella seguia tranquilamente sentada en su trono, viendo como caian uno a uno.Me gire con una mirada llena de ira, ella se levanto, empezams la lucha, parecia que no iba a acabar nunca, tras recibir varios golpes cai apollandome en una rodilla, ella sonrio, retrocedio, y quito una especie de telón, increiblemente estaban colgados en mastiles los cuerpos de mis amigos, ardiendo, en ese momento perdi el control de mis actos, me levante como si no tuviera ningun rasguño y empece a dispararle flechas sin notar cansancio alguno, callo al suelo apollandose en una rodilla, decidi dejarla con vida, me gire para salir de ese espantoso lugar y a lo lejos, vi el cuerpo de mi maestra atravesado por una lanza que la sostenia colgando en la pared, cogi mi ultima flecha, me gire hacia Andariel que sonreia mientras se levantaba.Apuente a su pecho, y mi flecha la atraveso, y mientras me desplomaba por falta de fuerzas vi como su cuerpo desaparecia mientras ella gritaba.

Volvi al poblado en el que fui instruida y me quede alli para proteger a todos los que aun vivian.Sabia que no era la misma, y que sabria que hacer en cualquier momento.
solidaria - 13 Jun, 2005 - 11:10 PM
Asunto:
La guerra del infierno


Todas las guerras tienen un principio pero esta ya empezo desde tiempos inmemorables nadie sabe el porque de esta guerra pero el diario de unos de los guerreros nos desvelara lo que sufrio para poder sobrevivir aquí empieza este relato:

1º DIA: EL COMIENZO DE LA LUCHA
Hola soy tyrael me encamino hacia la batalla en campos de pandemium semos un pelotón de unos 10 angeles todos estamos preparado para la lucha contra los tres demonios mayores me temo q mucho de nosotros no llegaremos vivo al cielo ya que la moral de los angeles no es muy buena hemos llegado a pandemium es mi primera vez q pongo el pie en estas tierras con mi armadura azul oscura mi gran capa y mi fiel espada nos fuimos al campo de batalla.

2º DIA: DEMONIOS MENORES
Las luchas constantes de demonios lleno de odio no saciaban mis ansias de sangre unos de los demonios se acerco a mi e un intento de matarme, izual lanzo si gigantesca espada cortando el viento y a todo lo q se le ponia por delante yo era joven entonces y el me comento q los demonios tienen un capitan, pense q deberia tener mas cuidado ya prevenido de los capitanes fui a la batalla sin demora matando mi armadura ya no era azul era negra ya que la sangre de los demonios me salpicaba mi espada estaba lista para seguir matando tenia ansias de sangre

3º DIA: ENFRENTAMIENTO CON LOS HERMANOS DEL INFIERNO
Tras ir demoliendo hordas y hordas de demonios llegamos a la forja del infierno alli nos esperaban los tres demonios mayores mefisto diablo y baal alli estaban los tres esperandonos para iniciar la batalla decisiva los demonios menores nos rodearon asiendo un circulo gigantesco mientras los angeles luchaban con los 3 hermanos mi espada se blandia de un lado para otro mientras mefisto la esquivaba conseguí dañarle el antrebrazo de un golpe que me dio me lanzo hacia el suelo, hacia mi se emcamino mientras diablo lanzo su letal llamarada de fuego y mefisto se doblaba para crear confusion yo ya estaba acabado veia a mefisto venir hacia mi con su maño sangrienta pero derrepente se interpuso izual quien fue el q me salvo la vida por segunda vez.

4º DIA: EL AMANECER DE NUESTRA DERROTA
Ya quedamos pocos angeles a izual lo capturaron los tres hermanos tras ver corrompido su alma lo convirtieron en uno de sus lacayos superiores.
Los angeles fueron de nuevo a la batalla y fueron a por los 3 hermanos con sus ultimo suspiro tyrael desembaino su espada q nuevamente forjo con las espadas de los angeles caido y forjo ilimitada espada de angeles se encaminaron tyrael , grabiel, y hadriel los angeles cuyo apodo le dieron de tyrael el limitless ,grabiel el alado y hadriel el guardian .
Los tres destruyendo a los demonios menores iban sin dejar ni un alma viva sin piedad ,izual se nos acerco atacandonos con su gigantesca espada que devastava a los propios demonios que se le interponia tyrael con su espada fue hacia el y con rabia y al mismo tiempo dolor ataco las vibraciones q provocaban las espadas hacian q los deminos huyeran atemorizados tyrael en su ultimo suspiro ataco desde abajo e izual q no pudo parar el ataque salio despedido a las tierras altas, de nuevo los angeles se encaminaron y a los hermanos vieron la batalla empezo tyrael due con odio hacia mefisto grabiel fue hacia baal y hadriel contra diablo los ataques de los hermanos no cesaban tyrael atacaba una y otra vez mefisto volvio a agarrar su espada pero esta vez fue distinto cortandole los dedos ensangrenatados mefisto grito “arrrrh tyrael moriras “ mientras grabiel volando consiguió acorralar a baal ya solo quedaba diablo y hadriel estaba en sus ultimas ensangrentado alzo la vista hacia diablo y le dijo “señor del caos yo sere quien te custodie para q no puedas escapar” diablo se puso a reir y dijo “ solo un humano puede vencernos por eso no os tememos jajajaja” hadriel con una serie de sablazo continuos consiguió acorralar a diablo ya estaban los hermanos juntos que murmuraban algo con un estruendo el infierno se iba cayendo todo los hermanos se reian ya q el infierno lo iban a destruir los angeles con su ultimo suspiro alzaron todo su poder a la espada de tyrael y lanzandola sobre los hermanos q fueron esparcido por la tierra baal fue a tristan ,mefisto fue a kurast , y por ultimo diablo al santurio del caos asin los tres angeles se ganaron el respeto tyrael diambulò por la tierra de los humanos grabiel se quedo en las puertas del cielo y hadriel se fue a custodiar a diablo como le prometio asin se forjo esta leyenda de la guerra del infierno, las palabras ultimas del libro fueron quien lea este libro sera quien salve a los humanos …
Laaertes - 14 Jun, 2005 - 11:37 AM
Asunto:
La Batalla de los Caballeros Caidos

Con el primer rayo de sol atravesando las montañas, los caballeros llamaban a sus escuderos para que les trajesen los atavíos de guerra. En el campamento se escuchaban voces, tintineos de metal y patadas de caballos a la tierra mientras una bruma se hacia cada vez más espesa.

Su majestad Beltrand, el duque de Artois se preparaba para la batalla. Sus escuderos le montaban la armadura apresuradamente y mientras tomaba su espada, su escudo y su lanza se dirigió a su caballo de guerra.

Dejó sus armas en su corcel y se dirigió a la tienda de su esposa. Corrió las cortinas y las consortes salieron apresuradamente, se sentó y suavemente le cogió las manos y esta le habló en tono dulce:

- Hoy tienes que marchar otra vez, cuento deseo que esto termine pronto y podamos gobernar nuestras tierras en paz.

- No temas por mí, amada mía-, dijo el duque, - terminará pronto, te lo prometo.

Se levantó y caminó hacia la puerta pero su mujer dijo:

- Toma esto- decía mientras se quitaba una cinto de su pelo- Ahora ve y dirige ya tu ejercito- dijo con seriedad intentando ocultar su temor.

* * * * * * *

El vidente gris Skirmish contempló desde su campana impía como un ejercito de pieles sarnosas avanzaban al son de tañidos campanas.

El skaven dijo a los jefes de las unidades de esclavos que se situaran al frente mientras el resto del ejercito esperaba atrás, en una posición más segura.

Mientras unas cosas- humanas montadas sobre bestias avanzaban con una velocidad constante, una gran formación en flecha situadas en el centro del ejercito y liderados por una cosa-humana más grande y de armadura brillante que dirigía el ejercito con valor y seguridad.

- Mis tropas nunca resistirían un ataque-ataque tan poderoso,... si-si -pensó el vidente gris.

Pasados unos instantes los ojos rojos del hechicero se iluminaron.

- Avanzad-avanzad los esclavos- chilló la rata. Los esclavos avanzaban asustados al intuir al diabólico pero pero astuto plan de su jefe.

Mientras el resto del ejercito aguardaba en la retaguardia, los esclavos continuaron avanzando temiendo por sus vidas...

* * * * * * *

Beltrand echó un vistazo al ejercito invasor, una gran cantidad de tropas pobremente equipadas avanzaban mientras el resto del ejercito permanecía inmóvil en la retaguardia.

De repente se pararon; disparos y esferas verdes de cristal surcaban el aire...; no podía creerlo ¡atacaban a sus propias tropas! Su general debería estar loco para cometer tal acto.

El terreno quedo cubierto por cadáveres enemigos, algunas supervivientes huían despavoridos; una unidad de esclavos “intacta” cargó sobre un regimiento de nuestros valientes lanceros, siendo los esclavos masacrados.

Nos tocaba ahora a nosotros, avancemos con la seguridad de que la Dama del Lago estaba con nosotros, pero descubrimos el resultado de la masacre enemiga; los caballos avanzaban con dificultad y algunos tropezaban con los cadáveres. La sólida formación y se abría haciéndose así más vulnerable.

Skirmish sonrió maliciosamente al ver el resultado de su maravillosa táctica. Mandó tocar su preciada campana y el campanero golpeaba frenéticamente la campana. Al oír los tañidos, las monturas de los caballeros enfebrecían y se dispersaban en algunos caballeros enganchados de los estribos arrastrándolos por el suelo formando nubes de polvo.

Mientras la batalla alrededor era feroz, el tiempo parecía haberse detenido, Skirmish vio su sonrisa con vida con su mirada clavada en él, y con ello, un sentimiento traicionero miedo.

El vidente gris chilló un montón de “palabras” incomprensibles mientras señalaba a la cosa -humana-; los vientos de magia cambiaban y se congregaban alrededor de su zarpa. Cuando su mano se iluminaba con un resplandor verde, surgió un rayo rasgando el aire en dirección a la consumida unidad de caballeros. Una buena proporción fueron impactados y se retorcían en el suelo sacudidos por fuertes compulsiones.

Pero al parecer la “chapa” de la cosa–humana no se podía atravesar fácilmente con la magia y a la rata le entraron unas terribles ganas de echar a correr. Pero la Rata Cornuda parecía estar con él y rehusó al deseo de huir.

* * * * * * *

Beltrand cargó contra la unidad del hechicero; se abría paso atrevés de las filas con su espada con la facilidad de una guadaña siega las mieles de trigo.

Cada guerrero que intentaba interponerse entre él y su jefe era descuartizado y su espada hacía buena cuenta de ellos y así se encontró al fin con el líder skaven.

Subido en su grotesca campana, tembloroso al ver al humano con vida. Entonces se formó un círculo alrededor de la campaña, esto era una clara muestra de desafío.

El círculo se abrió por uno de sus bordes, algo avanzaba a través de las filas skavens. Surgió un skaven como nunca antes había visto, su cuerpo estaba cubierto por partes de cota de malla oxidadas, trozos de metal, cabezas y huesos.

- Este es mi campeón.- Dijo tartamudeante el vidente gris.

- Vamos-vamos, ¡machácale!- chilló con más fuerza.

La rata avanzó hasta ponerse a unos dos pasos del Duque; mostró sus pútridos dientes mientras una cortina de babas colgada de su boca.

Beltrand observaba a su enemigo; era un ser de unos 2 metros de altura, fornido, con un ojo de tono lechoso; en la otra parte de la cara una cicatriz atravesaba el otro ojo de la ceja hasta la mejilla.

En una fracción de segundo, la bestia saltó hacia Beltrand con la espada describiendo un gran arco. Beltrand reaccionó esquivándola y le asestó un golpe en bazo. Pero al parecer no había hecho mucho efecto, pues se enderezó y continuó lanzando golpes a Beltrand; uno le alcanzó y un estremecedor sonido de costillas rompiendo ahogó el grito de dolor del caballero.

El combate continuó largo tiempo hasta que Beltrand cansado de esquivar y contraatacar, cayó e hincó la rodilla en la tierra. El skaven voceaba palabras de su obsceno lenguaje. Luego, levantó la espada por encima de la cabeza; el cielo se ensombreció , cuando se disponía a cortarle la cabeza soltó la espada y con los ojos abiertos de incredulidad miró a su abdomen.

Un trozo alargado de metal surgía de su barriga abriendo así una herida infecta.

La sangre salía a borbotones y el skaven cayó pesadamente al suelo. Beltrand logró distinguir una larga figura cubierta en un manto negro de oscuridad que le sonrió y volvió a fundirse con las sombras.

Los skavens al ver esto, echaron a correr como alma que lleva al Diablo, chillando y golpeándose unos a otros por escapar de este lugar.

El vidente gris en su estado más febril se lanzó desde lo alto de la campana chillando mientras caía hasta que el suelo lo paró con un sonido seco.

Beltrand se levantó y miró a su alrededor; un campo de cadaveres se postraba ante sus ojos mientras los cobardes skavens seguían corriendo.

Sus leales hombres corrieron a reunirse con él mientras cantaban el cantar de gesta de Gilles el Bretón, lo montaron en su corcel y se lo llevaron hacia el campamento donde su esposa aguarda su llegada.
Sekhmeth - 15 Jun, 2005 - 02:10 AM
Asunto: concurso historia
Todo comenzó una noche, pero no era una noche cualquiera si no una noche en la que estaba demasiado tenso y algo nervioso, quizás nunca sabré ¿Por qué? pero ese día paso algo muy extraño estaba terminanando de cenar y en ese instante tocaron a la puerta ya era tarde abrí la puerta y era un tipo que estaba aterrado como si hubiera visto a un demonio lo pase enseguida y le pregunte que le ocurría y hay comenzó su historia aquel tipo….

Me contó que venia de el este que ya hace un tiempo avía sido un gran guerrero pero lo atormentaba su mente de noche y no podía dormir al principio no creí nada de lo que me contaba pero después me empezó a intrigar toda su platica me contó que el era un gran mago que tenia el conocimiento de poder levantar a los muertos y hacerlos sus aliados en ese momento me di cuenta de que era un NIGROMANTE avía escuchado hablar de ellos pero nunca conocí a ninguno asta esa noche me contó también que un mal terrible andaba suelto en el este que el entre mas se alejaba de el este mas terribles eran sus pesadillas y no podía dormir simplemente de pensar que se hicieran realidad también me contó que los tres demonios mayores diablo, baal y mephisto andaban sueltos por el mundo desatando destrucción caos y sufrimiento cuando me dijo esto yo estaba horrorizado pero imagínense como estaba el después de combatir durante muchos años a sus aliados de esos demonios y entonces me arme de valor y le dije que me enseñara todo lo que sabia y juntos acabaríamos con diablo y sus hermanos al principio no podía creer que un simple aldeano dijera esas palabras llenas de valor pero no acepto a la primera petición que hice sin embargo yo seguí intentando mientras pasaban los días y el NIGROMANTE cuyo nombre no mencione antes por cuestiones de seguridad será revelado a su debido tiempo pasaron 2 semanas y me contaba mas de sus hazañas una de ellas me dijo que se enfrento a un demonio menor pero no menos importante su nombre ANDARIEL ese demonio era terrible tenia a su mando a un gran numero de demonios arpías corruptas y esqueletos vivos después de contarme como derroto a ANDARIEL le incite otra vez sobre que me hiciera su discípulo y el acepto gustoso pues veía mucho valor en mi y empezó enseñarme todo lo que sabia empezamos a un velocidad de entrenamiento infernal conjuros tácticas de combate hacer armaduras y de mas objetos para mi uso personal también me enseño como combinar ciertas cosas anillos y magia una ves terminado el entrenamiento nos dirigimos al este con una nueva ola de esperanza en derrotar a DIABLO y sus hermanos llegamos primero a tristan cuando llegamos todo era un desastre todo estaba en ruinas y solo encontramos a un sobreviviente era un viejo horadrin llamado DECARD CAIN nos dijo que nos iva a dar su ayuda en lo que podría traducir en los antiguos papeles de los horadrin lo rescatamos la batalla en tristan fue bárbara estaba lleno de demonios esqueletos y el viejo griswold que era el herrero de tristan y ahora estaba corrupto por DIABLO tenia una fuerza endemoniada utilice todo lo que estaba a mi alcance para derrotar a griswold y el NIGROMANTE que su nombre es Sekhmeth me dejo a mi solo contra griswold quería ver mi potencial en batalla mientras el se encargaba de todos los demonios y no vivos en tristan ya al final de la batalla griswold me tenia acorralado en un rincón en ese momento recordé mi entrenamiento que me dijo que podía combinar ciertos objetos con la magia y así lo hice combine un simple trozo de madera con un cráneo y un esmeralda la cual tenia capacidad de envenenar y robar vida en ese momento antes de k me soltara un buen golpe hice el canguro lo mas rápido que podía y lo termine y empecé a golpearlo con la vara y empezó a robarle vida y envenenarlo lentamente y así pude derrotarlo el final de todo regresamos a el campamento donde nos alojábamos hay me dijo que esa arma que hice era mi arma para siempre y que nunca debería extraviarla pues tenia un poder grandísimo esa arma y que conforme crecieran mis habilidades podría hacer armas mas poderosas como la de el que era capas de terminar con griswold de un solo ataque esta es la primera de muchas batallas que contare amigos míos después de descansar nos dirijimos al refugio de ANDARIEL al llegar ahí era tal el hedor a muerte que asta mi compañero era repulsivo entramos y desendimos 4 niveles fue una masacre infernal una que jamas olvidare llegamos y al ver a ANDARIEL senti como si fuera invencible ese demonio mi compañero me dijo que primero derrotáramos todo demonio que a su alrededor y así lo hice fue aterrador al enfrentarme a esos demonios de toda clase unos revivían en infinidad de ocasiones pero pudimos derrotar a todos y la batalla con ANDARIEL fue bárbara duro mucho tiempo aunque solo pasaron dos horas de batalla para mi fueron eternas esas horas no tenían fin al final la derritamos con un conjure que roba vida y otro que nos protegía levantando un muro con lo restos de los demonios y ayudándonos con mas esqueletos que resucitamos y Esteban a nuestro servicio así pudimos derrotarla y después de todo para que para que no nos dijera nada de donde se encontraba diablo regresamos a el campamento y hay estaba un hombre de una caravana de un poblado lejano de el este y nos dijo que ya hacia unas semanas vio pasar a un extraño personaje con un acompañante y se dirigían al este en ese momento supimos que era el al que andábamos buscando no era mas que DIABLO y nos dirigimos hacia el este siempre al este.
gadolion68 - 15 Jun, 2005 - 07:11 PM
Asunto:
como matar a diablo

estaba un paladin en la fortaleza pandemonium y vino un nigro k era el mensajero del rey k a la vez era el padre del paladin y le dijo k tenian k acabar con el ser mas terrorifico k habia k asi lo dijo su padre y antes de irme me dio esta lista con unos grandes guerreros k nos podian ayudar en su busqueda, el paladin despues de un duro pensamiento le dijo k si.
cuando iban a entrar al rio de llamas se dieron cuenta k ellos solos no podian y decidieron buscar a mas personas.
fueron a un campamento de arpias k habia muy lejos y al entrar habia 2 guerreras en la puerta vigilandola, llegaron los dos y dijeron k si estaba la princesa y dijeron k estaba en unas piedras liberando ha su abuelo de las manos de grisword.
Fueron a buscarla y se la encontraron justo en las piedras como habian dicho las vigilantes del campamento.
Vieron k estaba en peligro y la salvaron y le ayudaron a rescatar a su abuelo y a matar a grisword.
Al llegar al campamento arpia le dio las gracias y dijo k podia hacer para agradecerselo:dijo el pala y el nigro k le podia ayudar a matar a diablo en su santuaria , la amazona estuvo dudando pero al final cogio su equipo y partio con ellos.
Fueron ha una cueva oscura k habian oido hablar en una leyenda de una guerrera y un guerrero con un poder tremendo.
A mediado k fueron avanzando el nigromante k iba el primero cayo en una trampa, k alerto a los guerreros, fueron corriendo y vieron a un nigro en la trampa y a un pala y una amazona k estaban intentando sacarle de hay.
la guerrera arzo la voz y le pregunto al pala k a que habian venido aqui, el pala le contesto k kerian k vinieran con ellos para acabar con diablo, el guerrero convertido en lobo le pregunto k por k tenia k acompañarles , el nigro contesto k si no venian con ellos diablo se haria mas poderoso y enviaria a sus tropas a arrasar la tierra y no dejar nada a su paso.el guerrero con su magia de convertirse en lobo y la guerrera con 2 garras en las manos le acompañaron.
el paladin dijo al nigro k si faltaba alguien en el equipo k fuera eficaz , dijo k habia oido hablar de unos barbaros k vivian en harrogath y k usaban la fuerza bruta para acabar con sus enemigos.
los cinco tras un viaje de cansancio y combates llegaron a harroghat y le preguntaron a un grupo de ciudadanos k habia reunidos k donde podian encontrar a un barbaro fuertisimo, dijeron k ellos lo unico k sabian era k habia 3 en una cima convertidos en piedra y k solo se rompia con un conjuro k el unico k los sabia era qual-hem fueron a preguntar a ese señor y dijo k el solo podia romper el conjuro pero k no se lo iba a decir a ellos k si lo kerian saber tenia k ir con ellos.
fueron a esta cima y se encontraron a 3 barbaros convertidos en roca, el señor se acerco dijo unas cuantas palabras y se rompio las piedras y salieron los barbaros y preguntaron k para k kerian su ayuda y dijeron k era para derrotar al señor de la oscuridad diablo.
los barbaros contestaron k podian acompañalos pero solo uno iria, se presentaron:uno se llamaba talic se especializaba en torbellino, otro era kolic y su ataqu era el salto y el ultimo se llamaba madowak y era un lanzador de hachas, se decidieron por talic partieron hacia el santuaria del caos donde se hallaba diablo.
por la mitad se encontraren a una hechicera k esta matando poco a poco, la siguieron ha ver donde iba al rato de seguirla hasta la puerta del santuario le llamaron la atencion y dijeron k ha donde iba sola, ella respondio k iba a matar a diablo.
Ellos respondieron k se uniera a ellos k tambien iban a acabar con diablo la hechizera le hizo caso y se presentaron ante diablo y le dijeron "este es tu fin diablo" y fueron hacia el los 7 juntos y le destruyeron a diablo y asi acabo el reinado de diablo, ya cada uno volvio donde habia partido y el paladin con su mensajero se presento a su padre y le dijo k habia acabado con diablo entonces su padre le nombro principe de la corte y todo acabo asi.
Inmolador_de_hachas - 18 Jun, 2005 - 02:46 AM
Asunto:
Esta es solo una parte del cuentazo que les tengo:

El comienzo del fin

Todo comenzó en la pequeña aldea de tristan, donde se reunían los mejores héroes y guerreros del mundo para luchar contra las fuerzas de DIABLO pero lo que no sabían que el mismísimo estaba entre ellos.

DIABLO poseyó el cuerpo del cura de la aldea ya que era el menos sospechoso, pero le daban unos ataques repentinos y muy raros producidos por la falta de control de su nuevo cuerpo, por lo que la gente sospechaba algo pero no decían nada por ser el cura, pero se estaban dando cuenta muy tarde.

Un día en el que la mayoría de los guerreros se fueron hasta las entrañas de la tierra para acabar el mal de raíz, los pocos héroes que defendían tristan que eran como los mas inexpertos estaban dormidos, y diablo pasándose de cura se dio cuenta e invoco a su ejercito y destruir tristan y ese era apenas el comienzo del fin…
barbaro_sadico - 20 Jun, 2005 - 10:56 PM
Asunto:
El rey paladin

Un paladin llamaro A_D y su fiel lanzero llamado azael caminaba hacia ninguna parte con el fin de encotrar una aventura. Un dia el cielo se convirtio en rojo totalmente, la luz de aque lugar quedo reducida a sombra y oscuridad, cuando el A_D se dio cuenta de que el suelo empezo a moverse , de repente salienron muertos vivientes pero A_D y azael desenvainaron sus armas para defenserse del mal. mientras luchaban con docenas de muerto una luz se acercaba por la oscuridad. la luz cada vez mas cerca de ellos , la luz al fin se acerco a ellos y no era nada menos que el propio diablo que iba a matar a A_D
A_D con un grito ensordecedor grito:
-No caeremos en la oscuridad¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Azael desperto de su sueño a A_D.
A_D penso que no solo podia ser un sueño si no una premonicion pero no sabia si creer o no creer. A_D con la duda penso en encotrar respuesta por el sueño tan temible.
A_D y azael se dirgian hacia su ciudad natal lut gholein
cuando llego a la ciudad habia muchos guerrer@s. A_D no sabia lo que pasaba pero de repente interrunpio el alcade:
-bienvenido a mi ciudad aunque con mucha pena por lo poco que os puedo ofrecer ya que el ejercito de muertos asola nuestras tierras, no se que aremos si segimos asi las proviniones que llegan de este son escasas, pero vayamos al grano busco una guerrero o guerrera valiente que elimine el mal de estas tierras quien lo consigo recbira mutitu de recompesas y los mapas sagrandos de las tumbas de tal rasha de donde se esconde los cofres de mayor fortuna.....................
despues de un largo discuso los guerreros que querian luchar se fueron quedando, A_D se apunto para buscar las respuestas
Despues de meses de luchas de guerreros ninguno consiguio sobrevivir solo faltaba uno A_D quien se dispuso a partir con varias pociones tanto de mana como de cura, cuando salio A_D y azael de la ciudad el viento no era fuerte pero solo pasarian semana para que ocurriera lo peor
despues de 3 semanas de luchar, muertes,cadaveres, oro etc....... el viento sopro con fuerza A_D y azael encotraron como una cueva susterraneo como si fuera sido contruida por un gusano gigante. A_D y azael se adentrado en el agujero con el objetivo de reguardase de la tormeta de arena. Azael se apocho en una pared que no to extraña ya que no era del mismo color que las otra y blanda, azael golpeo con su lanza la pared y se derrumbo.A_D y azael se adentraron en la cueva oscura, despues de una intesa lucha por bajar niveles encotraron el ultimo nivel donde encotraron uno de los problemas que hacia que las proviciones de lut gholein fuera escasas, pero no era un bichito si no !!! la madre que pario a todos los gusanos gigante¡¡¡¡¡ fue una luchar muy dificil con un resultado ineperdo, a matarla A_D y azael sintiero mas fuertes, azael encotro un cofre lo abrieron y encotraron mchas monedas de oro de gran valor, despues de subir niveles y ver si la tormeta habia acabado siguieron su camino en busca de la garra viperina que era el ultimo asunto que le falto para acabar su mision, ante de llegar encotraron muchos objetos de gran valor, una espada de dos manos llamada por el la sombria del colmillo una gran espada , una armadura de placas con muchas resistencia y fuerza para aguantar golpes duros y hasta un casco de rey y muchos objetos mas de gran valor, tras 2 meses de caminar entra las arenas estaban casandos, las espada de A_D era toda de rojo y verde por la sangre de bichos y la lanza de azael estaba partida por la mitad de tantas luchas pero cuando se hiban a rendir encotraron la gran puerta de la sala de la garra viperina, su objetivo ahora era entrar y conseguir el colgante definitivo para abrir el camino hacia diablo donde se enfretaria a la batalla final. pero el colgante no eras solo un portal sino el poder de converti a diablo en forma humana para luchar con el. A_D y azael entraron mataron a todos las serpientes gigante solo faltaba una las mas poderosa de todas y la que tenia el colgante dentro de su corazon, cuando se lo encotraron A_D y azael empezaron a correr hacia el capitan garra viperina barbaro roja que utilizo sus garras afiladas para defenserse pero como era de resultar A_D y azael con su fuerza mejorada derrotaron al capitan, azael medico con sus auras y medicos con sus herramientas abri en canal al capitan y le extrajo su corazon que azael abriria minutos depues, porfin A_D consiguio el colgante. cuando A_D se lo colgo sintio una fuerza descomunar y el portal se abrio hacie el infierno
A_D y azael entraron en el portal el que le llevaron hacia el infierno
diablo salio diciendo:
-quien se atrave a entrar en mi santuario. Moriras por tu atrevimiento
A_D invoco el poder ancestrar del colgante, pero al invocar el poder exploto tiro a azael a hacia atras lo dejo inciente, A_D despesrto y diablo se desperto pero no en forma normal si no forma humana, diablo empuño una espada del fuego.
A_D y diablo corrieron hacia el centro de la sala en la estrella, sus espadas chocaban con una fuerza del mil demonios, las espadas sonaban por todo el infierno, en un inteto de diablo te matar a A_D en el combate casi lo consigue pero sufrio una herida muy profunda: ocurrio de estas manera: diablo cojio a A_D por el brazo le pego una patada y diablo le pincho las espada por el pulmon izquierdo pero A_D bebio una pocion que le calmaria el dolor, con A_D mas debil diablo le iba a tacar con todas sus fuerza pero en el ultimo momento A_D de esquiva iendose a la izquierdad y le raja del pulmon derecho al izquierdo , cuando diablo se encuentra en el suelo A_D le clava las espada en corazon. En ese momento de gloria sale un angel izual(aunque izual traicionara al cielo antes hizo cosas grandisimas por el mortal) izual de dijo:
-soy izual el angel caido eres muy fuerte, gladioso,valeroso y con muchas valentia, diablo no era facil pero tu as luchado con valentia, tu lugar a sido el primer hero que derroto a diablo no hay otro todavia, una cosa despues de tu muerte te convertiras en un angel tu destino ya estas tomado, por el padre, el hijo y el espiritu santo te llamaras tyrael despues de la muerte

cuando diablo murio despues de que hablara con izual 10 segundo despues el infierno empezo a temblar y a destruirse A_D corrio hacia azael y le saco de alli.
cuando volvieron a lut gholein el alcade de dio los mapas de las tumbar una fortuna en oro y le dio poder sobre lut gholein, donde construyo un palacion. Antes de morir A_D tuvo 2 hijos niño y niña. el hijo seria el alcalde del lut gholeon en un futuro y la hija era fara las mejor herrera del lut gholein.A_D se le otorgaron poderes celestiales, en el reino de los cielos y desde su muerte lo llamaron tyrael , el angel que ayudaria a los horadrim............ pero las historia ya las sabreis si me la pedis. a se me olvidaba que fue de azael tomo el mando de la guardia de harrogath la fortaleza barbara, los barbaros les fortalecieron con pociones y defendio harrogath hasta 3 años despues de la muerte de baal, los barbaros le llamaron Qual-Kehk
Zorea - 22 Jun, 2005 - 02:21 AM
Asunto:
LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD DEL BRIBÓN

Un grupo de pequeños estaba reunido alrededor de un fuego. No era tarde, pero hacía algo de frío, y no les apetecía jugar. Todo eran sórdidas noticias y caras largas, y ni siquiera el carácter risueño de los niños había sobrevivido.

Hacía tiempo que ya no salía el sol sobre Tristán. Los cultivos estaban podridos porque la capa freática bajo la tierra estaba envenenada. Por ese motivo, el ganado había fallecido hacía una semana.

-Tengo hambre –comentó un chico rubio de mejillas sucias.
-¿Nos vamos a morir? –preguntó una niña más pequeña que los demás, agarrada a la pierna de su hermano mayor.
-Sí, pero no de hambre –espetó un moreno de ojos oscuros.
Ese comentario tétrico hizo callar a todos de nuevo. Nadie se percató de que se les había unido otra persona.
-El sol volverá a brillar, ya lo veréis –dijo el joven recién llegado.

Tal vez pareciera que ese comentario fuera a animarles, pero solo provocó miradas despectivas y poco hospitalarias. Ese chico no era bien recibido.
Pero a Wirt eso no le importaba. Le daba igual los comentarios sobre la apertura de las puertas de la catedral, y hacía oídos sordos a los lamentos de las mujeres, que no querían que los demonios engulleran a sus vástagos.

El chaval tenía mucho dinero. Y no porque viniera de una familia adinerada… Todos habían visto cómo estafaba a todo el que pasaba por Tristán, hacía un tiempo. El viejo Caín era el único que mostraba paciencia y tolerancia con el joven.


-Llevamos tres días bajo mínimos. Todo lo que puedo ofrecer a cada familia es un odre con agua y tres mendrugos de pan. Ni siquiera pudimos aprovechar la carne de los animales muertos. Losslein murió al intentar ingerirla. –El rostro de Griswold estaba curtido por un sol desaparecido en el tiempo. Las arrugas de preocupación eran como surcos en una piel de cuero demasiado manipulada. Sus ojos, pequeñas bolas incandescentes, mostraban una angustia indescriptible.
-Ya sabes que tomaron pasto envenenado, Griswold. Los demonios extienden su maldad todo lo que pueden –dijo Deckard Caín, levantándose de su asiento con ayuda de su cayado.
El herrero se levantó a su vez, y su corpulencia hubiera asustado a más de uno. Pero los que le conocían sabían que en su interior todo era bondad y preocupación por sus vecinos.
-Tú eres un sabio, Deckard… ¿No ves nada en tus escritos? ¡Debemos frenar esto enseguida! Es peor que un asedio, porque nosotros no somos soldados. Miro por la ventana y solo veo niños muertos de hambre y mujeres temblando de miedo. ¡No lo soporto! Dime que tienes una solución… dime que tienes algo…

El viejo sabio miró con precaución las ventanas antes de seguir hablando. Aunque el niño que espiaba por las ventanas era más precavido que el anciano y supo esconderse a tiempo. Caín invitó a Griswold a sentarse de nuevo, apoyando su ajada mano sobre el musculoso hombro del gran hombre, y se sentó cerca de él.

-Creo que tengo algo, pero no lo comentes porque no sé si funcionará. Dar esperanza a nuestra gente para que luego les sea de nuevo arrebatada puede ser un golpe fatal.
-Te escucho con atención, maestro –comentó anhelante el herrero.
-Hay un hechizo que puede transportarnos lejos de aquí. Significaría tal vez perder Tristán, pero sobreviviríamos a este mortal asedio. Solo sé que este hechizo debe ser aplicado a algo, y que ese algo nos podría llevar lejos con tan solo posar la mano encima –murmuró el anciano con una voz que, aunque audible, mostraba congoja.
-¿Qué fiabilidad tiene? ¿Tienes más información? –dijo el lado más pragmático de Griswold.
Deckard Caín se apoyó en el respaldo de la silla de mimbre. El crujido del material sonó a un quejido derrotado.
-Lo he sacado de un libro polvoriento. ¿Me pides fiabilidad? Tal vez sea solo un mito. Pero… -volvió a incorporarse, mostrando la idea fugitiva de ilusión que le inundaba-, ¿y si funcionara? ¿Acaso tenemos algo que perder? Esta misma noche pueden abrirse las puertas e inundarnos con sus hordas. Tal vez mañana, con suerte. No podemos esperar.

Y mientras se levantaban ambos a discutir en otro lugar dónde deberían posar el hechizo, el joven vio que el anciano había dejado descuidadamente el pergamino sobre la mesa. Y Wirt sonrió.


No había sido difícil colarse en la cabaña de techo de paja del herrero. Tampoco había sido la primera vez que Wirt hacía algo así. Y en un rincón, pasado el vado del río donde el joven tenía su escondite, Wirt leyó en voz alta el hechizo, con voz sarcástica. Por supuesto, él no creía en las habladurías del anciano, que en su opinión ya chocheaba bastante. Pero todas sus creencias se desbordaron y explotaron al ver lo que estaba pasando.

¿Podría explicar alguien ese hormigueo? El pergamino, que olía a naftalina y a polvo, estaba vibrando en sus manos. Una curiosa luz dorada emergía de él y, de pronto… ¡Ya no estaba! ¿Qué habría pasado?
La explicación lógica era que el hechizo, al necesitar un recipiente, había escogido el cuerpo de Wirt para alojarse. Pero el chaval no tenía ni idea de esto, y cuando el hechizo finalizó, se vio sentado en el suelo enlodado, y solo sentía que la cabeza se le iba. Cuando se tumbó, y antes de perder la consciencia, solo percibió los olores de su alrededor: carne pútrida, olor a excremento y el sutil olor del pergamino, que casi se desvanecía en el aire igual que el hechizo.


-¡Despierta, niño! –fue lo primero que oyó al volver a la consciencia.
-¿Qué pasa? –dijo con voz soñolienta.
Al abrir los ojos se quedó mudo. Unos 5 hombres estaban alrededor de él, entre ellos Caín y Griswold. No era tan tonto como para no saber por qué estaban todos allí reunidos.
-¡Sé que tienes tú el pergamino! Dámelo ahora mismo y te dejaré marchar sin unos azotes –gritó cruelmente Griswold, aunque no sin razón.
¿Cómo decir a cinco hombres armados con espadas que no tienes lo que te piden? Todo lo que podía hacer Wirt es usar su picaresca.
-Parece que ese pergamino del que hablas lo queréis mucho, ¿no? –dijo Wirt, intentado poner una voz despreocupada-. Muy bien. Será vuestro… por 20000 monedas de oro.

Una multitud de murmullos y palabrotas se alzó en el aire, seguido de amenazas. Todas las espadas ahora mismo estaban apuntando al chaval. Wirt sabía que si alguien le tocaba, se teletransportaría y ellos sabrían lo que había pasado, así que se incorporó y procuró guardar las distancias.
-Eres un desgraciado y siempre lo serás, Wirt. Pero ahora estás poniendo en peligro la esperanza de tu pueblo. ¿Ni siquiera por ser heroico dejarías ese carácter tuyo que tienes? Dámelo ahora y no diré a todo el pueblo que quisiste poner todas sus vidas en peligro.

Algo se removió dentro de Wirt. Había aguantado mucho durante un largo tiempo, pero no estaba dispuesto a esas vejaciones.

-¡Díselo a todo el pueblo! ¿Por qué no? Si solo les falta escupirme cuando paso por al lado. Yo soy de Tristán, es mi pueblo… Pero todos me miran como si fuera de una tierra bárbara. ¡Venga, humíllame! ¡No cambiará nada!
Acto seguido, el joven echó a correr. Nadie fue capaz de alcanzarle.


Durante un día entero, Wirt estuvo solo. Se había dado cuenta de que todo lo que le habían dicho era verdad. No es que no lo supiera… Pero ya sabemos cómo son los jóvenes.

Tal vez su pueblo le tratara mal… ¿Pero qué pensarían de él si se enteraran que podían salvarse gracias a que había sacrificado su cuerpo para teletransportarlos? Porque se dio cuenta de una gran verdad: todos podrían ser llevados a un lugar lejano, pero no a él mismo. Y si tenía que morir… ¿qué mejor forma de morir que hacerlo sabiendo que salvas decenas de vidas?

Pero cuando alguien tiene una forma concreta de actuar, es difícil cambiar de buenas a primeras. Lo que realmente impulsó a Wirt a volver a su hogar fue el hambre atroz que sentía. El pan es poco alimento, pero menos es nada, que era exactamente lo que tenía.

Y nadie jamás supo que volvió. Porque cuando lo hizo, el pueblo ya estaba arrasado. Cadáveres por todas partes, casas saqueadas, incendios… Una furia inmensa dentro de él se mezcló con su profunda tristeza. Nunca más… nada más… nadie más….

Era el fin de todo. Incluso de su vida. Porque justo en el momento en que sus dos lágrimas se estrellaban en su pecho, éste era atravesado por la flecha de un esqueleto.



Besos, espero que guste.
WaReSnEy - 26 Jun, 2005 - 07:17 PM
Asunto:
Carta de Shy enviada a Harrogant


Les contare mi historia no es una historia sencilla y a muchos les parecerá algo aburrida pero fue verdad y yo, Shy, eh estado ahí y aun no termina
Todo comenzó en el campamento de las arpías, un campamento bastante tranquilo hasta el momento, la gente celebraba todos eran felices
y nadie pensó que el mal podía llegar a caer en él Yo, hechicera entrenada por El Gran Tal Rasha, llegue a este Hermoso campamento con
la idea de conocer a la gran asesina de artes marciales May-arts, todos hablaban de su gran capacidad con sus garras, lo interesante de ella
era que sus garras no eran mas que una garra común embuida por charsi, la querida herrera del campamento, lo interesante de May-arts era el uso
que les daba, sus movimientos, su velocidad, y su temido "Azote Del Fénix", vale decir que yo crecí en harrogant y llegue con la caravana hacia el campamento
conocí a varias personas interesantes pero hubo una que me llamo mucho la atención, era silencioso, no prestaba interés en hablar y nunca había podido escuchar su vos,
Recuerdo que una de las noches mientras todos descansábamos en una montaña note que él estaba metido en lo profundo del bosque oscuro.
Al otro día el no estaba, Meshif dijo que no había tiempo de buscarlo y que no era seguro que él hubiese sobrevivido a los feroces lobos y animales que habitaban el bosque
A la tarde de ese día llegamos al campamento lo primero que hice fue ir a conocer a la gran akara conocedora del poder de la sanacion y amiga muy grande de mi maestro
ella me reconocio enceguida, yo pregunte si sabia algo de mi maestro, quien yo no veía desde mas de 11 años, note que ella bajo su cabeza y un escalofrió me paso por todo el cuerpo
con temor le pregunte que había sucedido, y ella me respondió con voz muy triste que mi maestro sello al temible diablo y se quedo en ese lugar a proteger que ese sello no se abriera pero
Que no se savia nada de el desde hace mas de 10 años desde ese día no hablamos mas del tema.
Al tercer día en el campamento ya conocía a casi todos sus habitantes pero aun no podía encontrar a la gran May-arts.
Pasados ya varios Meses en el campamento Arpía, sin haber visto a May-arts, empezó la catástrofe criaturas nunca vistas entraron en el campamento y atacaron, Kashia, la hermana mayor,
no tardo en dar el grito de defensa y todas las hermanas arpías defendieron su campamento de la mejor forma posible, un temor muy grande me llego muy adentro y no me anime a actuar hasta
ver como las criaturas eran atacadas por cargas eléctricas, de fuego y de hielo Provenientes de los golpes de una persona toda de negro, se trataba de May-arts, al ver su valentía y esfuerzo por
defender el campamento me decidí a atacar, tire "Armadura gélida" en mi y con el poder de mis "Ráfagas de hielo" ataque a esas temibles criaturas, note que un grupo de criaturas de mas poder seguían a
un hombre todo encapuchado quise ir y averiguar de quien se trataba pero no lo logre debido a que las criaturas que me atacaban eran demasiadas, vi como ese hombre y esas criaturas de mayor poder
se desvanecían en dirección al campo pedregoso, luego de una gran pelea todo termino con nuestra victoria, muchas hermanas arpías salieron gravemente lastimadas y lamento decir que muchas murieron
Kashia quien aun no confiaba del todo en mi decidió armar una junta para hablar sobre el tema pero a mí me dejo afuera de esta luego de horas de espera la junta termino y May se me acerco y me pregunto
si yo estaba dispuesta a emprender un viaje hacia Tristan, Pueblo mayor en el cual habitaban muchas familias, debido a que era mas que seguro que el siguiente ataque de estas criaturas desconocidas seria
En ese hermoso Pueblo, yo no podía creer que la gran May-arts me estuviera hablando pero no era momento de halagarla y sin duda alguna mi respuesta fue SÍ.
Charsi nos preparo equipo y Gehed que era muy amable nos dio anillos y amuletos que sin duda alguna nos seria de gran ayuda, justo cuando salíamos la querida Akara se nos acerco y nos dio una gran cantidad
de pociones y medicamentos y de su mano a la mía me entrego un "oculus" y me dijo que mas adelante me serviría de mucho, yo no supe su uso hasta mas adelante pero sin embargo se lo agradecí mucho ya que para
ella parecía de gran valor, finalmente abandonamos el campamento arpía sabiendo que afuera estaría lleno de criaturas.
Pasamos días de peleas, Yo y May hacíamos un gran equipo ella pegaba con su gran Azote y yo tiraba Mis ráfagas, tuvimos que pasar por un pasadillo subterráneo situada en el campo pedregoso y de ahí salimos
al bosque oscuro donde esa noche vi a ese extraño ser, casi en el norte de este bosque llegamos a Tristan pero no había mas que unas 5 piedras luego de tocarlas en diferentes secuencias logramos abrir un portal
que nos llevo a Tristan, ver una hermosa ciudad de la forma en la que estaba me hizo mucho mal, no se como describírselos era una destrucción total todas las casas echas pedazos la gente gritando y corriendo niños Muertos
sepan disculparme pero seguir dando aclaraciones me llevaría a llorar, ambas nos miramos fijo por unos 3 segundos y ahí empezamos, ella con su gran velocidad corrió hacia la derecha de una de las casas mas grandes
y yo por la izquierda todo parecía calmarse ya quedaban pocas criaturas y mi amiga ya las estaba acabando pero de una casa apareció una criatura muy grande y muy fuerte , Griswold al mirarme me dijo que con mi piel se aria tapados
y se me vino hacia mi como una mole yo quise atacarlo pero el estaba muy cerca y mis ráfagas no llegaban a congelarlo comenzó a golpearme, May quiso ayudarme pero los Chamanes no la dejaban pasar y por mas que los matara eran demasiados
y no llegaría a salvarme, yo comencé a tirarme armadura gélida pero sin embargo no servia la bestia no se congelaba y sus golpes estaban apunto de acabarme pensé que todo había acabado ahí y ya sin fuerzas solté una lagrima, la bestia
pego el grito de “¡Muereeeeee!” levanto su mazo y en el momento del impacto una especie de Lobo salto sobre él y comenzó a morderlo, una manada de lobos se me comenzaron a acercar quise atacarlos pero note que esos lobos lo único que
estaban haciendo era no dejar que los chamanes, esqueletos, etc se me acercaran, el lobo acabo finalmente con Griswold y sus ultimas palabras fueron que diablo caminaba en nuestras tierras, May y ese raro lobo acabaron con las criaturas
restantes, May no creía que ese lobo estuviera ayudando y se puso en pose de ataque a él, no se que fue pero una luz muy extraña convirtió a ese lobo en un hombre que me resultaba conocido, era el extraño hombre de la caravana, por primera
vez escuche su voz decir tranquila estoy aquí para ayudar, may bajo sus garras, ambos me ayudaron a levantarme y con algún par de pociones de Vida me pude recuperar, el hombre ese nos explico que el era un druida y que había crecido con lobos
y animales de los bosques Kurast y que al ver los rayos provenientes de la tumba de Tal Rasha se imagino que diablo había escapado y decidió ir hacia el campamento a averiguar, fue por eso que tomo la caravana de harrogant, le preguntamos su
nombre y el dijo que no tenia pero que lo podíamos llamar "Forest Wolf" le preguntamos que aria ahora, y nos respondió que iría hacia las catacumbas lugar donde seguramente Diablo se escondiera. Ver a toda esa gente de Tristan sufriendo
y a algunos muertos nos hizo tomar la decisión a mi y a May de ir con Forest Wolf sin consultar a las arpías.
Y es así como ahora yo escribo esta carta la cual mandare a Harrogant, en estos momentos estamos por el "Claustro interior" tuvimos una dura batalla contra La condesa de la torre olvidada y estamos descansando antes de seguir ya que lo que viene
no va a ser muy sencillo....
EverWin - 28 Jun, 2005 - 05:11 AM
Asunto:
Bien, son las 5 de la mañana y escribo mi último cuento para este concurso, no se me han ocurrido nombres para los 2 protagonistas de la historia así que he elegido el de Jeff y Walter que son los 2 protagonistas de la película: El gran Lebowski. Además he usado una parte de mi vieja historia (no la que he publicado en este concurso de cuentos) si no una que publique hace ya bastante en la paginay he intentado hacer mayor uso de los dialogos. He utilizado el corrector automático para corregir las faltas pero es posible que haya algún fallo en cualquier caso Errar es humano Smile bueno, sin mas dilación pondré el titulo de la historia y me iré prestamente a dormir. Adiós
PD: es posible que sea dificil seguir los dialogos debido a que las lineas puede que esten muy juntas, si es asi porfavor notificadmelo para que lo arregle. Un saludo

LA VENGANZA



- Abuelo, ¿como te hiciste esa cicatriz en la mejilla?- Le pregunto la niña al hombre que estaba sentado en un sillón al lado del fuego, mientras que sujetaba con 1 mano una pipa apagada.

El anciano que contemplaba ensimismado una armadura colgada en la pared, salio de sus pensamientos y sonrió a la chiquilla.

- Ya te lo he contado muchas veces jovencita, fue en la guerra- le dijo con voz dulce.
- Es cierto padre, siempre nos dijiste que te lo hiciste en la guerra, pero nunca nos contaste como fue exactamente - le contesto distraídamente un hombre de mediana edad que leía en voz baja un viejo manuscrito y sostenía en sus rodillas a la pequeña.

El hombre mayor, que entonces puso cara mas seria, se incorporo un poco en su asiento y encendió su pipa que pronto comenzó a llenar la habitación del aroma dulzon del tabaco.

- ¿Veis esa armadura colgada en la pared? - dijo el hombre, cuyo nombre era Jeff
- Vamos viejo, no nos cambies de tema - le interrumpió su hijo que seguía leyendo el libro y prestando poca atención a lo demás...
- Hijo mió, jamás interrumpas a un hombre sabio como yo cuando esta hablando - contesto Jeff con voz grabe

Entonces Walter que se sorprendió por la respuesta de su padre dejo el libro y se dispuso a escucharle con más atención, ya que intuía que iba a contarles algo importante.

- Sigue abuelito- dijo la niña insistentemente
- Bien, como iba diciendo antes de que me interrumpieran - y fulmino con la mirada a Walter su hijo - esa armadura me la dio hace mucho tiempo mi padre, a quien se la dio su padre, después de portarla durante años en las guerras contra el nigromante-
-¿Y mi abuelo no la llego a usar? - le dijo Walter a su padre
- No hijo mió, por fortuna mi padre jamás tubo que utilizarla- le respondió Jeff - Pues veras, esa armadura, la forjo mi abuelo y fue imbuida por el gran hechicero, ya sabéis a quien me refiero-
- Si padre continua- le dijeron
- Tiene la propiedad de proteger a quien la lleva, además, brilla con luz propia cuando el mal esta cerca- dijo seriamente el abuelo.
- Si seguro- dijo incrédulo su hijo Walter
El viejo le echo otra mirada fulminante y esta vez se puso mas serio que nunca.
- Hace 50 años, cuando yo apenas había alcanzado la mayoría de edad, también tuve que usarla. Fue en la batalla contra el malvado sirviente del nigromante, quien se rumoreaba que se había corrompido de tal forma que se dedicaba a absorber la vida de las personas bebiendo de su sangre-
- ¡Un vampiro! - Le interrumpieron los dos a la vez
- Si hijos míos, la mas terrible y malvada criatura que ha existido desde la derrota del nigromante. Pues bien, después de años de guerras perdidas contra el, conseguimos encontrar la guarida donde se refugiaba durante el día. Cientos de vidas se perdieron para conseguir encontrarla y devolver el mensaje de su situación exacta. A si que nuestro rey, el legendario Louen-
- ¡Louen! - le volvieron a interrumpir - No me digas que le conociste- le pregunto Walter
- Así es, tuve el honor y el privilegio de luchar con el en la batalla mas cruenta de los últimos siglos- dijo el viejo - El rey había reunido un ejercito con la ayuda de los reinos vecinos, y nos disponíamos a saltar su fortaleza, metida en la montaña maldita, mas allá del desierto de los muertos -
- ¿Y como fue la batalla?- le pregunto esta vez la joven a su abuelo.
- jamás lo olvidare. Un silencio sepulcral envolvía la noche. Parecía que el tiempo se hubiese detenido mientras aguardábamos cautelosos a que algo se moviese, pero con aquella oscuridad era difícil distinguir algo que estuviese a más de 10 metros. Se decía que el mismísimo rey también estaba allí. Pero era imposible verle desde mi puesto. Pude ver a unos caballeros que montaban corceles extraordinariamente grandes, dispuestos por las últimas filas donde imagine que se encontraba él. Sus armaduras brillaban por todo su cuerpo iluminadas por la vaga luz de la luna. De pronto alguien me saco de mis pensamientos gritando: ¡Creo que oigo algo! Todos escuchamos atentos. Me di cuenta de que eran voces. Sonaban roncas y ásperas, y no conseguía entender lo que decían.
Entonces lo vi. Al principio solo pude distinguir pequeñas formas de personas caminando lentamente en la oscuridad. Pero a medida que fueron avanzando vi algo que me heló la sangre. Un inmenso ejército de cadáveres putrefactos avanzaba en la noche devorando toda la vida que encontraban a su paso. Algunos de ellos dejaban a relucir heridas en su carne ya corrompida por el tiempo, mientras que otros no eran mas que un esqueleto. Parte de ellos portaban grandes estandartes con signos y símbolos ilegibles, escritos en lenguas tan antiguas que ya habían sido olvidadas. Mire a mis compañeros y vi sus caras horrorizadas ante aquel espectáculo.
Nuestro general comenzó a hablar alzando la voz para que todos le oyésemos.
– Hermanos, no tememos a la muerte, nuestra valentía es nuestra fuerza y el coraje es nuestro poder. Luchamos por la gloria de nuestro reino. Acabemos con estos demonios y démosle a los dioses algo que puedan recordar por toda la eternidad ¡¡POR EL HONOR!!-.
Entonces toda la multitud comenzó a gritar: ¡¡POR EL HONOR!! . Nos lanzamos al ataque, con las espadas en alto, y comenzó la encarnizada batalla. Los no-muertos cargaron contra nosotros. Las armas chocaron y golpearon huesos y carne. Pasaron horas y seguíamos luchando. Veía como mis compañeros morían y como las tropas enemigas avanzaban sin poder hacer nada para evitarlo. Entonces algo terrible paso. Los cuerpos de mis compañeros que habían muerto y aun yacían en el campo de batalla empezaron a levantarse y se unieron a las tropas enemigas. Comenzaron a oírse gritos de terror. Los hombres habían perdido ya toda esperanza cuando de pronto se abrió un hueco en nuestras filas y comenzaron a bajar los caballeros que antes había estado contemplando. Comenzamos a abrir una brecha en las filas del enemigo pero Al final nos arrinconaron y solo quedamos unos pocos. Ninguno habíamos visto rastro del rey o del vampiro. Hasta que sentí como había algo detrás mió que me observaba, me gire y lo vi, aquel horrible ser irradiaba un inmenso poder. Con tan solo el movimiento de su mano acabo con decenas de hombres en un instante. Volvió a alzar la mano pero esta vez yo ya estaba preparado, me arme de valor y le ataque, clavándole mi espada en su cuerpo y arrancándole un grito de dolor pero aun había vida en el. Con una mano me agarro del cuello clavándome sus garras y me lanzo contra los cuerpos de mis compañeros. Cuando ya estaba en el suelo indefenso pronuncio algo que no supe comprender y lanzo una luz que reboto en mi armadura y me alcanzo en la mejilla, tan solo rozándola. Al momento sentí un dolor insoportable a causa de la herida dejando mi cara marcada para siempre. Si no llega haber sido por la armadura, aquel hechizo me hubiese quitado la vida de un solo golpe. Aquel monstruo se quedo sorprendido y se acerco para darme muerte, pero entonces, justo entonces apareció mi rey a lomos de su corcel, un hipogrifo-
- ¿Que es un hipogrifo abuelo?- dijo la niña que hasta entonces había escuchado con completo silencio.
- Una criatura legendaria con cabeza y alas de águila, y con el resto del cuerpo de león, un ser fabuloso que pocas personas han tenido la oportunidad de ver - contesto el anciano
- ¡Por favor padre continua! - suplico el hijo a su padre
- Entonces el vampiro derribó de su corcel a Louen y cuando estaba en el suelo se le abalanzó y le mordió el cuello pero nuestro rey pudo apartarle y cogiendo la lanza que tan bien le había servido en tantas batallas, este le ataco con ella atravesándole el corazón. Al instante se oyó un ensordecedor alarido. El cuerpo del vampiro comenzó a convertirse en una nube de polvo negro que se perdió en la noche. Los esqueletos no muertos se derrumbaron convirtiéndose en polvo y los cadáveres cayeron al suelo sin vida. Habíamos ganado.
- ¡Bien!- gritaron la niña y su padre
- No, nada de eso, ¿es que no lo entendéis?, el vampiro acertó con su golpe más siniestro a nuestro rey. Nunca pudo volver a ser el mismo, y pocos años después murió en circunstancias desconocidas. Algunos dicen que fue algo natural pero yo se bien que no. Aquella noche el vampiro no murió, tan solo conseguimos debilitarlo, y no pasara mucho tiempo hasta que tengamos noticias de el-
- ¿Como lo sabes abuelito? - le pregunto la muchacha asustada
- Veréis, la armadura refleja la luz de la luna cuando un mal anda cerca. Pues bien, observadla ahora-

En ese momento la luz de la luna entro por la ventana reflejándose en la armadura y dándole un brillo sobrenatural.

- Tengo una cuenta pendiente con ese monstruo, vengare a mi rey por lo que le hizo y haré que pague por todo el mal que causo-
- Tranquilo padre, no va a ocurrir nada, eso ya se acabo, hace años que nadie sabe de nigromantes y llevamos muchos años de paz-
- Tenéis razón hijos míos, bueno ya es tarde y mis viejos huesos necesitan descansar, mañana será otro día y la luz del sol cura todas las penas de nuestro corazón- dijo el viejo con voz tranquila

A la mañana siguiente el sol había salido mucho antes de lo normal y tanto el anciano como la armadura desaparecieron, tal vez para luchar juntos una última vez .
Monseñor - 28 Jun, 2005 - 03:05 PM
Asunto:
La Noche silenciosa



Corría el año del señor 576 en algún lugar ya olvidado de lo que hoy es Europa; Allí estaba Arwen a las afueras del pueblo escondida en la copa de un árbol como lo había hecho otras tantas veces desde que fue expulsada de su pueblo por decir que la puerta del infierno había sido abierta y que no tardarían en escapar los demonios que estaban allí encerrados. “¡Pobres ignorantes! No ven mas allá de sus narices, solo ven lo que quieren ver, el gran triunfo de Diablo es hacerles creer que el no existe”. Ningún argumento tenía efecto.

Durante siglos las mujeres que conocían sobre la tierra, sobre la energía, sobre la medicina a base de plantas, habían sido acusadas de brujas malignas, expulsadas o peor aun quemadas en la hoguera en actos de “fe”, Arwen no corrió con suerte distinta, fue expulsada de su aldea acusada de “amante del demonio”, aun el recuerdo de cuando fue expulsada mientras le arrojaban piedras a la cabeza la hacia brotar lagrimas de rabia, pero nada de eso importaba ya, mucho tiempo después se arrepentirían sobre todo Kashya cuando viera caer a todas sus guerreras.

En la lejanía Arwen vio venir a Nátulcien, el corazón le dio un brinco, eran miles de sentimientos en uno, alegría, emoción, pasión, amor, deseo, miedo, Arwen ya no temía por su vida, pero si en la aldea descubrían su inusual forma de amar Nátulcien correría el mismo destino que ella y eso jamás se lo podría perdonar.

Nátulcien venia caminando muy nerviosa mirando de un lado a otro y hacia atrás para asegurarse que no la habían seguido, llego al punto de reunión, apretó algo en una pequeña bolsa que llevaba oculta en su ropa, de un brinco Arwen salio de su escondite en las alturas, Nátulcien ahogo un pequeño grito de sorpresa y luego respiro aliviada; “Eres tu…” dijo entre jadeos “aquí te traje lo que me pediste, no ha sido muy difícil Charsy es muy distraída y siempre tira todo por cualquier lado, así que apenas se distrajo lo tome, solo quiero regresarlo rápido para que nadie note que no estamos yo ni el Malaise Horadrico”; Arwen no dijo nada, solo se limito a dar un suave beso en los labios de su amada, tomo el Malaise Horadrico en sus manos y entonces dijo “tranquila no tardare”, empuño con fuerza el martillo y golpeo una sola vez su bastón, una luz resplandeciente salio del lugar del impacto indicando había funcionado, “Listo” le dijo a Nátulcien “ahora regresa el Malaise a su sitio y ruega al señor que todo salga bien” “¿A dónde iras?” Pregunto Nátulcien a Arwen tratando de disimular su miedo “El viento es un caballo, el me llevara donde deba llegar” se limito a responder, “llévame contigo” dijo Nátulcien, “NO”, respondió bruscamente Arwen “te necesito en la aldea en caso de que yo falle esta noche” explico Arwen, “no te entiendo, ¿porque haces esto si te han expulsado?” Arwen miro un largo tiempo hacia su antigua aldea y dijo “porque amo a mi pueblo y debo defenderlo… defenderlo incluso de si mismo… ahora regresa a la aldea, no quiero que te pase nada” Nátulcien limpio las lagrimas de su rostro y se fue hacia su aldea, se escucho un pequeño estallido eléctrico y Arwen desapareció en la oscuridad.

Otro estallido eléctrico, Arwen apareció en el cementerio de las hermanas, mientras caminaba muy despacio para no hacer ruido pensaba “Cuervo Sangriento fue la primera en caer, si logro encontrar su tumba podré entender un poco lo que esta pasando”, finalmente la encontró, sus ojos no tardaron en llenarse de horror, solo estaba una lapida que decía “Cuervo Sangriento. Caída en combate. 556-575 D.C” y a los pies de esta lapida… nada… solo un agujero vació donde otrora descanso el cuerpo de la joven guerrera.
Un silbido partió el silencio del aire y antes de que Arwen reaccionara una flecha vino a clavarse justo en su pierna, se refugio rápidamente detrás de la lapida cuando miro hacia el lugar de donde había venido la flecha comprendió lo que sucedía, Cuervo Sangriento era ahora un zombi sin alma ni voluntad propia, Arwen empuño con fuerza su bastón creando un escudo a su alrededor y salto al combate, una pelea feroz, pero breve, había desarmado a Cuervo Sangriento, estando a punto de darle el golpe de gracia Cuervo Sangriento grito, “no hay nada que puedas hacer, tu, tu aldea, el mundo entero; todos están condenados, Andariel me resucitara una vez mas y yo comandare sus ejércitos para abrirle paso a los tres”, Arwen no perdió el tiempo, congelo al zombi y destruyo su cuerpo de un golpe, al menos así evitaría que Cuervo Sangriento se levantase otra vez de su tumba.

Otro estallido eléctrico esta vez apareció en las puertas del monasterio, tenia que acabar con Andariel a cualquier precio, esta vez no la tomarían por sorpresa, abrió la puerta de una patada y se transporto al otro lado del gran corredor los montones de demonios que allí estaban corrieron hacia la puerta sin darse cuenta que la hechicera que hoy seria su verdugo se encontraba a sus espaldas, de las manos de Arwen brotaron chorros de llamas con los cuales convirtió en ceniza a los demonios, primero a los que parecían los jefes, luego a los demás, apenas y pudieron reaccionar, en cuestión de segundos solo había un leve olor a humo y un silencio sepulcral, a lo lejos aun se escuchaban los lamentos de la almas torturadas por los demonios.

Aunque el dolor en la pierna que le producía la herida de la batalla con Cuervo Sangriento era cada vez mayor en ningún momento sus ánimos decayeron, una habitación a otra se seguía repitiendo la misma escena de batalla, siempre tomando a sus enemigos por sorpresa, ahora congelando a unos, quemando a otros y electrificando a los demás, el resultado era siempre el mismo, todos sus enemigos eran ratas insignificantes, ella apenas tenia unos leves rasguños. El dolor de la pierna era ahora muy fuerte.

Luego de mucho rato de caminar, por fin llego a su destino el olor a carne putrefacta era insoportable, un olor a veneno se mezclaba con la carne y hacia el ambiente casi insoportable, tomo aire y forma decidida lanzo llamas hacia la puerta que la separaba de Andariel.

Allí estaba la maldita, sentada en su trono hecho de huesos, totalmente calmada como si no tuviera idea del destino que le esperaba.

“Aaaahhhh” exclamo Andariel con una mueca que antojaba satisfacción, “Si es la bruja… has llegado mas rápido de lo que esperaba, aun así has llegado tarde para detenerme”, “calla perra” grito Arwen con fuerza. El dolor en la pierna era ya insoportable el veneno se había distribuido a lo largo de casi todo el miembro, pero no había tiempo para curarse, si todo salía bien, ella misma podría preparar mil pociones y mas.

“Veo que cojeas, Cuervo Sangriento ha cumplido su parte, tu me servirás mejor” dijo Andariel arrastrando las palabras, “Solo sirvo al señor verdadero” se limito a decir Arwen, “eso dices ahora bruja, cambiaras de opinión cuando estés muerta” dijo Andariel, haciendo un gesto con sus brazos de araña salieron de la tierra incontables zombis que atacaron sin ninguna estrategia a Arwen, el resultado era siempre el mismo Arwen por tener alguna estrategia dejaba a los demonios fuera de combate rápidamente.

De pronto Andariel dijo “ya me estoy aburriendo de esto” y lanzo un proyectil de veneno que fue a impactar justo en la herida de Arwen, el dolor fue tan fuerte que Arwen perdió la vista por unos segundos y para protegerse empezó a lanzar llamas hacia cualquier dirección con la esperanza de que eso mantuviera lejos a sus enemigos.

Cuando recupero la vista se vio sola en la sala, Andariel estaba tendida en el suelo, Arwen intento caminar… pero ya no era posible, su pierna no le respondía y su bastón estaba muy cerca de ella, pero muy lejos como para alcanzarlo con sus manos, con toda la fuerza de sus brazos se arrastraba hacia su bastón, jadeando, con un pequeño hilo de sangre que salía de su nariz y el dolor de la pierna que apenas le permitía pensar, a lo lejos Andariel también mal herida se levantaba del suelo, “Has lanzado tu ultimo hechizo” grito Andariel. Arwen ya no pensaba con claridad en su mente solo veía el rostro de su amada y sus ojos estaban llenos de lagrimas.

Arwen se seguía arrastrando hacia su bastón, Andariel a pesar de que caminaba muy despacio por lo débil que se encontraba, estaba cada vez mas cerca.

Andariel llego justo detrás de Arwen y la tomo por los tobillos, pero en ese justo momento Arwen logro agarrar su bastón, “Morirás bruja” dijo Andariel, “NO” grito Arwen “moriremos juntas” sujetando su bastón fuertemente con ambas manos y golpeándolo contra el piso salieron miles de llamas por todos lados, del bastón salio una explosión tan fuerte que acabo con la vida de ambas e hizo que gran parte de las catacumbas se derrumbara sobre los dos cadáveres.

Así entre las ardientes llamas con el corazón hacia el cielo Arwen entrego su alma al señor.

[size=9]este cuento sin darme cuenta lo colgue donde no era, asi que le pido a algun moderador que borre el post anterior y deje este[/size]
ark@ngel - 28 Jun, 2005 - 05:55 PM
Asunto: RÉQUIEM PARA EL SEÑOR DE LOS SOLITARIOS
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RÉQUIEM PARA EL SEÑOR DE LOS SOLITARIOS
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“En esta era de sombras tan solo la experiencia será tu guía...” dijo mi señor en un acto de sumo altruismo, cuando me entrego aquel arco flamante para que pudiera ampararle mejor en la cruzada. No hay grieta en mi memoria, lo recuerdo cabalmente fue en el Campamento de las Arpías cuando por vez primera vi su silueta,
- “parece un feroz animal: no es humano”, me susurro al oído Kashya...

“Jamás el cuervo deja ver su verdadero propósito...” en la Guarida del mal probo su coraje por primera vez, entre aterradores demonios jamás su voluntad flaqueo, solo con sus manos lo vi destrozar a cientos de ellos y en sus ojos... jamás olvidaré esos ojos... había empezado a desaparecer lentamente su humanidad.

“Nunca conocerás los alcances de un alma perdida...” ausentes son las razones pero reales las secuelas... fueron las palabras que brotaron de su marchita boca; en ningún tiempo alguien había sido cautivo por una habilidad mágica, por lo menos no tanto como El... dejare la alquimia, los maleficios y viviré solitaria en el Bosque oscuro solo seguiré siendo Akara en los manuscritos de mis descendientes.

“Cuando la ocasión es propicia, no siempre es el momento...” el crepúsculo se alzaba entre las rojizas praderas inertes del Campo pedregoso, aún era de día cuando estábamos con mi señor luchando fieramente con demonios, arpías corruptas, chamanes y otras aberraciones del Diablo.
-las fuerzas abandonan el cuerpo mi Lord... ya son tres días de lucha sin descanso.
-falta poco... según este mapa, solo un día nos separa del pasadizo subterráneo, no sucumbas mi fiera arpía.

"Juro por los dioses que hubiese sido mejor la muerte...", que ver a mi señor extinguirse ante el poder de un maleficio. Como si la montaña fuese un cíclope, se abría entre el extenso campo y la inmensidad de las alturas, una fisura que a lo lejos se veía tan cercana como el merecido descanso que nos aguardaba. La noche era tan clara que se veía la silueta andante de algunos demonios aun vigilantes de tan ansiado pasaje; la luna: diadema gigante, fue testigo del ultimo vestigio de humanidad que quedaba en tan admirable guerrero. Mis ojos no mentían, fue tan solo en un segundo que aquel hombre olvidado por la mano de los dioses se rasgaba la piel como si fuese un manto podrido, el pelo largo y duro brotaba a manojos de su cuerpo y su rostro; sus ojos no eran humanos el rojo brillante los hacia parecer fuego ardiente... fue cuando vi sus fieros dientes afilados como escamas de dragón, que decidí emprender la fuga corriendo con las escasas fuerzas que aún me quedaban... a lo lejos los desgarradores gemidos de licántropo decían adiós a tan entrañable amistad.

“El réquiem del señor de los solitarios...”
Hoy después de un lustro de experiencias, Warrik me ha contado que lo vieron en Luth Gholein hace tres noches en busca del Santuario Arcano... talvez buscando una pócima que le devuelva la humanidad o que salve su alma de la tortura eterna de los demonios que con tanta fiereza enfrenta.

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NieveVoladora - 28 Jun, 2005 - 10:58 PM
Asunto:
Luego de recibir un fuerte golpe en el pecho, la asesina noto su desventaja en número, por lo que invocó a un maestro de las sombras, que fue de gran ayuda invocando centinelas mortales. Los demonios caían por montones, pero Baal desde su trono continuaba invocando a sus esbirros. Cansada ya de asesinar y destruir a tantos monstruos, apretó sus garras con toda su fuerza, y utilizó una ráfaga de velocidad. Los monstruos chillaban y caían a causa de los golpes propinados por la asesina y su sombra.
Otra manada de monstruos apareció, dirigiéndose hacia las dos combatientes. La sombra fue derrotada fácilmente por la manada, la asesina combatió con todas sus fuerzas, hasta que un golpe en su espalda la arrojó al suelo. Al elevar la vista notó a un monstruo que ferozmente iba a propinarle el golpe que terminaría con su aventura, cuando un grito se oye y de la nada aparece un bárbaro, que en un torbellino de sangre acaba con todos los monstruos. Luego miró a la asesina y dijo:
- ¿Estás bien?
- No te preocupes – Respondió.
Distraídos en su charla, olvidaron que Baal, Señor de la Destrucción, estaba a sus espaldas. Mostrando una gran furia dijo:
- Habrán destruido a mis esbirros, pero me encargaré de que mueran –
Luego dio media vuelta e ingreso en el portal al Mundo de Piedra, seguido por el bárbaro y la asesina. Encontraron a Baal, por lo que la batalla comenzó. Los héroes debían ser rápidos para escapar del fuego y los tentáculos de Baal, pero lograban darle golpes de todas formas.
La asesina, distraída en invocar centinelas, no noto a los tentáculos de Baal yendo en su dirección, el bárbaro lo vio, y se apresuró a salvarla. Llego a tiempo, pero no lo suficiente, los tentáculos lo golpearon a el, dejándolo inconsciente.
La asesina, llena de furia utilizo martillos psíquicos una y otra vez, hasta que Baal dirigió su fuego a ella. La asesina estaba en problemas, pero utilizo vuelo de dragón, se tele transporto y golpeo a Baal en el pecho, destruyendo su piedra del alma. Una lluvia de espíritus fueron liberados.
Nuestra heroína se dirigió luego al agonizante bárbaro, que dijo:
- No podré ver el mañana, pero es recompensa suficiente saber que tu si podrás –
Luego cerro sus ojos y no dijo mas. La asesina soltó una lagrima, pero el suelo tembló y el techo del mundo de piedra se caía, al instante apareció Tyrael que abrió un portal y dijo:
- Vete, no hay tiempo!!!
La asesina entro en el portal, y apareció acostada en su cama en la guarida de las asesinas. Hasta el día de hoy no pasa un día sin que recuerde a ese joven héroe que le salvo la vida…
Armand_III - 29 Jun, 2005 - 06:37 PM
Asunto: La Profecia a Khalim por Armand _III (Concurso de cuentos)
Las Cronicas de Khalim

Capitulo I: Una visión a Khalim
En el cuarto sextante del regente Imos sobre el pilar lunar de Uran Bathor, en el mes de Zivan, se me ha revelado una profecía sagrada de tiempos ancestrales. A mí, Khalim Et' Bal Azur, zakarumite, fiel del templo de Zakarum y discípulo de Lam Esen el Profeta y Nigromante, versado en los manuscritos sumerios de Ital Shael y el Necronomicon.
Cuando vivía en la bella Kurast, en mi camino al Oráculo de Delfos en la isla selénica de Tlaconia a requerir luz sobre las profecías de extraños acontecimientos que nos acaecerían en el futuro y que mi maestro había recibido tanto de la lectura del caparazón de tortuga como del hígado de vaca y de los huesos En-Dorios de adivinación. Un ángel mayor, un guerrero alado se apareció ante mí, en la Llanura de Asquelon a dos días al sur de Kurast y dijo me la palabra sagrada. En cuanto le vi caí sobre mi rostro y oí: .. "Khalim, hijo de Alimesec, he aquí que traigo la verdad sobre ti y los acontecimientos que te voy a revelar deben ser escritos tal y como te los mando, pues es tu Dios el que me manda y son suyas las palabras que oirás". Luego me dijo: "Ponte de pie, toma este tomo en blanco y esta pluma auriga y comienza a escribir lo que te voy a mostrar". Mi nombre es Jeremiel y soy un arcángel de Dios y hasta hoy me estuvo prohibido volver a hablar con los humanos. Pero se han cumplido los tiempos y he sido enviado a ti a contarte una verdad que puede cambiar el rumbo de la humanidad como la conoces. Comenzare a relatarte la historia de un héroe humano, una gran guerra, una desobediencia, una traición y un milagro..."

Entonces, comencé a escribir las memorias de un santo varón, que sucedieron hace miles de años atrás. Era un paladín de la orden del Gammadion, llamado Armand I Rey de Cantabria y Tetrarca en el Carpato Mayor, conocido como el Sabio. Versado en las runas sagradas y luego en la verdad de Zakarum. Dejo atrás de sí esposa e hijo, reino y todo cuanto conocía para emprender la más grande de las campañas bélicas jamás narradas por un hombre, una cruzada de valerosos héroes y Ángeles en contra de las fuerzas del mal que se apoderaron durante dos mil años de la faz de la tierra, después del despojo en el cielo que acaeció sobre los rebeldes Ángeles y fueron estos lanzados abajo, a la tierra.

Se le llamo: El Ejercito de la Luz; hombres de todas las regiones de la tierra se acaudillaron bajo el estandarte del Cielo y Ángeles cuyas miríadas se perdían en el horizonte, portando armaduras celestiales y fulgurantes banderas al viento. Estaban presentes los mismo arcángeles mayores que pelearon en el cielo contra la rebelión: Jeremiel, Tyrael, e Israfil, cuando las tres malebolgias principales o males elementales Jebual, Belial y Absolom se encerraron en la fortaleza de las Siete Gemas y por segunda vez intentaron un asalto contra el propio Dios para provocarle dar muerte, siguiendo el ejemplo de Aghamenon el Querubín Rebelde. Allí fueron condenados por sus actos impíos y fueron confinados junto a todos sus seguidores, al destierro en el averno, en donde se encuentran protegiendo los tres círculos del infierno Hades, Tártaro y Gehena respectivamente y desde donde la crueldad y la depravación emano todos los males que estaban azotando a la tierra.

Al enterarse los Ángeles de Dios del próximo movimiento de las tropas del infierno comandadas por los tres generales de Jebual: Diablo, Baal y Mefisto. Debieron organizar un ejercito de hombres que pelearan contra las fuerzas malignas en la tierra que estaban profanado cuanto lugar santo y asolando ciudades y pueblos completos, que yacían humeantes, sombríos y llenos de huesos de muertos tras su paso. Incluso, luego de limpiar la faz de la tierra, debían avanzar hasta Kurast y entrar por el portal de Ismael El Exordio en el tercer nivel de la Torre Negra para avanzar desde el bastión del Pandemonium, abierto por Dios para los héroes de estas batallas y así ingresar y pelear en el mismo infierno de ser posible, largo era el camino, sin embargo una luz con la que no contaban les esperaba en adelante.

Capitulo II: Adagio para Armand y el Ejercito Iluminado
Así, pues, como los Ángeles expulsaron los demonios del Cielo, los hombres ayudados por los Ángeles, debían expulsarlos de la tierra. Fue entonces cuando vi a Armand... con una bella y robusta armadura de rey, que en su brazal tenia escrito en un carácter que parecía ser sánscrito: "Que la voluntad de mi Dios, sea la luz de mis días". Creo, por las campañas bélicas que había librado en la tierra de los bracmanes hace 50 años atrás, junto a Leoric el Magno, para purificar esas regiones de los seguidores de la cruenta Khali hermana de Astoret y Andariel. Sin embargo, aunque era un paladín ceñía en su cabeza el yelmo de un bárbaro, cuyo resplandor por minutos me cegó y cuando le vi detenidamente, en su frente tenia tres runas sagradas brillando como fuego incandescente NEF, SOL, e IHT. Jeremiel me dijo que se había ganado el justo derecho de portar ese yelmo al derrotar en las batallas helénicas a Eupator IV quien lo había recibido de la misma forma de Helden el Temible.
Llevaba también, una capa real de colas de armiño, como se enviste a los monarcas normandos y una gran almadena en su mano que solo Él podía manipular como si de una liviana vara de cedro se tratase, su nombre era el Rompe Rocas del Rey.
En su cuello una lustrosa medalla con cadena, llamada el Himno del Serafín, la cual recibió de un ángel de esa categoría llamado Ismual que fue el encargado de darle el llamamiento en su reino y que peleo y lamentablemente cayo abatido en la batalla para liberar el sur del Río Elba de donde Armand provenía para librar su paso hasta llegar a donde el Ejercito de la Luz y los Estandartes de la Libertad estaban acampando.

Vi también junto a Él, muchos héroes de grandes batallas humanas; los contemporáneos y los revividos por Dios para esta monumental empresa. Vi al Libertador Sazabi de la región más septentrional del Asia menor y en su mano blandía el Cobalto Redentor, y con ellos al gran Leoric, fundador de la mesa de los paladines Zakarum y defensor del Gammadion y del santo Grial quien empuñaba a Viento Gélido, la espada críptica, también el príncipe Aldur de las tierras del Oeste y al Rey Sigon de las lejanas montañas del Tabor; quien lucia su flamante Acero Completo y a Bul Katho el Hechicero, a los cuatro guerreros míticos del reino de Orphan; Whitstan, Giullaume, Whilem y el poderoso Magnus, al rey merovingio Hwanin, los arqueros de la reina Vidala, los guerreros del poderoso Isenhart y los batallones reinantes de Iratha en el mar báltico, aun los paladines del templo normando de Milabrega, todos estaban allí y los caballos, los carruajes, las catapultas todo dispuesto para la gran batalla...

-"¿Batalla?...Esto que te muestro no es una batalla Khalim... es una guerra," interrumpió Jeremiel, "Es visión de una guerra santa," dijo me.

Y cuando vi a gran ejercito en la fortaleza del Pandemonium, vi también un gran ejercito listo en Harrogat y en el Cañón de los Magos Horadrims, miríadas de hombre y Ángeles esperando el grito de ataque de Tyrael, de Jeremiel y de Israfil cada uno comandando un ejercito. Vi las banderas y los estandartes flameando; el de Sazabi con sus tres esferas y el de Orphan con sus dos Leones alados rampantes, La poderosa Águila de Hwanin y el Dragón tricéfalo de Crenia de Milabrega, las tres piernas armadas de los ejércitos de paladines de Leoric; defensores de este símbolo, el Gammadion, y los estandartes de los Ángeles cada uno con la letra en un lenguaje único y creado antes de la fundación del mundo, todos estaban allí: Al-lef, Beth, Gui-mel-Da-let, He, Waw, Za-jin y muchos mas contando cincuenta estandartes de lo que parecía ser seda lustrosa brillando con luz propia. Todos, estaban allí y estaban esperando, siempre esperando...

Capitulo III: La Guerra de los Estandartes.
I vi cuando los Ángeles gritaron su grito de guerra y se abrieron las puertas del Pandemonium y las fuerzas lideradas por Tyrael, avanzaron a las Llanuras de las Desesperación, a pelear contra Diablo y sus ejércitos que parecían ser millones tras millones de esbirros y demonios de diversas clases, así fue en todas mis visiones.
Al mismo tiempo que otros ejércitos salieron de Harrogat rumbo al monte Arreat comandado por tres héroes bárbaros protectores de la Sagrada montaña y su Fortaleza; Talic: El Defensor, Madawc: El Guardián y Korlic: El Protector y el mismo Arcángel Israfil, quien volaba sobre los ejércitos de Harrogat protegiéndolos y atacando con el Respiro Divino a sus enemigos. Salieron de las puertas sacras de la fortaleza para pelear contra Mefisto y sus caudillos.
Y los ejércitos de Kul el Grande quien peleo codo a codo con Jeremiel el Arcángel que cantaba la poderosa canción de M'Avina con su fulgurante espada, Tal Rasha con su gran poder y Tran Oul con sus avatares de acero, los ejércitos del templo de Samar al sur de Lut Gholein, pelearon hasta el amanecer contra Baal y su ejercito del mal.
Las peleas parecían no terminar nunca. Y los Ángeles y los serafines, los querubines y los hombres; todos parecían ser uno peleando contra los demonios, las espadas de acero y las de luz, las saetas de cedro y las de flama, los escudos de armas y los estandartes todo se mezclo en una cruenta guerra, donde vi caer a tantos y de tantas formas que me costaba escribir lo que veía, porque no habían palabras en el lenguaje humano para los horrores que presencié. Hasta que de pronto un severo revés a las fuerzas del mal, genero el des balance y el avatar del bien sucumbió las fuerzas del averno hasta que los tres caudillos fueron derrotados... vapuleados y asesinados.

Vi como Diablo peleo cuerpo a cuerpo con Leoric y herido lo vi morir en las manos del ataque combinado de Tyrael y Armand, lo vi amarrado por el sortilegio de Bul Katho y vi cuando Sazabi enterró el Cobalto Redentor en la corona de su cabeza, cuando ya estaba sometido en el suelo. Vi cuando Tyrael tomo la piedra del alma de Diablo y vi cuando recibió la de Baal de manos de Israfil, porque había sido derrotado en el Cañón de los Magos Horadrim mas allá del Santuario Arcano y su cuerpo sin alma había sido amarrado en la piedra sagrada de Katham en el Templo del Sabio Tal Rasha, donde los Ancianos Horadrims unían su poder para mantenerlo con vida y amarrado en este mundo y la de Mefisto de manos de Jeremiel quien había huido de Harrogat moribundo y había sido brutalmente asesinado en Kurast por los siervos de Zakarum, los Lobos de Hierro y principalmente por Ismael El Exordio o "El Que Abre", quien lo espero salir del portal en la Torre Negra y lo decapito tras empujarlo a las huestes de la Luz que lo esperaban en su Represión, los que lo masacraron. Así los restos de Baal descansaron desde ese momento en un templo en el Cañón de los Magos y los de Mefisto en la Torre Negra en Travincal, bautizada desde entonces: La Represión del Odio.

Hasta aquí todo parecía estar bien. Las fuerzas celestes fueron llamadas en repliegue al cielo porque el mal había sido extirpado de la tierra. Sin embargo los ejércitos humanos que tenían tan alta la moral hicieron que Tyrael tomara la decisión de avanzar al infierno por medio del portal en la Represión que vigilaba Ismael. Quien al recibir la orden divina retorno junto a los otros Ángeles, mas por orden de Tyrael mantuvo una vez mas abierto el portal para que todos los héroes de las batallas comandadas por Jeremiel e Israfil avanzaran al Pandemonium, para que se unieran al Ejercito Libertador de Tyrael quien había decidido liberar el averno del mal, destruir los tres círculos y asaltar la fragua, a sabiendas de la negativa de Divina a este propósito.

Capitulo IV: La Desobediencia de Tyrael
Sin embargo, otro revés en la historia vi... Las piedras de mano de Tyrael desobedeciendo a Dios quien ordeno el repliegue las fuerzas celestiales y la restitución de las piedras al cielo, fueron dadas a Izual, General Mayor de Guerra y Lugarteniente de Tyrael, quien junto un gran batallón de hombres fuertes y heroicos; Campeones de estas tres batallas, fueron dispuestos para asaltar la fragua del Infierno y así destruir para siempre a los tres. El gigantesco ejercito de hombres se dividió entonces en dos partes iguales uno seria comandado por Izual y el otro por Tyrael quien también recibió el apoyo de Israfil y Jeremiel los que también cruzaron por el portal. Para esta segunda etapa de la guerra solo tres seres celestiales ahora estaban entre los hombres, solo quedaba luchar y aguantar hasta el final. Aquí fueron recibidos por los santos inmortales que se ganaron este titulo, cuando hicieron descender a las malebolgias y a los demonios al encierro en el averno cuando cayeron a la tierra: Jamella y Halbu, los que al ver a Tyrael con aperos de guerra abandonaron el Pandemonium y lo acompañaron a la batalla. Así avanzaron internándose en el Infierno hasta ya no ver el santo bastión del Pandemonium.

Esto cambio las cosas en la tierra: Muriel, una súcubo de la corte de Jebual salió del Infierno y haciéndose pasar por una hechicera enviada por Akara la Sacerdotisa, robo el Bastón Horadrico para poder liberar a Baal, sin embargo fue descubierta por Tal Rasha el que al reconocerla la maldijo y la encerró en el mundo mortal, además la condeno a vivir por la sangre de terceros y sin posibilidad de mirar la luz del sol nuevamente, para que nunca tuviera descanso y su tormento fuera eterno. Algunos dicen que huyo al Oeste cerca del Santuario por las cercanías del campamento de las Arpías otros dicen que simplemente murió o volvió al infierno. Tal Rasha separo entonces el Bastón y lo envió guardar por partes separadas a lo largo del desierto entre las cavernas y templos que por esos lugares existen. Solo los Horadrims saben descifrar el nombre de las piezas del bastón y en que lugar del desierto se encuentran desde entonces.

Capitulo V: Rumbo al Santuario de Aghamenon
Ahora presencie, como entraron en la Ciudad de los Malditos, tras asolar las Estepas exteriores y las Llanuras de Ithok o de la Desesperación y vi como raudamente ganaron terreno avanzando a paso firme matando y librando del mal a estas oscuras dimensiones del espacio abismal. Vi como entraron en el calor del Río Flameante y cuando Tyrael se despidió de Izual y su ejercito, quienes avanzaron unos al este y los otros al oeste del Río de Llamas, cada uno con su ejercito. Unos para ingresar a la Fragua del Infierno y destruir de una vez por todas las piedras del alma, Y los otros para asaltar el Templo del Caos y abrir uno por uno los tres círculos abismales.
Vi la pelea de los héroes en el Templo del Caos y los generales de Diablo batallar sin cesar, estaban Behemoth, Belfegor y Amduscias quienes enviaban demonios a morir al frente y como los hombres caían abatidos por las espadas oscuras del mal. Allí fue cuando el verdadero poder de los héroes relució y hasta parecían Ángeles al pelear, derrotando a los cuidadores de la Estrella de la Oscuridad y abriendo los cinco símbolos que protegen el sello de la estrella. Cuando el ultimo demonio sobre el Templo del Caos murió... Se abrió la Estrella de la Oscuridad en medio del templo y con gran furia Tyrael clavo su espada en el centro del mar vítreo debajo de la estrella, lo que genero una grande explosión, y se abrió la puerta al primer circulo, Hades.
Hades esta ubicada en la región de Zinar, del Infierno de las almas errantes e imponente estaba allí la estatua de Aghamenon, una malebolgia que murió en el asalto al Cielo y que es venerada aquí por los demonios como un dios, tras él La Catedral de Astoreth lugar de Jebual. Las batallas que sucedieron a continuación fueron monstruosas, Tyrael, Jeremiel e Israfil lucharon contra seres espirituales tanto o mucho más fuertes que ellos, y vi a los héroes, a los gigantes a todos los hombre de fama caer uno a uno tras avanzar hasta llegar al trono de Jebual, y la lucha que se sucedió a continuación simplemente no era de este mundo Tyrael mismo lucho tres días completos con Jebual. Ellos dos solos encerrados en la sala del altar. Vi cuando Tyrael se quito él habito sagrado que lo recubre y vi su Armadura de Luz, y con ello casi enloquecí. Antes de ver esta visión, Jeremiel me advirtió que esto podía pasar pues la naturaleza de las visiones no caben en la comprensión humana.
Después de un enorme ataque Tyrael ensartó su espada de luz en la hebilla del cinturón de Jebual, luego grito siete letras en tetragrámaton, que es el idioma de los Ángeles y Jebual cayo muerto. Al ver esto un piquete de Ángeles volvió a descender para apoyar al ejercito que tan lejos había llegado. Fortalecido el ejercito, asolaron el santuario y todos los batallones de guerra del ejercito de Caos, cayeron en manos de los héroes y los Ángeles en esta batalla, dejando libre el paso y solitario el santuario. Así salieron del Santuario de Aghamenon, el maligno, a cuya estatua situada a la entrada del templo, Jeremiel quito la cabeza de un certero corte de espada. Luego caminaron por la Llanura Negra de Petor, hasta los acantilados del Temor...Sin ver mas que territorios agrestes y humeantes, como si una interminable guerra hubiese sido llevada a cabo en estas desoladas dimensiones. Vi a Tyrael avanzar con natural sentido de la orientación, de la misma manera a Jeremiel, e Israfil. Al campeón Halbu y a la sacerdotisa guerrera Jamella, quien ahuyentaba a los esbirros con el Adagio que pronunciaba su Citara. Los vi caminar a paso seguro por esos lúgubres acantilados llenos de huesos y cráneos, hasta que por fin se detuvieron para contemplar la magneficiencia. El ultimo lugar santo en esta tierra desoladas y dadas por entero a la maldad. El monte Aram, imponente e iluminado, sacro a lo lejos cruzando el valle de Lirh-naz y el En-Roquel, llamada la fuente de la culebra grande. Sobre Aram, las Torres de Hamat... Hamat, nunca creí que existiera... que existiera la Fortaleza Santa de Hamat, hasta que la vi y al incólume estandarte del cielo flameando en la cruz mayor del torreón norte. Hamat esta allí delante y yo era el primer humano al que se le revelaba este secreto...

-El segundo...rectifico Jeremiel, el primero fue Zakarum quien recibió esta misma visión hace quinientos años antes de tu nacimiento.
¿Porque yo Jeremiel?, aun no soy un sabio ni menos un anciano, a veces soy imprudente y en ocasiones soy torpe, temeroso y vacilante. Solo soy un joven ¿Porque a mi?
Por decisión del que es Mayor que todo, Dios; Sólo el sabe sus designios y mi trabajo es llevarlos a cabo no interpretarlos ni menos juzgarlos, ahora sigue poniendo atención...aun ni siquiera has visto nada...

Y continué viendo...Tras bajar por el valle de Lirh-naz que significa el Valle de Desasosiego por la naturaleza de su paisaje petrificado y lleno de estatuas de lo que parecía se una batalla librada y en cuyo momento, un extraño poder había dejado como una foto de piedra, estática, inamovible, pero presente. Mas en los combatientes no vi ningún hombre o ángel, solo demonios y monstruos abismales guerreros de todos tipo, aun algunos me parecían mitológicos, todos pétreos, como si hubiesen recibido el ataque de cientos de gorgonas cabellos de culebra, como las que habitan las Islas del Ileon.

Entonces, Jeremiel me dijo: "Estos son los despojos del Motín de Orian, la primera, la ultima y la única batalla, en que los demonios comandados por Orian el Cruento, trataron de avanzara a Hamat para tomar posesión de ella. No contaban con que sus cuidadores eran los Serafines Meliel y Misael que con un solo ataque combinado destrozaron las almas de sus enemigos y los petrificaron". Así vi que junto a ellos todo el paraje es ahora una gran estatua de granito, como advertencia de la entrada a los Dominios de la Fuerza de Elite de Dios. Ellos son los carceleros y los que no permiten el paso a Belial ni menos a Absolom hacia la superficie, ni la comunicación de Jebual con ellos, porque el poder que poseen es tan decisivo que solo dos de su clase se necesitan para mantener el control en esta zona del Averno y ellos estaban esperando a Tyrael y su ejercito...

Capitulo VI: La Maldición a Jamella
Cuando salieron del bosque pétreo que rodea al Monte Aram y en cuya extensión se encuentran las estatuas de miles de demonios y seres de la oscuridad que vieron algo que los aterro a tal grado que quisieron huir, mas fueron reducidos a granito, en aquel mismo instante. Intuyo por las expresiones de terror en sus rostros. Llegaron a un gran pozo de agua, cuando muchos se aprestaron a ir a beber, Israfil grito:"Alto ahí", muchos se detuvieron y otros por la sed de días combatiendo y sin ver una gota de agua corrieron a la orilla del pozo. Fue cuando demonios Señores del Pozo dividieron las aguas y en el medio vi una gran puerta la que era contenida con cadenas, que los Señores del Pozo desataron y apareció una enorme criatura como una gigantesca culebra, con dos cabezas...era una hidra como las que leí en los cuentos helénicos, o eso parecía.

Israfil, dijo Kul... Leoric, a mi señal cada uno le cortara una cabeza. ¡Si! ...consintieron los aludidos.
Mientras el reptil escupía fuego por sus dos bocas y profería maldiciones contra el ejercito y sus comandantes...
Se oyó de entre el ejercito:... "No...No lo hagan, porque solo una cabeza miente y una dice la verdad"... dijo Jamella, "Se trata de Og el Oráculo del Pozo. En un tiempo fue la bestia que trasportaba sobre si al inicuo Petor antes que fuese derrotado por Mi en los acantilados. Fui yo quien le encerró en este pozo con el Maleficio de Zoel. por eso esta obligada a decirme la verdad, porque yo llevo conmigo la Joya de la Verdad de Zoel en mi armadura. Solo a mi me dirá lo que le pregunte, esta obligado a hacerlo...No es así Og"....
"Jamella me las vas a pagar,...rugió la sierpe, "Hoy que abandonaste el Pandemonium, será tu muerte". Entonces Jamella desenvaino una gran espada única que emanaba luz como el sol y que hacia que su citara sola, escribiera poemas en el viento acerca de la Batalla en la Llanura Negra de Petor. Se llamaba la Ira de Petor, saqueada a este maligno ser, tras su muerte.
Con ella en su mano le apunto y le pregunto; a la primera cabeza: "¿Izual va en camino a destruir las piedras de alma?"... y la a segunda cabeza: "¿Jebual esta muerto?"... Como Jamella sabia que ambas respuestas eran positivas, si Og respondía negativamente a una de ellas, esa seria la cabeza que mentía y debía ser cortada. Así luego de descubrir cual era la mentirosa, le preguntaría a la veraz, Cual era el punto débil de Absolom, para darle muerte.

Sin embargo la serpiente le dijo: "Izual nunca a pensado destruir las piedras del alma"...Tan pronto hablo, Jamella de un potente ataque le corto la cabeza. Así la segunda cabeza dijo..."Y Jebual no esta muerto...". Desconcertada Jamella ya que según su percepción la serpiente le había mentido dos veces, la corto por la mitad y ejecuto el Noveno Réquiem de la Absolución para cerrar el Oráculo, sellar el pozo y el alma de la serpiente. Mas en su agonía Og le dijo: "Me has dado muerte sin razón por eso, te maldigo y que la anciana guerrera que eres descanse en tu cuerpo juvenil para siempre"...Luego murió. Después de eso, Jamella cambio, parecía tener la voz de una anciana, aunque tenia el cuerpo de una lozana guerrera. Con esto se perturbo aun mas Jamella, porque. para que la maldición del Oráculo fuese hallada justa y se cumpliese este debía haber dicho la verdad aunque fuera por una sola vez...
Después de este acontecimiento comenzaron a internarse en la llanura baja de Aram y a subir el escarpado Monte Aram para llegar a la Fortaleza de Hamat...La Innombrable

Capitulo VII: Los Guardianes de Hamat
A su paso salió un gran hombre brillante que parecía ser un ángel de la Elite Guerrera de Dios. Media como tres metros, estaba como hecho de oro lustroso y sus ojos brillaban como dos estrellas, de pronto de su espalda salieron como tres pares de alas, y se lanzo en picada en un vuelo veloz a encontrar a Tyrael.
Creo que estaba parado en el camino a unos cuatrocientos metros pero su vuelo fue tan raudo que en un segundo parose frente a Tyrael y le dijo: "Si eres Tyrael el Arcángel respóndeme lo siguiente":.. Y hablando como a gritos ensordecedores, que parecían truenos, aunque al ver su rostro, El no parecía gritar. Pregunto en un idioma que no supe descifrar y que prácticamente no oí pues aunque me cubrí los oídos con las manos, escuchaba los truenos ensordecedores.
Tyrael sacoce la cogulla que portaba como habito y respondió en el mismo idioma, como de trueno o relámpago. Y su conversación por ratos me dejo sin oír. Aun creo que, sangre de mis oídos broto por instantes. Luego de esto, abrazo fuertemente a Tyrael y cayo de rodillas, luego le reverencio y en idioma humano le dijo: "General tu ejercito espera tus ordenes".
Tyrael le contesto: "Ponte de pie Misael, no vengo solo"...Así se le acercaron Israfil y Jeremiel, quienes también se quitaron los hábitos y se mostraron tal y como eran y como aun no los había visto, con su armadura de oro blanco brillante, ribeteada de oro amarillo e incrustadas en gemas con largas capas de lo que parecía ser seda al viento y sus alas parecían etéreas y cubrían una basta extensión de terreno a la redonda. Fue tal el brillo que provocaron los cuatro que el sol parecía estar entre ellos.

Al verlos Misael dijo: "Mis señores que deseáis en este lugar".
Queremos entrar en Hamat y reponer fuerzas para avanzar al Templo de Kemos... respondió Israfil
Llévanos hasta allá, Comandante. Dijo Tyrael...
Y Misael se puso de pie y dijo: Sígame Coronel, las puertas de Hamat te esperan a ti y a tu ejercito...Así avanzaron a la Fortaleza Santa de Hamat.

Al llegar arriba otro ser espiritual brillante con una espada como un aspa que giraba a gran velocidad y cerraba el paso al patio de mármol y estatuas que era la entrada a la fortaleza. Y que estaba de pie en el alto del Arco triunfal que daba entrada al patio exterior de Hamat. Exclamo: "¿Quien avanza por el suelo prohibido de La Innombrable?"...
Yo Teniente Camiel, Tyrael, tu Coronel y tu Señor, Conmigo tu General Israfil y tu General Mayor Jeremiel.
Entonces, Camiel detuvo la espada que giraba sin cesar y la ciño con su mano para permitir el paso y desde lo alto del Arco Triunfal del Sagrario en la entrada de Hamat, en donde siempre esta parado con un pie esperando el mas mínimo movimiento para abatir a los que se acercan. Exclamo: "Bienvenidos, Magneficiencias." ¿Pero quien son los que os siguen...Requiero esta información... dijo?

Capitulo VIII: Hamat
Hadriel el ángel dijo: "Somos los que peleamos a tu servicio y que hoy lo hacemos nuevamente bajo las ordenes del Libertador Tyrael"...
Halbu acoto: "Somos los Patriarcas, los santos valientes de la Luz que un día combatimos para encerrar a las malebolgias en este mundo bajo el estandarte de Dios...
Leoric dijo entonces: "Todos venimos hasta aquí librando mil batallas y necesitamos reparar nuestras armaduras, afilar nuestras espadas, comer, beber agua y reponer fuerzas. Pero si nos impides el paso no retiraremos y pelearemos por nuestra cuenta el camino que nos queda. Si eres aliado de la Luz y del Bien, te imploro Serafín, déjanos entrar en Ham....
"No lo digas mortal"...le susurro al oído Camiel el Serafín, quien de lo alto del arco, ahora se encontraba al lado del paladín con la espada divina que portaba en su cuello y lista a deslizar. Y Camiel continuo diciendo: "Porque todo aquel que no es un ángel o un santo no puede decir; Hamat, que es una palabra prohibida a los de tu clase"..., luego envaino su espada y les dijo: "Les dejo continuar mas cuando os refiráis a esta santa catedral y fortaleza, llamadla: La Innombrable...a menos que Dios os conceda la gracia y la santidad"

Así se abrieron las puertas de Hamat, La Gran Fortaleza Catedral de Dios al otro lado del primer circulo y que de donde la profecía indica aparecerán las huestes de Dios comandadas por los mayores que están en el cielo y que no se han comunicado nunca con los humanos para vencer al mal. Además aquí se encuentran las Cadenas Sempiternas que mantienen la dimensión del abismo separadas de la realidad. Estas cadenas Arcanas, son portadas como cinturón por el arcángel Israil, quien es el custodio de este sacro lugar. Y quien esta sentado en el salón principal del templo.

Lo que a continuación vi era inconmensurable, la belleza de Hamat y los ejércitos de Ángeles que allí había cantando alabanzas a Dios, la belleza de su exquisita decoración y la gran cantidad de héroes humanos de guerras ancestrales que había aquí: Los Patriarcas y los Santos entre ellos estaba Harod el Anciano héroe del encierro de las malebolgias en Anon en el antiguo Jordán y el mismo Ahimelec quien portaba la espada del gigante Goliath. Todos saludaron con gran cariño a Ejercito de los Estandartes de la Luz, les animaron y los confortaron.
Cuando vieron a los tres arcángeles entrar en el salón oval del palacio todos incluyendo los Ángeles, cayeron de rodillas y les hicieron reverencia y no levantaron las cabezas hasta que estos habían abandonado el salón, porque grande era el respeto que debían mostrar ante estos magnificentes héroes. Y si tres de su clase venían a juntarse con Israil, era como para temer y respetar con sumo fervor.
Así pues, Tyrael, Israfil y Jeremiel, se dirigieron entonces al salón mayor para reunirse con Israil el arcángel mayor quien requería noticias sobre su presencia aquí. Vi entonces cuando se dirigieron al Salón Mayor que estaba custodiado por dos Querubines, quienes abrieron las gigantescas puertas y tan pronto como se abrieron vi por unos segundos un enorme hombre sentado en un trono cuya presencia daba terror por el aura poderosa y titánica que emanaba, parecía hecho de puro poder, luego se cerraron las puertas, es todo lo que vi de la reunión de arcángeles, aunque para mi había sido suficiente. Parecía que cada vez que veía estas verdades celestiales me envejecía un poco mas, no se si era por el tiempo que tomaban las visiones o por la naturaleza de las imágenes que veía.

Capitulo IX: El Promontorio y El Templo de Kemos
Aun en Hamat reunidos en el Salón Mayor, llamado el Promontorio o la sala donde las fuerzas del alto mando de los cielos se reúnen en Hamat y en donde guardan las armaduras milenarias, que ocupan en caso de guerras de alto poder destructivo, como la sostenida en el cielo tras las expulsión del mal o la del encierro sempiterno en el infierno a malebolgias. Aquí se reunieron Jeremiel, Tyrael e Israfil con Israil el Único, quien tras conocer los planes de los tres arcángeles visitantes ordeno la apertura de Amenaptor o el Salón Santo y el mas protegido secreto de esta fortaleza.

Jeremiel me explico que Amenanptor es un salón sin tiempo ni dimensión única conocida, en el coexisten dos portales siempre abiertos que solo sirven de ida. Astartis y Asterion. Astartis, es en paso hacia la parte mas superficial del infierno en un tiempo ancestral, el cual da salida a una catedral en el antiguo Jordán en un ahora desconocido lugar llamado Anon. Jeremiel me dijo que por aquí, las fuerzas celestiales y los héroes patriarcales hicieron entrar a los males fundamentales Absolom, Belial y Jebual con sus ejércitos hasta Amenaptor, donde no hay tiempo ni escape y los hicieron avanzar por Asterion.
Es sabido que como mandato de Tyrael los Patriarcas y los Héroes Arcanos tomaron cada uno una piedra de estas extrañas latitudes, como recordatorio de la fecha en la que el mal fue abismado, y después por la gracia divina fueron convertidas en finos y extraños artículos de joyería, los que tras la muerte de los héroes arcanos quedaron perdidas por los territorios que estos recorrieron.
Asterion en cambio es la entrada al lugar mas profundo del infierno conocido, hoy el Desierto de Nekur, por el demonio que custodiaba el otro lado del portal en las cercanías del Templo de Kemos en el segundo circulo Tártaro.

Tras su despedida, salieron del Salón Mayor los tres arcángeles haciendo reverencia a Israil y llamaron consigo sus ejércitos. Así Hadriel el ángel condujo un ejercito por Astartis a librar el paso del Jordán de donde están emanado los demonios a la superficie. Sin embargo, Tyrael con su gran ejercito descanso una segunda noche para cuando saliera la tercera alba cruzar por Asterion al segundo circulo Tártaro, a luchar en el Templo de Kemos con Jebual: el segundo mal elemental. y de donde no hay ya manera de salir.

Al otro día comenzó la despedida, Tyrael había recibido un mapa detallado del Infierno de manos de Israil quien, no pudo acompañarle y no dejo que ningún ángel, ni santo, ni héroe de los que estaban en la Fortaleza "antes" de la llegada del ejercito de Tyrael, abandonara Hamat porque ellos también estaban esperando el llamado para la Gran Guerra de Dios, y no iba a desobedecer las ordenes directas de su Padre, aunque la causa de Tyrael, parecía justa. Sin embargo, las armaduras fueron lustradas y bendecidas y las armas fueron afiladas y puestas apunto en la fragua que allí se encontraba y que era manipulada por los Ángeles. Así los equipos se transformaron en equipos de Elite y estaban listo para recibir los embates del enemigo mas fuerte.
Para cuando los tres arcángeles, los Ángeles y los héroes que formaban parte del Ejercito Libertador de Tyrael, abandonaron la gloriosa Hamat, rumbo al segundo circulo en el templo del diabólico Kemos; el sacrificador de niños, a través de Asterion se oyeron los Cánticos de Bendición, que entonaban los coros de Ángeles por su ordenes, los guardias de Corps y los santos.
Aun Israil cantaba con fuerza y fervor como presintiendo algo que no podía predecir, pero que le robaba la tranquilidad, era como si el lamento de muchos se fuera a oír pronto o como si uno de sus queridos hermanos, ya no fuera a volver a ver jamás... ¿seria Tyrael?, ¿seria Jeremiel?, o ¿seria Israfil?...No los había abrazado y mirado lo suficiente durante, dos mil años en los que había estado recluido aquí en el santo paso de Aram, cuidando la Fortaleza de Hamat, como para perder definitivamente a uno de ellos: Para El, la sola idea por veces le hacia vacilar y querer abandonar Hamat para seguirlos al Tártaro...

Hasta que una voz como la de un hombre se oyó en el fondo del Promontorio y en todos lados de la sala como si miles de voces hablaran al unísono, que dijo:
"Tu sabes que no podrías seguir el camino de la desobediencia...¿Verdad?, Bien sabes el precio que se ha de pagar por ella. Lo que pase, debe pasar, ya llegara el momento de tu ira, mas a Tyrael no seguirás pues. ante estas vacilantes sombras de luz ya se ha dirimido en el cielo y dictaminado sentencia: Solo uno volverá, el otro rebajado al cielo no ascenderá jamás, mas otro morirá...En Hamat es tu lugar y donde permanecerás...Es orden, mandato y Ley"
Entonces Israil, apesadumbrado se sentó en su trono y dijo: "Así lo haré Gabriel...Así lo haré."

Camino al segundo circulo; Tártaro en la rivera del mar sangre de Balaam Kilat fue avistado el Templo de Kemos lugar de Belial el Gigante de Seis Brazos y los ejércitos de Belial salieron por montones y atacaron con tal bravía que la batalla podría haber durado muchas horas o muchos años, no lo se. Belial hizo sonar su Cuerno Difamador y llamo a su lado a los demonios que fueron considerados dioses en la faz de la tierra durante los dos mil años que el mal abismo al hombre. Los dioses de los miles de pueblos y naciones paganas se mostraron con su real apariencia y poder y cada uno con sus ejércitos de demonios menores según su clase. Allí acudieron al llamado Molek el cruento, también Milcom y Astoret, Magog, Asdod y Dagon, Doeg, Zoba e Istob los sumerios y los caldeos, los cusitas y los cananeos, los samarios y babilónicos todos estaban ahí, cada uno con sus legiones haciendo un gran bramido de maldad. Aun el chacal Anvil, llamado en la tierra Anubis, Jezrel y Jezubal, Zebub aun el atlántico y cruel Kemos que se puso al mando de Belial. Todos esperando el grito de guerra de Belial, quintuplicando en numero a los que provenían de la Luz y el Bien. Hasta que Belial grito: ¡A ellos!...Entonces, entonces creo que ni Jeremiel pudo mirar lo que yo vi...

Vi morir hombres y Ángeles, vi morir a Kul decapitado y desmembrado, a Sazabi, Aldur y a Isenhart todos uno tras otro parecían grillos peleando contra osos, hasta que Leoric El Magnánimo recibió de Jeremiel el secreto para matar a Belial primero un cántico antiguo que solo un hombre iluminado con la venia de los Ángeles podía cantar y Leoric canto y solo por veinte segundos Belial se petrifico y junto con el todo su ejercito del Mal. Con esto, los ejércitos de Tyrael salieron del Templo de Kemos o del Dolor y avanzaron al Hito de Menantaj antes del puente sobre el Río de Almas que conecta a la Basílica de la Ignominia, lugar de Absolom. cuando Belial despertó se dio cuenta que solo Leoric esta con el y se indigno de tal manera que le ataco como si de Dios mismo se tratase. Leoric que sabia de voz de Jeremiel que el secreto para matar al Belial era el Sacrificio de Banatosh, que consiste en: Tras invocar una oración en el correcto orden un hombre pío debe atacar con gran fuerza el pecho de Belial empuñando la espada por el filo para cuando esta entre, también lo haga la sangre limpia del campeón que será su asesino. Así es la "Redención de Belial y el Sacrificio de Aprendiz". Así Leoric El Grande dio muerte a Belial y este a su vez le asesino también, pasando a la inmortalidad de los héroes de la Orden de la Luz.

Después de cien años desde que salieron del Pandemonium. El tercer circulo estaba listo para ser abierto y los coros de Ángeles en el cielo y los que estaban en Hamat cantaron por Leoric, los Adagios de Los Iluminados y su cantar se oyó hasta estos recónditos lugares del averno. Y aun cuando se encontraban cruzando el puente sobre el Río de Almas, una grande explosión a lo lejos tras ellos enmarco la muerte de Belial y de los Ejércitos del Mal tras el Sacrificio del Aprendiz de Leoric, y cuyo espíritu había ascendido como uno de los santo a Hamat a esperar su revancha.

Capitulo X: La Basílica de la Ignominia
Ahora un cataclismo azoto todo la dimensión infernal y se abrió el tercer circulo Gehena y de este los ejércitos de Elite del Abismo, apareció Absolom... un gigante poderoso que aun mis ojos que solo veían la visión de la batalla le costaba mirar, por la maldad y suciedad de su ser. En esta batalla vi caer a los pocos miles que quedaban, ya solo los mejores como Hwanin que recibió de lleno la Maldición del Averno Orbital de Absolom y el ángel Albiel del Amanecer que recibió el Diablo Titánico de Absolom y quedo ciego para siempre.
Tyrael, Israfil y Jeremiel los tres combinaban su ataque para provocar algún daño a Absolom y oí la voz del Ángel mismo de Dios que grito el punto débil de cada una de las Malebolgias y de los demonios mayores, para que los héroes humanos aquí presentes lo tuvieran en cuenta. Después de esto llamo a su diestra a los arcángeles y a los Ángeles que apoyaban la resistencia de los humanos contra las malebolgias, los que después de un ultimo ataque mortal al corazón de Absolom se retiraron al cielo, mas no Israfil, quien por su amor a la humanidad se despojo a si mismo y desobedeció por segunda vez lo que le cerro definitivamente las puertas del cielo. También fueron llamados a su puesto de vigilancia los héroes; Halbu y Jamella que fueron recogidos por Tyrael y fueron puestos a salvo en la fortaleza del Pandemonium lugar, desde donde no se le permitió ascedender mas arriba al arcángel y se le encomendó permanecer aquí por siempre, que es lo mas cerca de los cielos que podría volver a llegar por su desobediencia.

Mientras los ejércitos de la Luz eran diezmados en el exterior de la Basílica, a manos de las fuerzas leales de Absolom que fueron los que sostuvieron una encarnada lucha y resistencia en el Cielo antes del destierro. Lucharon y aunque sucumbieron los héroes y santos que caminaron todo este camino con Tyrael y quien los había conducido a esta: "La Batalla Final que solo los hombres podía ganar", para la libertad de la tierra, también provocaron enorme daño y masacraron a las fuerzas mas dedicadas del mal.. Aquí presencie, el horror, el terror y la máxima crueldad en las luchas mas sanguinarias jamás relatadas y las batallas épicas que otorgaron a los hombres Las Galias que permitieron la escritura del Canto de los Héroes de la Luz que hasta hoy se canta en los Cielos cuando un héroe humano cae defendiendo el Bien y la Verdad.
Así cayeron abismados frente a los millones de demonios de elite de Absolom, Sin embargo de pronto aparecieron frete a ellos todos y cada uno de los que habían muerto tras su camino, Jebual y Belial junto sus ejércitos; incluso Diablo, Baal y Mefisto aparecieron aquí con gran poder, parecían renovados. Así sorprendidos los héroes humanos cayeron luchando hasta el final, cayeron como los mejores y se ganaron el Honor en batalla y los Cielos se abrieron para que los Ángeles recogieran las almas de los héroes caídos, antes que tocaran la suciedad e ignominia del Infierno y fuesen conducidas a las Glorias de los Valientes, también conocidas como el Vallhalla. Mientras los cuerpos caían abatidos los Ejércitos retornados del Cielo y los que estaban en Hamat, cantaron a gritos con lagrimas en los ojos el réquiem: "Hasta el final Tu yelmo he de calzar". Hasta que ninguno quedo con vida y el estandarte del tercer circulo fue alzado y el grito de "Gloria del mal" hizo callar las alabanzas y los cánticos una vez mas....

Absolom se interno en el salón del Altar Maligno, hasta aquí fue perseguido por Israil y Armand quienes convencidos de su poder, querían darle definitivamente muerte sin saber lo que estaba pasando en el exterior de las puertas de la Basílica. Mas presintiendo la muerte de cada uno de sus queridos amigos sintieron la sangre hervir de rabia y lo siguieron hasta donde Absolom se detuvo para hacerles frente, a solas.
Así quedaron encerrados Absolom Israfil y Armand quien en el Averno era llamado Demerack o el Martillo Redentor en idioma zenobita, quienes de conducir un ejercito de mil ciento cuarenta y siete valientes que habían logrado llegar al tercer circulo Gehena, se retiraron a pelear contra el ejercito de los Caduceos infernales de Absolom, campeones del averno algunos montados sobre criaturas como dragones o cancerberos escupe fuego, eran la Elite del Abismo que había ganado su primera y decisiva batalla. Solo quedaban dos: solo Israfil y Armand, todo dependía ahora de ellos.

Capitulo XI: El Ultimo ángel caído
Fue solo aquí donde vi la real importancia de esta revelación, Absolom tras haber cerrado las puertas del gran templo donde se encuentra su trono en el tercer circulo Gehena que se llama La Basílica de la Ignominia que es su mayor bastión, revelo su real secreto, y mostró ante ellos todo su camino hasta aquí, como su mas grande plan que había sido puesto en marcha muchos de siglos atrás aun antes del nacimiento de los que hoy habían muerto.

Dijo que había sido El quien abandono a propósito a Baal, Diablo y Mefisto a los hombres, pues tras este asalto a los tres círculos, ya no quedaban hombres vivos que pudieran detenerlos, si El les devolvía el halito de vida ya que podía hacerlo, así como a sus dos hermanos Jebual y Belial. Israfil le hizo ver que estos habían caído muertos en los dos círculos anteriores, y Absolom rió sarcásticamente y luego le pregunto: "Los mataron con el beneplácito de Dios?", que es la única forma en la que se puede matar a una persona celestial buena o mala por manos de un siervo de la luz. Israfil sabiendo que habían ido en contra del deseo de Dios se dio cuenta que todo había sido en vano y de rabia e impotencia cayo de rodillas y sollozo, Armand incose a su lado y le levanto... y le dijo a Israfil: "Por lo menos derrotamos a los demonios mayores que son los generales de Jebual, Izual ya debe haber destruido las pierdas en la forja",... y Absolom con su voz como un trueno dijo: "Eso también esta arreglado y mostró la traición de Izual y como este mismo tras entrar en la forja asesino a su propio ejercito a traición y como corrompió las piedras y había sido condecorado pomposo General de las Huestes del Mal por Azbuziel el Azote Espiritual".

Luego dijo: "Que aran ahora que todo fue un engaño y que los mejores elementos y los dos únicos que saben esta verdad morirán en el suelo de esta Basílica"... De inmediato se puso de pie Israfil y de una certera estocada en el cuello enterró su espada en el segundo de los cuatro puntos mortales de Absolom, pero este le tomo con ambas manos por los hombros y le dio muerte con un Choque de Fuego Espiritual, lanzándole contra un pilar del templo. Mientras aun no expiraba Israfil, le dio de su propia mano La Sortija de la Ultima Voluntad y la Espada de la Luz a Armand: tras esto oro en el idioma de los Ángeles, abrió con esfuerzo los ojos, miro a Armand y le sonrió, luego de esto expiro. y el réquiem desde el cielo se escucho en todas las dimensiones tangibles, porque: "Uno que amo tanto a los otros que entrego su propia vida, no podía ser ignominiado de esa forma". Así la caída de Israfil fue oída en todas partes y en todas las lenguas que Israil grito de ira y maldijo a Absolom desde el torreón norte de Hamat, con su Gran espada Expulsión angelical en su mano, alzada al cielo.

Capitulo XII: El Milagro de Ariel
Tras morir el arcángel Israfil, Armand ciño con fuerza la espada y dio un certero ataque a Absolom en el tercer punto mortal, le atravesó la boca. Tras esto solo quedaba el ultimo: "Atravesar su frente con el filo divino, retirar la espada y decapitarle", ya que si muere morirán todos los demás por la afrenta de este en el Cielo, ya que fue el motivador de la rebelión celestial y es El que esta maldito directamente por Dios. Si embargo después de este ultimo ataque, embistió Absolom con tal fuerza sobre Armand que le dio muerte instantáneamente. Cuando Absolom comprobó la muerte de Armand se dio la media vuelta y se retiro, sin embargo, la sortija en su mano resplandeció y el cielo se abrió por un momento y por la valentía de Armand se le concedió la ultima voluntad de Israfil; "Que este empuñara una vez mas la espada de luz, pero con manos de ángel antes de morir". Que fue lo que el arcángel pidió antes de expirar.

Así fue como Armand volvió a la vida transfigurado en un ángel llamado Ariel quien tomo la espada, grito la canción M'Avina de guerra celestial y ensartó la espada en la frente de Absolom, pero antes de que pudiera quitarla, este lo tomo por la cabeza y con su Espada Consorte del Diablo Titánico, lo atravesó por el corazón y le mato definitivamente. Armand en su lecho le dijo entonces: "Esta verdad se sabrá, que un DIA uno que es mi vástago, azotara tus puertas y reclamara mi Armadura del Rey Inmortal y ceñirá la espada de Israfil que esta en tu frente la retirara y con ella te decapitara y te dacha muerte"... tras esto murió y su alma se esfumo y solo cayeron al suelo sus investiduras. Y los cielos se cerraron y Hamat seso de cantar los cantos y Adagios para Armand, el único humano que clavo la espada de Israfil en la frente de Absolom y que peleo con tal bravía, había dejado de existir, para siempre. Como hombre, como ángel y como héroe.

Así termino esta historia que te he contado... Recuerda que esta es la historia de la mas grande de las guerras y los secretos para derrotar las malebolgias te los escribo directamente de mi puño y letra.

Para derrotar a Absolom debes encontrar a un descendiente de Armand que se un hombre pío discípulo de Dios y la Luz. Y El debe recorrer el camino de su ancestro y una nueva guerra milenaria estallara. Hasta que eso ocurra lleva este tomo que has escrito que es para tiempos venideros y guárdalos en un templo cerca de Travincal, como eres discípulo de Lam Esen entrégaselo a El, para que lo lea detenidamente y encuentre a un descendiente de Armand que sea digno de ser el Caudillo. También, toma este Rompecabezas que lleva tu nombre escrito con mana celestial, es un arma única es su tipo, pues fue forjada en la Fragua Celestial que se encuentra en Hamat y es el único testimonio que tienes de su existencia. Créeme, vendrán días en que deberás proteger este libro con tu propia vida. Ahora debo irme, he sido enviado y he cumplido ahora depende de ti."... dijo el arcángel Jeremiel y me abandono, con un arma celestial en mi mano derecha y en la otra un tomo escrito con tinta auriga sin encuadernación y con todo lo que el hombre debe saber para derrotar el mal y extirparlo para siempre de la faz de la tierra.

Capitulo XIII: Regreso a Kurast
Para este entonces, me había crecido la barba y parecía que habían pasado años escuchando sus relatos, viendo las visiones y escribiendo este tomo, cuando volví a Kurast nada era como lo había dejado todo parecía sombrío, y una extraña aura parecía atiborrar el lugar todos se peleaban contra todos por nada, parecía que el aire estaba infestado de odio, como si Mefisto anduviera suelto por el mundo otra vez.
Corrí por los muelles asustado vi a los lobos de hierro tomar las armas nuevamente y corriendo a reclutarse a las ordenes de Natalya, Ormus de quien se, es un buen hombre me ha detenido frente al monumento se Shimaa y me a dicho que huya, también me ha dado la daga del Resguardo Skatsimi; El Gibdin para que la lleve a Travincal y sea bendita por el Consejo. También me hablo de Lam Esen; "Ya no es el mismo desde que te fuiste, ya nada lo es"...me dijo. No le comprendí muy bien, pues, Ormus siempre habla en acertijos y sortilegios. Luego fui donde Alkor el maestro alquimista de los muelles y mi mentor en la Ley de Tibkal. El es el anciano mas versado en los antiguos manuscritos de Zubal Nacor, el profeta estigio, con el hable por un momento antes de correr donde mi maestro a la parte baja de Kurast donde estaba su kingul.

Capitulo XIV: Mi Estatuilla de Jade
Cuando inicie rumbo a Travincal, corrí y corrí, por la selva con un mal presentimiento como presintiendo que miles de ojos en mi camino me observaban y asechaban por mi. Hasta del pantano temía, ¿porque?, no lo se, algo me decía en mi interior que debía temer, por mi propio bien.

Mientras caminaba presurosamente al templo en la Calzada de Travincal pensé: "Are lo que tengo que hacer, cambiare los tomos y dejare el mío a salvo en el templo, luego subiré a Travical a informar al Gran Consejo y después dejare Kurast, viajare al Oeste y buscare en el anciano Deckard Cain la ayuda y la iluminación que necesito. Así le pediré a El que me acompañe en la búsqueda del heredero de Armand,

Sin embargo, debo admitir con pena que he perdido mi Estatuilla de Jade en la espesura del bosque. Mientras acampaba junto a una fogata, sentí como si las plantas y los arbustos se movían o algo en ellas lo hiciera, hasta tuve la impresión de que las zarzas tenían vida propia, entonces me asuste y corrí, fue ahí cuando perdí la Estatuilla de Jade que lleva mi nombre en su interior con un mensaje para algún sabio Horadrim, pidiendo por entrenamiento. Con ella, Deckard Cain podía haberme hecho su discípulo, si leía el mensaje en su interior. Es así como se acostumbra traspasar los discípulos de la verdad Zakarum a la de los magos Horadrims.

Como solo yo se abrir la estatuilla, nunca se enterara de que era mía, si la encuentran y la ve en algún comercio, ya que son muy apreciadas, por los mercaderes y los coleccionistas, el Jade no es un material que se de por aquí es traído de las laderas del monte Arreat y es intercambiada por bienes por los bárbaros de dichas tierras.
También perdí el Gibdin que Ormus me pidió llevara a Travincal para que el consejo recargara de poder. Este me fue arrebatado por unos extraños aborígenes en la espesura de la selva al caer la segunda noche de mi extraño viaje. Parecían pigmeos salvajes, pero tenían muy mal carácter, al parecer eran antropófagos, cuando les vi les ofrecí mi comida, pero me arrebataron todo mi equipaje de mano, allí estaba la daga sagrada Skatsimi, una reliquia invaluable. Cuando mostraron su rostro frente al fuego y vi sus caras y sus feroces dientes llenos de sangre, salí corriendo por mi vida, llevándome solo mi morral terciado a mi espalda y aunque eran muy rápidos, algo o alguien impidió que me echaran mano y me dieran alcance, aun así yo corría muy despacio y torpemente por la espesura del bosque, pero sentí de pronto como si el aire cogiera mi mano y me llevara raudamente por el camino, mis pies casi no tocaban el suelo, pase el pantano y entre en la parte Baja de Kurast, allí quede solo otra vez...Porque la presencia que me protegía y que me había acompañado todo el camino, de nuevo había ascendido...¿Quien era? No lo se, pero sin duda le debo mi vida...

Capitulo XV: Reencuentro con Lam Esen
Al llegar a la Parte Baja lugar de habitación de mi maestro, vi que la gente corría de un lado a otro, hasta chocaban con los árboles. Parecían confundidos o ciegos, corrí de prisa a la choza de mi maestro y allí le vi... mi maestro Lam Esen parecía perturbado, algo había cambiado en el, ni siquiera se alegro de verme de nuevo. Parecía un tanto rabioso y fanático de las artes oscuras, su tez había cambiado, parecía un tanto blanquecino y muy delgado, creo porque había pasado muchas horas o tal vez días leyendo y experimentando con agüeros y hechizos sobre la muerte en lóbregas mazmorras y nichos de cementerios atestados de ponzoñosas arañas y antiguas animas que hablan con los que les requieren. Mas me parecía un perchero andante; vacilante de aquí para allá. Hablaba de forma extraña como fascinado por el poder demoníaco sobre la muerte y a veces me hablaba en lenguas que yo no sabia descifrar.

En un momento de claridad, me reconoció y me dijo que un arcángel... Israfil le había revelado verdades y visiones y además que le había dictado un libro a escribir, y que se lo envió guardar en un templo cerca de la Calzada de Travincal, entonces las coincidencias me sorprendieron, mas guarde silencio y no le mostré mi libro, porque presentía que algo andaba mal. También me balbuceaba palabras, sobre los conocimientos que había adquirido para revivir muertos y que podía traer a la vida a algo mucho, pero mucho mas poderoso. Dijo que subió hasta Travincal acompañado de un errante y me relato un gran sacrificio de almas y profanación... no le entendí muy bien porque a veces se exaltaba tanto y gritaba de temor como si lo estuviera viviendo y no contando.

Me dijo que se interno en la Torre Negra donde estaban ocultas las cenizas de Mefisto. Que a cambio de revivir a algo o alguien, le habían prometido inmortalidad... luego gritaba, y decía: "Tal Rasha...Tal Rasha me obligo..." He leído sobre un sabio anciano Horadrim llamado Tal Rasha que habitaba el santuario arcano que lucho en las Guerra de los Estandartes y que según la visión que recibí de Jeremiel: vapuleo a Baal junto al ejercito de Kul el Grande y los avatares de Trang Oul el campeón de Samar, en el Cañón de los Magos, cuyo poder se compara al de nuestro profeta Zakarum o al del sabio Zoroastro. Hasta donde comprendo Tal Rasha era un anciano apegado al bien que custodiaba el cuerpo sin alma de Baal, aprisionado en su templo en el Cañón de lo Magos.
Después lloraba y reía y decía..."El portal...el portal esta abierto de nuevo"... Eran las pocas cosas que le entendí en su desvarío. Sin duda mi maestro había enloquecido por algo que había visto, vivido o hecho en mi ausencia.
Así fue como lo vi por ultima vez y me fui de ese insano lugar, fue la ultima vez que vi a mi querido maestro, ahora si que me sentía solo, el aprendiz que ayer fui, hoy requería que fuese un hechicero completo, no se si estaba preparado, por mi bien espero que si.

Capitulo XVI: El Bazar y la Parte Alta de Kurast
Camino al Bazar recordé lo que Lam Esen me había dicho acerca de un portal... Al portal al que se refería, no creo haya sido la puerta de Ismael El Exordio que se encuentra en el nivel tres de la Torre Negra.
Hasta donde he leído, este permanece cerrado y solo las criaturas celestes lo pueden abrir. Antiguamente comunicaba a los hombres con la fortaleza del Pandemonium, aunque puede comunicar a cualquier punto y dimensión existente si se recita correctamente el destino en lenguaje Shismaanico, y hasta donde entiendo ese dialecto desapareció de la tierra hace mil años sin dejar huella, ni siquiera los Skatsimi; los aborígenes mas antiguos de estas tierras saben descifrarlo. Por este portal mágico fue como Mefisto huyo de la Meseta Helada en Harrogat y apareció aquí en Kurast. Además, recuerdo que Lam Esen me paso su tomo el que el había escrito del supuesto Israfil y con insistencia me recalco que lo ocultara en un templo cerca de Travincal.
Antes de destruir el libro que Lam Esen me dio, leí su contenido un poco aquí y otro poco allá. Lo que ahí estaba escrito no podría se hablar en voz alta. Eran solo maldiciones y blasfemias contra el Bien y contra el Cielo, también hablaba de una guerra en la que el Infierno había sido el vencedor y como volvería a vencer una y otra vez. Además contenía los nombre de lo guerreros del mal y sus epopeyas. Parecía escrito en antiguo sumerio o alguna lengua maldita que al leer cambiaba la voz grotescamente y oscurecía el cielo y levantaba calaveras sepultadas en la tierra y toda suerte de mal aparecían frente, como si la lectura del libro, dotara a su lector de cierto poder maligno. Además parecía escrito con la misma sangre de Lam Esen

Cuando entre en el Bazar vi peleas entre los zakarumites, los fieles, los cantores de los templos y la gente que habitaba la zona. Todo parecía salir de una realidad bizarra, hasta las aves y las criaturas del bosque parecían malignas. Cuando me vieron se apresuraron contra mi. pero saque el libro maligno de Lam Esen, y lentamente leí. Al oír me reverenciaban y me abrieron paso, era como si el mismo Diablo pasara entre ellos. Así sin quitar mis ojos de los escritos del libro y sin parar de leer, baje por las cloacas rumbo a la claraboya que comunica al exterior de la parte Alta de Kurast, y seguí viendo criaturas extrañas que me reverenciaban a mi paso, mas cuando salí a la luz, no leí mas el libro porque no quería ensuciar mas el nombre de Dios con tanta expresión aberrante, cerré el libro y lo guarde aunque esto me costase la vida.

Sin embargo, cuando me aprestaba a retirar mi Rompecabezas el que Jeremiel me dio, oí una voz familiar. No saques el rompecabezas, aun no es el tiempo de usarlo...dijo. Era Tyrael, me había protegido en mi camino y no me abandonaría ahora. El había sido el viento que me había tomado de la mano y era quien me protegía todo el tiempo, fue quien le dio la Voluntad a Alkor, y es quien me llevaría a la calzada. me cubrió con su manto y nos hicimos invisibles, así caminamos sin hacer ruido, bajo la luna llena, El me protegió y no permitía que nadie me sintiera allí, así bien no me permitió ver lo que allí había, porque los templos del lugar no tenían luz, ni las casas, no había gente, ni música.
Era como si nadie viviera allí, precisamente en la capital y el centro religioso mas grande de la región, la parte mas populosa de Kurast la Bella, estaba silente, ausente, allí fue cuando realmente temí por mi vida, allí cuando la presencia que me protegía me dejo y antes de ascender me dijo: "Guarda el libro santo y ve a Travincal, ve lo que tu maestro hizo y redime su error, ahora vete y no mires atrás porque nada de lo que hay allí volverás a ver de nuevo, a menos que resultes vencedor, si es así yo mismo te llevare con Deckard Cain, si fracasas yo lo traeré aquí para que sepa de ti y te honre."

Así fue como por fin puse un pie sobre la calzada y comencé a caminar iluminado solo por la luna...Y recordé mi ultima conversación en los muelles de Kurast con Alkor mi mentor y lo que Lam Esen me dijo acerca del arcángel que le dicto ese malévolo libro.

Capitulo XVII: Recuerdos de mi mentor Alkor
Jeremiel me había dicho que Israfil había muerto en la Basílica de la Ignominia a manos de Absolom, tratando se salvaguardar a Armand y a la humanidad,... ¿Quien entonces había traído nuevas a mi maestro?, ¿quien había cambiado al apacible y sabio Lam Esen en el ogro demente en el que se había convertido?. Entonces, lo vi todo claro: Habían sido setenta años los que me tomo escribir el libro, setenta años donde todo cambio, ¿Como? No lo se.
En mi paso por los muelles, Alkor me dijo que hace una semana atrás un viajero paso por aquí un hombre extraño encapuchado como temeroso del sol, acompañado del que parecía ser su paje. Como Alkor es muy huraño y solo se explaya con libertad con los que sabemos y practicamos las ciencias ocultas y no regimos por la Ley de Tibkal, no le presto mas atención, pero si se había percatado de su mirada,... era la mirada de los siervos del mal, muy escasa por estos santos lugares.
En esa ocasión me cogió del brazo y me introdujo es su choza de prisa y dijo: "Ten cuidado Khalim todos andan como locos por aquí, no se que pasara mas allá de la selva, pero no ha de ser mejor que como están las cosas aquí"...Fue entonces, cuando le conté lo que me había pasado y le mostré el libro, mas una fuerza sobrenatural impidió que lo leyera, porque los caracteres escritos cambiaban de forma, cada vez que quería recitar los cantos. Entonces saco los huesos de Ain el Meiyiteh y los arrojo a mis pies, para leer mi futuro. Como esas ciencias no están permitidas para zakarumites jóvenes como yo, cubrí mis ojos para no leer el agüero, luego, El los recogió de prisa, se puso de pie frente a mi y me abrazo...Y de entre sus cosas saco lo que parecía un rollo de papel.

"Toma me dijo... Esto es para ti, yo también vi el ángel. Ayer estuvo aquí y me contó que había hablado contigo, me dio este pergamino enrollado y sellado con la runa Zod para que lo que esta escrito, no sea destruido jamás, aunque desaparezca el pergamino. No lo debes leer por ningún motivo, no es para tus ojos. Es una formula horadrica ¿creo?... esta escrita en runas zinaricas es de origen divino y se llama Voluntad y ahora es tuya, es tu voluntad...Tómala, tómala Khalim"...me dijo Y cuando la tome el pergamino brillo y un sonido como un suspiro salió de el, como si se alegrara de verme aun con vida.

"Ahora corre muchacho,...Corre", me dijo Alkor... "porque de entre todos nosotros los sabios de esta región, has sido escogido para cosas mayores, haz lo que el ángel te dijo, porque has sido bendecido para realizar esta encomienda. Nada te pasara en tu camino, El estará detrás de ti, hasta la calzada de Travincal. Aunque me temo, negra es la sombra que te espera en el Templo de Zakarum,... ha llegado la hora en que debes actuar, hazlo y estampa tu nombre, junto a los grandes."

Capitulo XVIII: Memorias del Templo abandonado
Al llegar al templo que se me había indicado, tome el libro maligno de Lam Esen y le arranque las hojas, sin embargo mientras arrancaba las hojas estas plañían y a la vez sangraban, parecían vivas. Solo deje la tapa, luego tome mi libro el que me dicto Jeremiel y coloque las paginas dentro de la tapa del tomo de Lam Esen, allí lo cosí como si la encuadernación del libro estuviera correcta, no quería despertar sospecha alguna. Así, si algún día me pasara algo, las personas leerán mi libro y sabrán los puntos débiles de los malignos para derrotarles y como podemos extirpar el mal para siempre.

Las hojas del libro maligno de Lam Esen las queme luego de orar la primera parte de la estrofa del cántico de M'Avina repetidas veces, ya que tanto lo había escuchado en las batallas angelicales que me la había aprendido de memoria. Las cenizas las triture en mis manos y su polvo lo esparcí por la oscuridad del templo. No quiero juzgar a mi maestro, todo lo que he aprendido lo sé de Él, pero presiento que el mal reside en El y ya no es ni la sombra del Lam Esen que conocí. Tomare mis cosas y llevare reporte al Gran Consejo en Travincal ellos sabrán que hacer, aunque presiento que estos son mis últimos momentos, algo me dice que debo ir allá, la Voluntad en mi morral me guía hacia allá.
Hoy acampare en este oscuro templo y escribiré las ultimas paginas de mis memorias que también, las añadiré al libro para que todos sepan de mí, por si algo me sucede en mi camino o al llegar a mi destino. También dejare una carta a Alkor y otra a Ormus contándoles la situación y que he perdido el Gibdin en alguna parte de la selva.

Mañana muy temprano cogeré rumbo al Gran Consejo de los Sabios Zakarum en Travical, que la luz guíe mis pasos y que este tomo sagrado que reposa en este templo y en la tapa del Tomo de Lam Esen sea conservado has
dalamar30 - 29 Jun, 2005 - 07:01 PM
Asunto:
Perdón este relato lo acabo de poner en la sección de actividades y luego he visto este concurso, espero que se pueda participar aunque repita post, si no pues me lo borrais. Por los pelos jejeje.

EL HECHICERO

3 años. Pero había merecido la pena.

Los hechizos eran realmente complejos: solo descifrarlos le había costado el primer año. La búsqueda de los ingredientes le llevó gran parte del segundo, y finalmente la preparación física para ejecutarlos todo el resto.

Hasta 3 años. Pero había merecido la pena.

Ahora que lo tenía ante sí, no podía por menos que sentir un orgullo desmesurado ante semejante trabajo. El poder que emanaba de él, su brillante filo y la perfección del resultado podían sentirse incluso sin tocarlo. Ahora, pensó, ha llegado el momento. El tiempo apremia, mi preciosa región se está convirtiendo en pasto de esos malditos enanos, no soporto ver como la selva más maravillosa del mundo se convierte en un hervidero de demonios. Llegó la hora de acabar con todos ellos.

Tomó el Gibdinn y se dirigió hacia la entrada a la selva. Su maestro le advirtió sobre lo arriesgado de la empresa, demasiado para un solo hombre, le dijo. Ormus era el más sabio de su tribu, aunque sus poderes habían ya empezado a declinar. No acudas a su terreno, donde ellos son fuertes. Desconoces lo que encontrarás allí. Concentra tus fuerzas y la de tu magia en proteger a los que amas.

Estaba harto de esperar, de proteger, de resistir. No era el más aventajado alumno de Ormus? Él pondría fin a esta era de pesadilla, a este infierno en la tierra. Desoyendo las últimas palabras de su maestro que llegaron a sus oídos, se adentró en la espesura.

3 años esperando. Pero había merecido la pena.

Nada más adentrarse en la espesura, le salieron al encuentro. Se movían como demonios, como lo que eran, a una velocidad endiablada y con una ferocidad nunca vista. Algunos se mantenían a distancia para dispararle con unas diminutas cerbatanas. Entonces sacó el Gibdinn.

Solo con ese gesto, la mitad quedaron como petrificados y, acto seguido, huyeron despavoridos en pos de la protección de la selva. La otra mitad atacó. Uno, dos, tres sesgos de su daga mágica. Todos yacían en el suelo, muertos. Era increíble. Se sentía invencible, nada podría con él, libraría del mal esa espesura, llevaría la paz a su gente.

Extrañamente, el camino fue tornándose más y más fácil, más llano, con menos enemigos y menos animales hostiles. Pero tan ensimismado estaba en su propio poder, que no se dio cuenta de ello. A medida que avanzaba, iba entrando en una especie de éxtasis purificador, de bondad ultraterrena y liberadora, que lo iba dominando cada vez más.

Entonces llegó al poblado. Allí se encontraba el centro del mal, y él lo sabía. También sabía que debía tener cuidado con el hechicero, o al menos lo supo en otro tiempo. Ahora todo era muy distinto. No había nada que temer, su magia superaba cualquier poder sobre la tierra, pensó acelerando el paso y avanzando hacia su perdición.

Solo un golpe, pensó, y todo habrá acabado. Solo necesito un golpe y mi tierra será libre. Tras eliminar en una fracción de segundo a los secuaces del hechicero, saltó hacia él y lo asestó. Un buen golpe, eficaz, rápido y sin piedad. Un golpe digno del mejor guerrero, un golpe para ser narrado durante eras. Pero de allí no saldría nadie con vida para describirlo. Un golpe de luz, un golpe de magia, un golpe de voluntad, un golpe de esperanza.

Un golpe inútil.

Riéndose, deleitándose con su victoria, con la liberación de su patria, levantó la daga.

Los ojos del hechicero estaban fijos en él, mientras su boca se abría….todo era confusión, de donde salía ese calor? De pronto no podía ver, no podía oír, solo sentía calor….un horrible calor….levantó la daga una vez más.


Nadie pudo oír el repiqueteo que la daga produjo al caer al suelo, incapaces los dedos carbonizados de sujetarla. Nadie pudo oír la risa del hechicero. Nadie pudo ver el corro de desolladores que danzaban a su alrededor. Nadie pudo ver como se llevaban la daga, bailando de alegría.

En-gudú sonrió para sus adentros. Ahora nada podrá detenernos. Entrando en las mazmorras, sabía que solo era cuestión de tiempo que Kurast entera fuera suya. Y los humanos su festín.


En el poblado, Ormus lloraba.
wason-lp - 29 Jun, 2005 - 07:28 PM
Asunto:
REGRESO A UN HOGAR ASEDIADO

Conforme me acercaba a la ciudadela el sonido de la lucha se hacía más evidente. Catapultas se tensaban y luego dejaban libre su mortífera carga contra los centenarios muros de piedra. Las explosiones y lluvias de flechas incendiarias iluminaban el cielo nocturno mas que cualquier estrella. Por suerte la lluvia ayudaba y las llamas no se propagaran por los tejados de paja. Seguí avanzando seguido por los refugiados que había encontrado de camino, al parecer la ciudadela de Harrogath se había convertido en el único lugar seguro de todo el norte a pesar de estar bajo asedio desde hacía meses.


Los malditos demonios se extendían como una plaga por los territorios que cruzaba de regreso a casa. Los guerreros se enfrentaban a ellos en todos los frentes, pero por cada demonio muerto que se lograba, surgía un muerto viviente para reemplazarlo. Las tierras en las que jugaba de niño ardían ahora con el fuego del ejército maldito. De haber sabido que las cosas estaban tan mal habría regresado antes…


- Ya casi estamos señor. –El muchacho que nos guiaba me devolvió al aquí y ahora con un golpe en la espalda. - La entrada trasera de la ciudadela esta ahí mismo.

Nos aproximamos a la muralla observados en todo momento por varios pares de ojos desde sus almenas. La portezuela que se abrió para recibirnos era una mísera entrada trasera y supuestamente secreta, nada tenía que ver con la gloriosa entrada principal de la ciudadela, una enorme puerta de doble hoja de madera maciza reforzada con planchas de hierro en toda su superficie. Aquella entrada estaba ahora inutilizada y completamente tapiada desde el interior a fin de no representar un punto débil en la defensa de la ciudad.


Dejé que los refugiados fueran pasando de uno en uno, mientras en el interior eran inspeccionados e interrogados sobre posibles movimientos del enemigo. Este pequeño grupo provenía de una cercana llanura y nada tenían que contar a los centinelas. Mi situación en cambio era bien distinta. Había viajado desde las lejanas y pantanosas tierras de Kehjistan cruzando el mar y el desierto de Anaroch para descubrir que mi tierra natal estaba siendo invadida por demonios. Una vez dentro de la fortaleza le explique lo mas rápidamente que pude al centinela de donde provenía y lo que sabía, que en realidad era muy poco. Me había cruzado con varios grupos de guerreros que mantenían bolsas de resistencia entorno a algunas aldeas a lo largo del camino. Pero lo más habitual eran caravanas de refugiados huyendo o bien hacia el sur o bien hacia la ciudadela. No sabía más.


Después de un rato de charla sobre la situación actual, me enteré de que el general de las tropas infernales se hacía llamar Shenk, el que Todo lo Ve. Al parecer se había presentado hacía un mes exigiendo la rendición absoluta de la fortaleza. Antes de su llegada los ataques habían sido caóticos, desorganizados y mas bien inútiles. Pero el maldito sabía lo que hacía y desde su llegada los ataques eran cada vez mas eficientes. Atacaban de noche para aprovechar su naturaleza nocturna y para aumentar el terror y el desánimo en las tropas. Sus catapultas cada vez eran mas certeras y los proyectiles cada vez mas pesados. Incluso se creía que estaban construyendo altas torres de asedio capaces de traspasar las defensas de la ciudadela. Tarde o temprano habría que salir a campo abierto y enfrentarse las huestes cara a cara.

La situación no era nada alentadora. Le agradecí al centinela la información y me interne en la bella Harrogath. Edificios de hasta cuatro plantas custodiaban ambos lados de la calzada de piedra. Grupos de pequeños árboles frutales brotaban de vez en cuando rodeados de escaleras y pórticos. Las calzadas de piedra estaban cubiertas de una mezcla de barro y nieve sucia debida a la lluvia. Grupos de compatriotas se refugiaban del frío en torno a hogueras encendidas en medio de las calzadas. Pequeñas tiendas de tela improvisadas se alzaban en cada esquina para dar cobijo a los refugiados que llegaban constantemente a la ciudadela.


La cuidad era la misma, pero el cielo iluminado por el fuego y las caras tristes de las gentes hacían imposible olvidar que aquella ciudad estaba bajo asedio. Instintivamente me dirigí hacia el edificio que mas conocía de toda la ciudad, la herrería. Todo hijo de bul-kathos sabe que para reparar o comprar armas y armaduras no hay sitio mejor que la herrería de Larzuk en Harrogath. Llamé a la puerta hasta tres veces, pero nadie respondió, así que rodee la casa y me dirigí al patio contiguo. Allí estaba el herrero concentrado en desabollar un viejo peto de gran tamaño. El patio consistía en un pórtico siguiendo tres caras de un cuadrado, bajo el que se amontonaban centenares de armas y armaduras en distinto estado. En el centro del mismo estaban la fragua y el yunque donde Larzuk realizaba todo su arte.

-Saludos herrero, tienes sitio en tu casa para un pobre peregrino? –El comentario lo sobresaltó y por poco se da con el martillo en la mano.

-Tengo toda la casa ocupada por tres familias de refugiados. Así que siento decirte que …. –Con la última frase se giró y al fin me vio. –Ragnar muchacho, realmente eres tu ¡?!?

Dejó lo que estaba haciendo y se me acerco muy despacio como si tuviera miedo de que pudiera desaparecer al tocarme. Puso sus manos sobre mis hombros, y cuando vio que no me iba a ningún lado, me abrazó tan fuerte que apenas podía respirar. Después de unos minutos así, me soltó y empezó a hablar tan rápidamente que me costaba entenderlo.

-Muchacho, ¿qué haces aquí? ¿Acaso no sabes que estamos siendo asediados? ¿Como se te ocurre volver justo ahora? Llevas casi quince años fuera y se te ocurre volver justo ahora….

-Calma por favor Larzuk, no sabía como estaban las cosas hasta que fue demasiado tarde para dar media vuelta. Además no podía dar la espalda a mi pueblo en estos momentos… ni a mi familia. –La sonrisa desapareció de su rostro. –Cuéntame amigo, ¿cómo esta mi familia?

-Entremos dentro muchacho, tengo mucho que contarte.

Una vez dentro, Larzuk me sirvió un plato de sopa caliente y Micka su esposa, me invito a quedarme todo el tiempo que fuera necesario. La última vez que la había visto no había sido demasiado amable conmigo, así que me extrañó su comportamiento y empecé a preocuparme por mi familia realmente. Después de presentarme al resto de refugiados de la casa, nos sentamos al fin solos, cerca de la hoguera.

-Por favor amigo, cuéntame lo que sea que haya pasado. –dije sin poder contenerme. Larzuk asintió y comenzó a hablar.

-Veras Ragnar, las últimas noticias que tengo de tus hermanas y tu madre son que están a salvo. Vuestra aldea esta muy al este y parece que por ahora los demonios evitan las tierras de Scosglen y sus alrededores. Estas noticias me las trajo tu hermano Tenar que llegó a la ciudadela hace casi dos meses. Según me contó, un grupo de druidas le invitó a unirse a ellos en su camino hacia aquí. Se habían enterado de los planes de los demonios y venían a ayudar. Tu hermano decidió seguirles y venir con ellos para ayudar en la defensa de Harrogath. Hará cosa de un mes tu hermano y el grupo de druidas, acompañados de algunos buenos guerreros decidieron infiltrarse entre las tropas enemigas para eliminar a Shenk, el demonio que esta al mando del asedio. Lamento tener que decirte, que tu hermano Tenar murió en esa incursión. Solo sobrevivió el jefe del grupo de druidas. Al parecer “el que todo lo ve” es un enemigo temible. Lo lamento de veras muchacho.

-Mi hermano pequeño muerto. No puede ser… y todo por mi culpa. Si hubiera estado en casa esto no habría pasado. –Las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas.

-Tu hermano ya era un hombre Ragnar, un buen hombre que arriesgó su vida para liberar a sus compatriotas. Sinceramente no creo que hubieras podido impedirle hacerlo, sabía lo que tenía que hacer; lo que habría hecho vuestro padre, lo que habrías hecho tu.

-¿Donde esta ahora el druida que consiguió sobrevivir Larzuk? Donde esta aquel que llevó a mi hermano a la muerte. –Como después descubriría era mucho mas fácil culpar a otro que a mi mismo, y así lo hice.

-Eso no es justo muchacho, tu hermano hizo lo que hizo por voluntad propia. Culpar a Wudras no te lo devolverá.

-Solo dime dónde está ¡! –Dije gritando. Sabía que Larzuk no se merecía mi comportamiento pero la ira y la perdida de mi hermano no me dejaban razonar.

-Esta en las murallas, como todas las noches desde su llegada. Es el capitán de las topas de la ciudad desde la muerte de Qual-Kehk. Te sugiero que esperes a la mañana para hablar con el. La defensa depende de su liderazgo, nos harás un flaco favor a todos si le distraes con tu rabieta.

Me paré en seco en el umbral de la puerta. “Rabieta”… eso era lo que era? Solo una rabieta absurda dirigida al mejor blanco que había encontrado. Intenté pensar con claridad. Mi hermano estaba muerto, no era culpa mía, tampoco del tal Wudras; en todo caso si que había un culpable: Shenk el demonio “que todo lo ve”. Un maldito demonio. Apoyado en la pared intentaba pensar pero cada vez me sentía peor. Las malas noticias se sumaron al cansancio de las últimas semanas de marcha y de pronto me sentí el hombre mas pesado de Santuario. Mi cuerpo no me sostenía y mis ojos se cerraban sin que yo pudiera impedirlo. Caí allí mismo apoyado en la pared, irremediablemente dormido.



-No creo que debas despertarlo aún Larzuk. Sobretodo si pretendes llevarlo a la reunión del consejo.

-Micka, no le tengas en cuenta lo de ayer. Acababa de descubrir que su hermano pequeño esta muerto. Es un buen hombre. Lo conozco desde que era un niño y se que querrá ayudar.

-¿De verdad piensas que ayudará? En cuanto vea a Wudras querrá vengar a su hermano, y solo conseguirá que los demonios nos maten a todos.

-Te aseguro que aré lo que este en mi mano para ayudar a proteger la ciudad Micka. No tienes que preocuparte por eso. –Me había despertado hacía ya una hora envuelto en mantas y cerca del fuego. Había permanecido acostado pensando en todo lo que había pasado la noche anterior, pero ya estaba bien de pensar y esperar. No podía quedarme callado más tiempo. –Siento lo que pasó ayer, pero ya estoy mucho mejor y me encantaría ir a esa reunión.

-Decidido entonces. –Dijo Larzuk lanzando una mirada autoritaria a su esposa –Vístete Ragnar, en cinco minutos me acompañarás a la reunión del consejo de la ciudad.



La reunión se celebraba al aire libre, en la plaza central de la ciudadela. Un gran fuego marcaba el lugar y a su alrededor se distribuían las figuras mas importantes de la ciudad. Malah la centenaria curandera y la joven Anya estaban juntas, sentadas en un sencillo banco de piedra, hablando en bajo sobre algún tipo de poción. Según me contó Larzuk, la joven era legítima heredera de uno de los más importantes clanes del norte, su presencia en Harrogath no supo explicármela. Otros representantes de los clanes se sentaban en cómodas butacas de madera y estaban rodeados por guerreros de su clan. Larzuk se sentaba en el extremo este del circulo como representante de los gremios de artesanos, bien arropado por amigos de distintos gremios y clanes, yo incluido. En el extremo opuesto permanecía en pie Wudras el druida.


Un hombre imponente en todos los sentidos. No asomaba a su expresión ni un atisbo de cansancio, pese a haber estado liderando la defensa de la ciudad durante toda la noche. Media más de dos metros y sus largas extremidades parecían poder romper el acero con solo tocarlo. Una inmensa hacha de largo mango sobresalía por su espalda tapando a algunos de sus seguidores. Llevaba su melena rojiza recogida en una coleta y sus ojos entre verdes y azules contrastaban con su brillo sobre su oscura piel. Se quitó su capa de pieles y avanzó hasta estar seguro de captar la atención de todos los presentes. Al fin la reunión comenzó.


-Saludos a todos. Para los que no me conozcan, soy Wudras originario de Scosglen. Mi misión desde que tengo conciencia es la de impedir que los demonios se apoderen del monte Arreat y sus preciosos secretos. Este fuerte es de vital importancia para frenar el avance del enemigo y no debe caer bajo ninguna circunstancia. –todos los reunidos escuchaban atentamente, pese a ser un “extranjero”, Wudras se había ganado la confianza y el respeto de toda la ciudadela. –Pero no podemos seguir como hasta ahora. Los demonios son cada vez más certeros con las catapultas, mis espías dicen que están construyendo altas torres blindadas para escalar nuestros muros, desde la llegada del maldito Shenk cada día que pasa somos más vulnerables. Debemos tomar alguna medida. Hay que decidir si atacamos o no.

Un murmullo se extendió entre todos los reunidos. Al parecer aquello ya se había debatido en muchas ocasiones.

-¿Otra vez con esas druida? Acaso no recuerdas qué pasó la última vez que los nuestros salieron a combatir. Solo volvió uno vivo… y fuiste tú. –había tono de reproche en la voz de Laeot, líder del clan Tola, ya que sus dos hijos habían acompañado a Wudras en aquella ocasión.

-No convirtamos la reunión en otra discusión inútil por favor. –Ahora hablaba Anya, que se había incorporado. –Lo pasado, pasado está. Si la situación es tan mala, puede ser que la única opción sea salir a campo abierto y combatir con todo lo que podamos.

-Estoy de acuerdo. –dijo Wudras sonriendo por un segundo a Anya.

-Bueno, habrá que votar de nuevo. Espero que la razón no haya abandonado a más líderes, querida Anya.-soltó Laeot sin disimular una carcajada.


La votación se realizaba en voz alta y siguiendo el orden de llegada de los miembros del consejo. No tardo más de veinte minutos; cada cual votaba explicando tanto como le pareciera oportuno el porqué de su voto. El último en votar fue Larzuk. Una vez finalizada la votación, el aprendiz de Malah, que hacía las labores de secretario, comunico a todos el resultado. 9 votos a favor de permanecer en la ciudadela y defenderse desde dentro. 6 votos a favor de enfrentarse al enemigo en campo abierto. A pesar del apoyo de Anya, Larzuk y otros líderes de clanes, la propuesta de Wudras fue rechazada. Creí que eso le enfurecería, pero se mostró muy calmado.

-Bien, que así sea. Es ese caso dimito. No seguiré liderando una defensa que a largo plazo resultará inútil. Voy a salir en busca del “que todo lo ve”, si consigo matarle tendréis posibilidades reales de victoria. Si alguien quiere seguirme… necesitare toda la ayuda posible.

-Jajaja, ¿realmente crees que alguien te va seguir a otro suicidio después de la última vez? –Laeot reía con amargura.

Nadie más habló, los guerreros, que habían combatido codo con codo con el druida durante semanas, se apartaban indecisos. Los líderes de los clanes no quería perder sus guerreros y lanzaban duras miradas a aquellos que parecían querer ayudar a Wudras. Aquel momento pareció eterno, hasta que una voz conocida se dejó oír.

-Yo te acompañaría gustoso Wudras, pero pienso que seré más útil aquí como herrero que en el campo de batalla como guerrero. –Larzuk estaba en pie justo en frente del druida. –Sin embargo tengo aquí a un buen guerrero que sin duda te será mucho más útil que yo. –sin saber muy bien porqué, de repente todas las miradas estaban fijas en mi. –Adelante Ragnar muchacho, preséntate.

-Soy Ragnar, hijo de Magnar, hijo de Heliar, de la tribu del Zorro Plateado. No pertenezco a ninguno de los grandes clanes, pero mi familia es respetada entre la gente del norte desde hace siglos. Manejo las armas desde que tengo uso de razón; mi único propósito durante los últimos diez años a sido perfeccionar mis habilidades, y luchar contra demonios y muertos vivientes a lo largo de todo Santuario. Y si, te ayudaré a eliminar a ese maldito demonio, para ayudar a Harrogath y para vengar la muerte de mi hermano.

Wudras me observó con mucho cuidado durante toda mi presentación y cuando termine simplemente asintió. No parecía inquietarle que fuera hermano de Tenar ni que tuviera motivos personales para ayudarle. Simplemente asintió e inexplicablemente yo le devolví el saludo.

Mi pequeño discurso pareció romper el miedo o la inseguridad de los guerreros y otros se fueron poniendo en pie y, presentándose se ofrecían a acompañar al druida en su arriesgada campaña.


Una vez mas, un pequeño grupo de aguerridos guerreros intentarían infiltrarse entre el ejército enemigo y eliminar a su grotesco general, pero ésta vez, yo iba con ellos…...

>>Continuará … <<<

______________________________________________________________________

Bueno, pues aqui dejo este pequeño relato. En principio no estaba pensado para terminar con ese "continuará" , pero entre los exámenes y las entregas no me ha dado tiempo a terminar la historia.

Como anécdota, os comento que el protagonista de esta historia: el bárbaro Ragnar, ya apareció en la historia que presenté al primer concurso de cuentos... aunque en aquella ocasión el protagonisto era otro (por si aun no habéis leido las historias del primer concuerso : http://www.diablo2latino.com/tema18525.html )

Espero que guste... o por lo menos que se lea ^ ^ ... Mr Green

Salu2
mormegil_cdv - 29 Jun, 2005 - 11:57 PM
Asunto:
LA ÚLTIMA ESPERANZA

Era de noche, y toda la aldea dormida. La escasa guardia del pueblo permanecía adormecida cerca de las hogueras, para protegerse del perpetuo frío de la región, y de los vientos helados que soplaban desde el Norte.
A pesar de las condiciones climáticas, todo parecía indicar que esa noche iba a ser igual de apacible que las demás: las ovejas estaban encerradas, los caballos descansaban en los establos, y los campesinos dormían en sus casas.

Sin embargo. pasada la medianoche, algo pareció agitar al ganado, y las ovejas comenzaron a balar, llevadas por un nerviosismo que no parecía habitual. Los guardias, sobresaltados por el repentino ruido, cogieron las armas y se mantuvieron alerta durante unos segundos. Al darse cuenta de la procedencia del alboroto, se tranquilizaron.
De repente, algo se agitó entre los árboles que rodeaban el pueblo. Los soldados cogieron unas antorchas y se acercaron lentamente, con las espadas preparadas para hacer frente al peligro. Pero mientras avanzaban hacia los árboles, a su alrededor comenzaron a oírse gruñidos y pasos, que fueron rodeando la aldea.

Los guardias, cada vez más desconcertados, soltaron las armas, y echaron a correr hacia el interior del pueblo, salvo uno, que miró a sus compañeros con una mirada de reproche, y fue retrocediendo cautelosamente hacia la pequeña iglesia del pueblo, con la antorcha en una mano y la espada en la otra, mirando con temor pero decisión a su alrededor.
Tras unos minutos de tensión, llegó a la puerta de la iglesia, que abrió lentamente para adentrarse en ella con el menor ruido posible. Subió por las escaleras que conducían al campanario. Una vez arriba, agarró la cuerda de la campana y estiró con fuerza, haciendo que la campana se moviera al instante, provocando un intenso ruido que a punto estuvo de tirarlo al suelo. Instantes después, las ventanas de las casas se iluminaron por los candiles, y la gente salió de sus casas, unos con expresión de temor, otros de confusión, pero ninguno de indiferencia.
El soldado comenzó a gritar:
-¡Estamos sufriendo un ataque de bestias salvajes!¡Que todos los soldados se dirijan al centro del pueblo y tengan preparadas sus armas, así como todos los campesinos que deseen colaborar en las tareas de guardia!¡Que los demás se refugien en las casas y edificios centrales!

Se sorprendió de recordar como se hablaba ante la multitud, pero sus años como capitán en Dortboor parecían no haber quedado del todo en el olvido. Todavía recordaba los tiempos en los que los comandantes de Baal asediaban continuamente las ciudades del Norte, y una y otra vez conseguían quebrantar el sitio, aunque las bajas solían ser elevadas.
Un grito en la oscuridad detuvo sus cavilaciones. No era un sonido animal, ni humano. Y sonaba como una orden. Instantes después, comenzaron a sonar tambores con un ritmo marcial, que se iba acelerando segundo tras segundo, hasta que finalmente se detuvo todo sonido, y se escuchó otra orden.
Pero esta vez no fueron los tambores quienes reaccionaron, sino las monstruosas bestias que aguardaban en los bosques. Casi al unísono, emprendieron una frenética carrera hacia el pueblo. Eran al menos una treintena, de metro y medio de altura como mucho, tenían una fuerte musculatura, y el cuerpo cubierto de un pelo corto y áspero. De su boca iba cayendo la saliva producida ante la visión de las presas a las que habían estado acechando.
Roger bajó rápidamente las escaleras, empuñó su espada con decisión y fue a reunirse con los demás soldados al centro del pueblo. Eran doce hombres, pero el miedo paralizaba a la mayoría, que miraban con espanto a las bestias que se acercaban.
-Atacar en el cuello si es posible, les produce una muerte instantánea.

Recordaba a esos animales. Los había visto hostigar los campos del Norte cuando los Tres Hermanos resurgieron del Infierno, haría casi cinco años. Volver a verlas no le trían buenos presagios, desde luego.
La acometida fue brutal. Varias de las bestias cargaron contra ellos con una furia sobrenatural, llevándose por delante a tres soldados. Ellos habían derribado a cuatro de las bestias, pero seguían estando en una gran desventaja numérica.
El siguiente ataque fue todavía peor. Cinco hombres cayeron esta vez, quedando únicamente cuatro guardias en pie.
Roger agarró con fuerza la empuñadura de su espada, dispuesto a vender cara su piel, aunque sabía que la muerte era lo que menos importaba a esas criaturas espoleadas por el Mal.
Cuando todos estaban preparados para la última oleada, y las bestias ya empezaban su macabra marcha hacia ellos, decenas de flechas pasaron sobre sus cabezas, derribando a un gran número de enemigos. Desconcertados, los soldados miraron a su alrededor, aunque sin dar la espalda a las bestias que seguían en pie.
Pero una segunda lluvia de flechas acabó con ellas, aunque los cuatro soldados todavía no podían respirar tranquilos, al menos hasta que no supieran quienes eran sus inesperados salvadores.
Se mantuvieron en guardia hasta que un figura encapuchada salió de las sombras, con un arco en la mano, y un carcaj de flechas colgando atrás, en su espalda.
-¿Quién sois?¿Por qué nos habéis salvado?
-Porque la paz debe ser reinstaurada –fue la inquietante respuesta.
-La guerra acabó hace años, sólo algunos grupos aislados siguen hostigando las poblaciones –contestó Roger, seguro de lo que decía.
-¿Acaso no os llegó ningún mensajero? –en su tono se notaba cierta contrariedad.
-No. ¿Qué mensaje deberíamos haber recibido.
-El mal resurge en el Norte. Baal ha vuelto a tomar su antigua forma, pero con un poder mucho mayor. Tras su muerte, consiguió abrosber la energía irradiada por la Piedra del Mundo cuando fue destruida por Tyrael. Esa energía debería haber sido expulsada, pese a las devastadoras consecuencias que hubiera producido en el relieve y clima de cientos de kilómetros a la redonda.
-No puedo creerlo –uno de los soldados supervivientes hablaba atónito.
-Eso no es lo peor –continúo el misterioso personaje-. El Cielo se percató de la nueva situación, e intentó detenerlo antes de que el Mal creciera. Las dos fuerzas se enfrentaron en una batalla que duró varios días. Pero nadie podía imaginar las dimensiones del poder de Baal, que consiguió corromper a un gran número de ángeles y arcángeles. Los que no se sometieron, perecieron en la batalla.
-¿Quieres decir que ya no obtendremos jamás ayuda celestial?
Su tono de voz tenía cierto matiz de temor, y, aunque sabía la respuesta, ésta le sentó como un mazazo en la nuca.
-Sí –dijo el encapuchado con una mezcla de resignación y tristeza. Nadie nos ayudará esta vez.

El silencio invadió todo. La cabeza de Roger daba vueltas. ¿Acaso era posible que todo aquello por lo que habían sufrido no hubiera servido para nada? El nefasto pensamiento cruzaba también las mentes de sus compañeros.
Todos había luchado en la anterior guerra, y eran conscientes de que ahora, sin ayuda, serían incapaces de derrotar a los temibles ejércitos infernales.
El hombre encapuchado –su voz lo había delatado- parecía estar esperando algo, tal vez el momento en el que los soldados terminaran de encajar la nueva noticia, y la aceptaran definitivamente.
Cuando creyó oportuno, siguió hablando:
-Somos los pocos supervivientes de las tropas del Norte. Muchos se han unido a nosotros al paso de pueblos y aldeas destruidas, en busca de venganza y un final digno. Ahora nos dirigimos al Sur, y esperamos llegar antes que los ejércitos de Baal. Allí avisaremos a pueblos y ciudades sobre el peligro que emana del Norte. Necesitamos el mayor tiempo posible para preparar una última defensa. Nosotros esperaremos el último ataque en Drainst, la gran ciudad-fortaleza del Sur.
-¿Cuántos sois? –preguntó Roger, intrigado en el número de personas que podían estar ocultándose en la oscura espesura.
-Más de doscientas cincuenta personas, aunque no todos estamos aquí –dijo con una sonrisa ante la cara de asombro que Roger había puesto al escuchar la cifra.
-¿Y qué haremos nosotros? –preguntó otro guardia.
-Podéis uniros a nosotros.
-Aún hay supervivientes en esta aldea, no podemos dejarlos aquí.
-Entonces intentar llegar a los reinos del Sur lo más rápido que podáis. Nosotros tenemos que seguir nuestro camino. Os deseo suerte.
-Igualmente –contestó Roger-. Oh... y gracias.
No hubo respuesta, aunque el hombre hizo un gesto con la cabeza para darle a entender que no había nada que agradecer en una situación como aquella.

Durante dos días, los supervivientes de la aldea prepararon todo lo que iban a necesitar en el largo viaje. El equipaje estaría compuesto prácticamente en su mayoría por víveres y agua, ya que no sabían si éstos serían abundantes o escasos a lo largo del camino. A la madrugada del tercer día, emprendieron el viaje. Serían al menos dos semanas de costoso avance, ya que viajaban con ancianos y niños, incluso dos mujeres embarazadas.
Roger se había convertido en el líder del grupo, y su dotes de liderazgo habían vuelto a aflorar, mostrando la mejor parte de sí mismo. Los demás, campesinos y soldados (salvo los cuatro supervivientes, los demás eran campesinos con espada) parecían tratarlo como tal, y obedecían cualquier orden o consejo.
La primera semana fue la más dura. Los pasos de las montañas del Norte seguían cubiertos de nieve, y a duras penas conseguían hacer pasar las carretas que llevaban, que aun siendo tres y necesarias, hacían que la marcha fuese mucho más dificultosa.
Tras diez días de viaje, los paisajes escarpados y nevados de las montañas dieron paso progresivamente a verdes praderas, con grupos de árboles aquí y allá, que hacían que la escena no fuera excesivamente monótona. Debido a la nueva suavidad del relieve, la marcha se aceleró considerablemente.
Cuando ya sobrepasaban las dos semanas de marcha, vislumbraron en el horizonte la primera gran ciudad.

La imponente fortaleza estaba situada al lado de un río, lo que permitía tener reservas continuas de agua, tanto para los ciudadanos como para los campos. Los soldados preparaban una empalizada exterior, e intentaban cavar un foso, que impidiera el avance enemigo llegado el momento. Roger inmediatamente se dio cuenta de que ya habían sido avisados, así que no le dio más importancia.
Pasaron allí dos noches, y partieron hacia Drainst. Algunos campesinos se quedaron en la ciudad, pensando que podrían ser más útiles allí. Los demás continuaron el camino, amenizado ahora por el clima templado y el canto de los pájaros, ajenos al peligro que acechaba.
A la semana siguiente, tras subir una elevación del terreno observaron, en el horizonte, el gran reino de Drainst. Conforme fueron acercándose, pudieron observar la ciudad en todo su esplendor. Los campos de cultivo se extendían ordenadamente en kilómetros a la redonda, defendidos por algunas torres de guardia que velaban día y noche por la seguridad de tierras y agricultores.
La ciudad, situada en lo alto de una colina, estaba rodeada por una imponente muralla de varios metros de altura, y tan lisas que Roger se preguntó con que extraña técnica estarían construidas.
Pero lo que atrajo sus miradas desde el primer momento fue el amazacotado castillo que coronaba la elevación, con un aspecto majestuoso, como si nadie pudiera alcanzarlo.
Tras ser interrogados por los guardias que custodiaban la puerta de entrada a la ciudad, pudieron entrar, por fin, a su destino.
Los campesinos buscaron posada, mientras que los soldados solicitaron una entrevista con el General de la ciudad, para pasar a formar parte del ejército. Tras una serie de preguntas, dio su visto bueno, y les dijo que podrían comenzar a servir dentro de dos días, que aprovecharían para conocer la ciudad y obtener sus nuevos ropajes.
Roger memorizó rápidamente las calles de la ciudad, incluso conoció a un par de soldados con los que entabló una conversación, aunque tratando pocas veces el tema de la guerra que se avecinaba.
Pero, mientras hablaba, vio al hombre encapuchado que los salvó aquella noche...
Intrigado pero decidido, se acercó a él y le saludó. El hombre dio un respingo y se giró hacia él, reconociéndolo al instante. Respondió con el mismo saludo, y le ofreció su mano. Aunque fue un breve apretón, Roger se dio cuenta de que el extraño hombre tenía una fuerza considerable.
-Me alegro de verte con vida. ¿Tuvisteis algún problema durante el viaje?
-Nada importante. No sufrimos ningún ataque.
-Es una buena noticia. Supongo que tendremos al menos una semana antes de que el Mal llegue hasta aquí.

Estuvieron hablando largo rato, durante el cual intercambiaron experiencias y algunos consejos sobre cómo actuar en el campo de batalla.
El hombre misterioso le reveló que su nombre era Mordrey, y que provenía de los bosques del noroeste, cerca de los reinos de Lumnor.
Roger se sorprendió cuando su nuevo amigo le preguntó:
-Si tuvieras que elegir entre un hombre inferior a ti con la espada, otro de tu mismo nivel, y otro superior para enfrentarte a él, ¿a cuál escogerías?
-Supongo que al primero, tendría más posibilidades de ganar. ¿No sería la mejor opción?
-Recuerda esto: enfrentarse a alguien inferior a uno mismo, es de cobardes, pues sabes que vas a ganar. Enfrentarse a alguien de tu mismo nivel, es de estúpidos, pues sólo el azar decidirá el final de la batalla. Sin embargo, el que se enfrenta al que es superior, se enfrenta a un gran reto, en el que sabe que si vence, será gracias a su habilidad y a su esfuerzo. Y ahora, amigo, tengo que irme –se levantó bruscamente y se fue.

Roger se quedó pensando sobre las palabras de Mordrey. Era un hombre extraño, sin duda. Por sus palabras y su expresión, parecía ser alguien de gran sabiduría, aunque su complexión y experiencia parecía indicar que había luchado en muchas ocasiones, y que era un experimentado guerrero. Esa combinación era difícil de encontrar en esos tiempos.
Al día siguiente le entregaron su armadura y el resto del uniforme. No llevaban el escudo de armas de la ciudad, algo poco habitual. De todas maneras, la armadura era cómoda, el escudo ligero y robusto, y el yelmo se acoplaba perfectamente a la cabeza.
Le informaron de que formaría parte de la caballería, algo que le alegró profundamente, pues en Dortboor dirigió durante años a un regimiento de caballería.

Pasaron los días. Nueve noches pasaron desde su llegada antes de recibir nuevas noticias sobre el avance de los ejércitos de Baal.
Y no eran optimistas. Las tropas infernales arrasaban toda población que encontraban a su paso. Las gentes de Drainst mostraron preocupación y temor al saber la velocidad y agresividad con las que el enemigo avanzaba.
Los soldados preparaban sus armas, las mujeres fabricaban flechas, y los campesinos ayudaban a los guardias a preparar las defensas. Sólo cabía esperar.
A los tres días, los exploradores divisaron varias avanzadillas demoníacas, que se encontraban a dos días de camino.
El mercado de la ciudad quedó vacío, al igual que las calles. Todos permanecían en lo alto de la muralla, o cerca del castillo, desde donde podía vislumbrarse el horizonte.
Ese día, Roger buscó a Mordrey, pero no consiguió encontrarlo. ¿Se habría ido antes de la batalla? Lo veía poco probable, por lo que pensó que estaría en alguna posada, esperando el momento en que el enemigo hiciera su aparición.
Y, de madrugada, la hizo. En la línea en la que la tierra parecía unirse al cielo, una informe sombra parecía avanzar, trayendo miedo, odio y destrucción. Conforme la sombra se fue acercando, pudieron empezar a distinguir las miles de figuras que la componían. Enormes torres de asedio acompañaban sus marchas, empujadas por monstruosas bestias. En Roger surgió de nuevo aquella idea que cuestionaba la inteligencia de esos seres, aparentemente deformes y estúpidos. Pero sabía muy bien de lo que eran capaces.
Lo había comprobado durante la guerra, y durante los cinco años en los que tuvo que sobrevivir con un grupo de proscritos... le dolían esos recuerdos. De cómo fue injustamente expulsado de la ciudad y el ejército, acusado de robo y asesinato. Le dieron el “privilegio” de poder abandonar la ciudad en vez de tener que enfrentarse a la hora, gracias a las hazañas conseguidas en el campo de batalla. Durante esos duros años, enfrentándose a los grupos de demonios que aún pululaban por las montañas, Roger aprendió gran cantidad de cosas sobre lo que le rodeaba, a aprovechar todo en cualquier situación.
Recordó todos sus conocimientos, consejos y experiencias, y dejó de lado todos los malos momentos que había pasado (que no eran pocos). Cogió su espada, cargó su escudo, y se dirigió a los establos, donde su caballo le esperaba.
Era un impresionante corcel blanco, fuerte, sano, con una pelo brillante y unos ojos negros como el azabache. Los dos se habían entendido rápidamente, pese al poco tiempo que habían estado juntos.
Tenía que reunirse con su regimiento en la puerta de la ciudad. Cargarían contra la caballería enemiga, en un intento de disminuir las fuerzas enemigas antes de que el grueso del ejército llegara a la ciudad. Sin embargo, parecía que el general enemigo había pensado lo mismo. Para él, perder a sus soldados no le suponía el mayor problema. Contaban con la suficiente fuerza como para vencer sobre el enemigo aun con la mitad de su ejército, mientras que cada baja de los defensores, suponía una posibilidad menos de resistir el ataque.

Cuando todo su destacamento estaba reunido, el capitán comenzó a dar órdenes:
-Cargaremos en columna, y abriremos la formación tras la primera carga. Evitar formar aglomeraciones, ya que nos rodearían y no tendríamos ninguna oportunidad. Si os veis obligados a atacar a pie, atacar a las patas de la cabalgadura, pues nos dará ventaja sobre ellos. No temáis a la muerte, y suerte.

Los jinetes se prepararon para salir. Eran pocos más de doscientos, y sus enemigos los superaban en número, pero con ellos avanzaba la esperanza de todo los hombres. Los campesinos los miraban con admiración, confiando plenamente en ellos.
Las enormes puertas de la ciudad se abrieron, dejando salir a los soldados, que rápidamente se colocaron en formación.
El Sol iluminaba la pradera, haciendo que yelmos y armaduras brillaran con un fulgor visible a varias leguas. En cambio, las sombras envolvían a los jinetes enemigos, que se aproximaban en un furioso galope, ansiosos por llegar a la batalla. Soltaban gritos para apremiarse a sí mismos, como si fueran a darles más fuerza.
En cambio, la caballería de Drainst cabalgaba en silencio, hasta que una decena de hombres hizo sonar sus trompetas, produciendo un limpio pero fuerte sonido, como si el Arcángel San Miguel hubiera acudido en persona a proclamar el fin del mundo con su instrumento.
El portaestandartes enarboló la bandera, con el escudo de armas de la ciudad en el centro: una espada y un escudo sobre un fondo azul.
La bandera infernal era simple: negra, sin efigie alguna que la adornara.
Llegó el momento de la verdad: los soldados prepararon sus lanzas para el primer choque, y aferraron sus escudos con fuerza. La formación en columna golpeó sin piedad a sus enemigos, aunque varios hombres habían caído. Maniobraron para volver a enfrentarse a ellos, y cargaron, esta vez sin estrategia alguna: era la hora de las espadas.
La batalla fue cruel, y muchos jinetes de Drainst habían caído, pero finalmente logaron someter a la caballería enemiga, que retrocedió para encontrarse con el resto del ejército.
La infantería salió de la ciudad: la hora de la batalla final había llegado. Los arqueros su vez asomaban en lo alto de las murallas, preparados para soltar su lluvia de flechas. Las catapultas también esperaban su momento. Pero no fue todo esto lo que atrajo la atención de Roger, sino el pequeño grupo de hombres encapuchados que se encontraba al frente. Reconoció en uno de ellos a Mordrey, su misterioso salvador. Finalmente, tal y como había pensado, no había abandonado la ciudad.
Los jinetes que habían sobrevivido a la masacre, volvieron a la ciudad, donde pudieron reponer parte de sus fuerzas. La gente los aclamaba, y se sintieron orgullos de su hazaña, aunque les pesaba que la mayor parte de sus compañeros hubiera caído en la batalla.

Las fuerzas del Averno se acercaban. La infantería del último bastión del Bien adelantó su posición. Cuando el enemigo estuvo lo suficientemente cerca, las catapultas comenzaron a realizar su trabajo, lanzando enormes piedras sobre los temibles demonios. Los encargados de las catapultas trabajaban a un ritmo frenético para intentar disparar las máximas veces posibles antes de que estuvieran demasiado cerca de la ciudad. Los arqueros comenzaron la descarga de flechas. Roger envidiaba la puntería de muchos arqueros, porque nunca había sido capaz de utilizar un arco de la manera correcta. Sin embargo, en aquella ocasión no parecía difícil hacer blanco ante la enorme aglomeración de demonios.
Las tropas enemigas se encontraban ya a corta distancia, por lo que las catapultas habían cesado de disparar, y los arqueros apuraban sus oportunidades en los enemigos más distantes. La hora del combate cuerpo a cuerpo había empezado.
Los lanceros se colocaron al frente, dispuestos a recibir el primer ataque. Pero la embestida fue terrible. Los demonios abrieron las filas con el primer ataque, algo inesperado para las fuerzas defensoras.
La batalla era encarnizada, y extremadamente cruel. Los soldados derribados eran descuartizados y engullidos por las bestias: no habría descanso para ellos. Los enemigos acometían sin cesar, como una ola sin fin que naciera en las mismísimas entrañas del mundo. Las torres de asedio se acercaban peligrosamente a las murallas, pese a los intentos de los arqueros por atacarlas con flechas incendiarias.

Roger todavía seguía a lomos de su caballo, matando demonios en las primeras filas, convertidas ahora en una orgía de sangre y muerte. Tuvo que retroceder poco a poco ante la fuerza de los ataques, hasta que fue relevado por los soldados que habían permanecido en reserva.
Miró a su alrededor, observando la terrible escena. Pero a un lado, como ajenos a la batalla, se encontraban los hombres de las capuchas. Todos formaban un círculo protector en torno a Mordrey, que parecía estar meditando en el centro.
No entendía su actitud, se supone que todos deberían estar luchando, mientras que ellos se encontraban al margen del enfrentamiento, aparentemente sin hacer nada.

Pero eso cambió cuando Mordrey extendió los brazos, y, súbitamente, una grieta apareció entre las líneas defensoras y las atacantes. Muchos demonios cayeron en ella, dirigiéndose al interior de la tierra a la que tantas veces habían dañado.
Todos miraron al encapuchado, sorprendidos, e incluso con cierto temor.
Pero su sorpresa fue mayor cuando el hombre retiró la capucha que cubría su cara, y en ella reconocieron los rasgos de los Atendir, los antiguos señores de la Naturaleza. Esta vieja estirpe, que provenía de los bosques oscuros del noreste, habían aprendido a dominar los poderes naturales, y eran amigos de los animales. Pero hacía muchos años que la gente pensaba que todos habían desaparecido, pero era evidente que no todos.

La grieta se cerró, y la batalla continuó. Mordrey parecía exhausto por el esfuerzo, y parecía estar recuperando fuerzas. Pero cada vez era más necesaria su ayuda. El ejército de Drainst se encontraba ya contra la muralla, resistiendo ya con su último aliento.
Para colmo de males, había sido dividido en dos, lo que dificultaba la defensa. Roger vio como, tras la corriente de demonios que los separaba, la bandera de la ciudad ondeaba desesperada al viento. Esa bandera, que no era realmente mas que un trozo de tela bordado, simbolizaba todo lo bueno por lo que habían luchado.
Esa bandera no caería, al menos mientras hubiera alguien que pudiera portarla. Hizo un llamamiento a los soldados que quedaban junto a él, y, haciendo acopio de todo su coraje y valor, comenzaron su marcha hacia sus compañeros.
Los demonios los atacaban por doquier, pero parecía como si los soldados poseyeran ahora una energía sobrenatural que los ayudara a seguir, acabando con todos los que se interponían en su camino.
Por fin, tras un penoso avance, lograron reunirse con las ya diezmadas y escasas fuerzas supervivientes. Hicieron un círculo defensivo en torno al portaestandartes, que seguía agitando la bandera.
El grupo de hombres encapuchados también había llegado hasta allí, defendiendo a Mordrey, que todavía parecía agotado.
Una flecha atravesó el cuello del portaestandartes, y la bandera cayó. Era el fin.
-Coged la bandera –dijo Roger.
-¿Para qué? Todo está perdido ya.
-Si hemos de morir, que sea defendiendo lo que otros muchos defendieron con su vida.

Los soldados parecieron darle la razón, y volvieron a tomar la bandera. Los hombres que defendían a Mordrey parecían expertos guerreros, y eran buenos compañeros en el campo de batalla.
Los hombres fueron cayendo tras las furiosas embestidas enemigas. Finalmente, sólo quedaban Roger, Mordrey, y siete de los hombres encapuchados. Acorralados contra el muro, rechazaban a los demonios cada vez con menos fuerza, desfallecidos por el esfuerzo realizado a lo largo de la batalla.
Roger quedó aislado. Sabía que era su fin. Cinco veces aguantó los ataques, hasta que su escudo se quebró. Aferró su espada con las dos manos, y la blandió contra sus oponentes, y luchó hasta el último aliento. Pero ellos eran demasiado. Lo derribaron, y le causaron tres heridas de su muerte. Sin embargo, parecía que no se preocuparon de su cuerpo.

Mordrey supo entonces que nada más se podía hacer por su amigo, y era hora de preocuparse por la ciudad. Todavía quedaba gente en su interior. Mientras sus siete compañeros encapuchados lo defendían con fiereza, pareció estar expulsando toda su fuerza por sus manos, que apuntaban hacia el cielo. Palideció y cayó al suelo, pero un sonido ensordecedor llenó el ambiente.
Miles de rocas envueltas en fuego cayeron del cielo, sembrando el caos en el campo de batalla. Las explosiones rodearon a los héroes caídos, destrozando a todo demonio que se encontrara en el campo de batalla. El fuego incineraba a su vez los cadáveres, que se consumían emanando un humo negro, que el viento arrastraba rápidamente, como si no quisiera tener su presencia. Demonios y bestias agonizaban ahora entre rocas y fuego. Sin embargo, la ciudad permaneció intacta. Pero ellos habían muerto en su defensa, resistiendo hasta el último momento.
Sus cuerpos sin vida descansaban ahora sobre la hierba, rodeados por los cadáveres de los demonios incinerados.

La ciudad estaba a salvo. Habían dado sus vidas, pero todavía quedaba una esperanza.

La bandera estaba ahora clavada en el suelo, ondeando orgullosa, sabiendo que siempre habría alguien que la defendiera, en cualquier sitio, en cualquier época.

FIN


Editado: Gracias por alargar el plazo Wink
manuelb - 30 Jun, 2005 - 12:45 AM
Asunto:
Naci en arrogat pero fui criada en el campamento de las arpias iba paseando con mi familia en los alrededores de la aldea cuando por sorpresa unos shamanes nos atacaron yo al ser tan solo una cria me llevaron lejos del lugar, aun podia ver a mis padres luchar contra tales criaturas los shamanes junto a sus subditos golpeaban a mis padres como si nada, ellos se defendian como podian con algunas piedras y algunos palos que cojian del suelo pero los shamanes los acorralaron en una esquina y empezaron unos a tirarles bolas de fuego y a usar su magia negra otros simplemente les estaban pegando puñaladas al ver como mis padres sangraban me dirigi al lugar donde estaban y una fueza salio de mi como si de ira se tratara lanzando magias de hielo intenso congelando asi a los shamanes, tras acabar con ellos y ver el cuerpo de mis padres fallecos en aquel lugar les coji los objetos que me hacian falta y entonces decidi sacar todo mi poder y barrer del nuestro mundo todo mal que apareciera, pasaron los años y por fin dominaba algo la magia asi que deidi emprender un viaje ya que a mis oidos legaron que andariel andaba cerca y nos cortaba el suministro de alimentacion me puse en camino, primero vacie la guardia del mal en donde habia una de las primeras colonias de shamanes y zombies, despues me dirigia a llanuras frias fui buscanso el campo pedegroso pero me perdi y llegue al cementerio donde me encontre con cuervo sangriento con la cual me tuve que enfrentar empece a lanzarle una saeta de hielo ella rapidamente la esquivo como si nada me dio con su arco en una pierna quede mal herida pero use una pocion y me recupere rapidamente me dirigia cada vez mas cerca de ella para tirarle ams saetas pero cuanto mas me acercaba mas zombies salian de la tierra asi que fui eliminando a los zombies poco a poco use pocion para restablecer el dolor de cabeza que me daba al usar tan seguida la magia y me senti bastante alviada en cuando quede sola con cuervo sangriento fui debilitandola mas y mas a pesat de que ella me lanzaba flechas consgui esquivar varias y al cabo de unos segundos consegui derrotarla, entonces me volvi a poner en camino hacia campo pedregoso una vez alli vi unas piedras se una forma extraña, segui mi camino hacia el bosque oscuro uan vez alli encontre un arbol misterioso que solto un pergamino extraño, asi que decidi llevarlo a akara para que me lo investigase y me indico que abria un portal en campo pedegroso hacia donde esta tristam me dirigi de nuevo al campo pedregoso y abri el camino a tristam una vez alli salve a Cain de las manos de grisword ya que este lo habia echo prisionero pero por desgracia no pude salvar a wirt el pobre chaval fallecio por culpa de unos shamanes, al salvar a Cain este me dijo que me ayudaria en mi camino y que me acompañara hasta donde yo fuese, en el campamente compre armas y armaduras para protegerme todo lo que pudiese y compre algunas pociones volvia al bosque oscuro y llegue a pantano negro donde buscando en a zona encontre un libro que decia que habia una condesa en una torre olvidada, al poco tiempo de leer esto encontrre el lugar fui eliminando a todos los demonios que encotnraba a mi paso como de costumbre hasta que baje 5 niveles bajo el suelo y encontre a la condesa esta no duro demaciado ya que cada vez me iba aciendo mas y mas fuerte volvi al pantano negro y me dirigi a las tierras altas de tamoe para buscar la entrada hacia la guarida de Andariel una vez que por fin encontre las catatumbas donde se encontraba Andariel derrote a todos los demoniso de su alrededor este demonio no parecia normal tenia un color azulado con un pelo rojizo con varios brazos.. de todo lo que decia solo logre entender muere... observer que lanzaba veneno asi que me dispuse para intentar que no me contagiara segui lanzadole magias y magias pero penas la dañaba al cabo de varias horas de enfrentarnos logre derribarla y volvi a abrir el paso a lut gholem (perdonad el nombre de esta cuidad no la recuerdo bien) llegue a esa cuidad y oir rumores de que diablo andaba cerca del lugar para liberar a su hermano, fui buscando el baston horaldrico y con el cubo horaldrico logre unir las dos partes rotas del baston despues fui al santuario arcano donde me enfrente a un mago donde un libro me abrio un portal hacia el cañon d elos amgos donde habia muchas tumbas pero el libro que lei me condujo a la original llegue a la tumba inserte el baston y me abrio camino hasta donde se encontraba duriel, nada mas verme duriel dijo: Has llegado tarde... entonces me dispuse a acabar con el pero un aura de un color azulado me daba frio y hacia mis movimientos mas lentos tras un tiempo y varias magias logre vencerle fui a los muelles de kurast donde al parecer estaba mefisto reuni las piezas que me nececitaba y las volvi a unir con el cubo horaldrico legue ante mefisto este parecia dominar el rayo ya que solo solia tirar rayos por todas partes yo aprendi a trasnportarme de un lugar a otro asi que no le dejaba que me intentara tocar, aunque en un momento me tiro una gran bola blanca de un color electrizante que me dejo medio muerta mientras me curaba este intentaba lanzarme otra bola del mismo tamaño pero por surte me di cuenta y me transporte a otro lado de la habitacion iba usando ventisca y varios hechizos mas para derrotarle al cabo d eun tiempo logre debilitarlo y lo derrote me dispuse a ir al portal rojo que estaba en lahabitacion, no sabia donde iria a parar pero me atrevi a cruzarlo una vez alli me encontre con tyrael un angel, segui mi camino hasta el santuario donde se encotnraba diablo en persona fui derrotando a los magos que custodiaban los sellos donde se encontraba diablo tras salir diablo use campo estatico y le reduje su vida notablemente fui lanzandole ventiscas y orbes cuando consegui derrotarlo volvi a la ciudad y tyrael me abrio camino hasta arrogath donde se encotnraba baal con su ejercitodurante mi camino salve a anya presa del hielo y derrote al traidor de la ciudad una vez en el trono de baal luche contra el sin piedad y logre vencer despues de esto volvi a mis tierras a descansar...
pableras - 30 Jun, 2005 - 11:29 AM
Asunto:
hasta las 24:00 del 30 de Junio.

En el momento que toque arrancar la hoja del mes de junio del calendario y dar comienzo al mes de julio, se cierra esto.
SirAcglaphotis - 02 Jul, 2005 - 01:54 AM
Asunto:
Se cierra el plazo.

Los jueces vamos a votar.

Espero que les haya gustado y no olviden que posiblemente prepare otro de estos concursos para el aniversario de d2l. Wink
pableras - 02 Jul, 2005 - 02:39 AM
Asunto:
Para evitar nuevos envíos de cuentos o ediciones de los mismos, cierro el tema.

Cuando algún miembro del jurado quiera votar, que avise a un moderador para que le reabra el tema y así pueda votar.

Os recuerdo que las votaciones, según lo acordado hace 2 meses, serán públicas, otorgando a cada cuento una puntuación entre el 0 y el 10.
Todas las horas son GMT + 1 Hora
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